Un congreso para Maduro
La propaganda pone el acento en mostrarle como el heredero del ¡°legado de Ch¨¢vez¡±
La bajamar de las violentas protestas callejeras venezolanas que comenzaron en febrero pasado se fundi¨® en las distracciones del Mundial de f¨²tbol y las vacaciones escolares, sin que est¨¦n a la vista ni justicia para las decenas de muertes registradas ni provecho pol¨ªtico para la oposici¨®n.
No es exagerado afirmar que Nicol¨¢s Maduro ha capeado con ¨¦xito lo que el hoy encarcelado l¨ªder opositor venezolano Leopoldo L¨®pez, sus aliados pol¨ªticos y sus seguidores esperaban que fuese una insurreccional crisis de gobernabilidad capaz de forzar la renuncia del actual presidente.
El siguiente episodio de nuestra interminable discordia nacional no ser¨¢, pues, la salida de la acogotante crisis econ¨®mica y pol¨ªtica del m¨¢s empobrecido de los petro-Estados conocidos, ardorosamente propugnada por L¨®pez, la diputada Mar¨ªa Corina Machado y el dirigente opositor Antonio Ledezma, desde comienzos de a?o, sino el III?Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela, partido mayoritario de la coalici¨®n que apoya al Gobierno chavista. El congreso se est¨¢ celebrando entre el 26 y el 31 de julio.
Todo el acento propagandista de las autoridades del congreso chavista est¨¢ puesto en dramatizar la designaci¨®n de Nicol¨¢s Maduro como presidente del partido, en tanto que heredero y profundizador del ¡°legado de Ch¨¢vez¡±. Tal legado es una nebulosa de ideas sueltas y ¡°estrategias para el futuro¡± del socialismo del siglo?XXI universalmente invocada in abstracto m¨¢s nunca formulada expl¨ªcitamente en parte alguna.
Las elecciones internas que designaron los 537 delegados al congreso, de entre un total de 5.165 postulantes de todo el pa¨ªs, tuvieron lugar el pasado domingo, 20 de julio, sin que los resultados contentasen a nadie.
En efecto, mucho antes de los comicios internos del PSUV, supervisados en todo el pa¨ªs por el Consejo Nacional Electoral, se dejaron sentir protestas dentro y fuera del PSUV contra el desparpajo descalificador con que fueron desechadas por Maduro y Diosdado Cabello y otras figuras del Gobierno las denuncias de ¡°desviacionismo¡± y corrupci¨®n hechas por el destituido exsuperministro de Planificaci¨®n y Finanzas, Jorge Giordani.
Muchos militantes critican el desmesurado n¨²mero de delegados 'natos', designados por la direcci¨®n del partido
Cuando H¨¦ctor Navarro, otro alto dirigente hist¨®rico del PSUV que durante 13 a?os desempe?¨® diversos ministerios claves ¡ªcomo el de Educaci¨®n, el de Ciencia y Tecnolog¨ªa y el de Energ¨ªa¡ª, expres¨® en una carta p¨²blica su sorpresa y solidaridad con Giordani, fue notificado en llamada telef¨®nica de un alto dirigente del partido, militar de alta graduaci¨®n y hoy gobernador estatal, de la suspensi¨®n de todos sus derechos como militante y puesto ipso facto a la orden de un tribunal disciplinario.
La cr¨ªtica de muchos y muy caracterizados militantes del PSUV y sus partidos sat¨¦lites se orienta, en v¨ªsperas del congreso, contra el desmesurado n¨²mero de delegados natos, designados por la Direcci¨®n Nacional del propio PSUV, en comparaci¨®n con el de los elegidos por las bases del partido. Reunidos, los delegados natos representan el 40% del total.
Caracter¨ªsticamente, estos delegados, cooptados por la actual c¨²pula del partido, ocupan, en significativa proporci¨®n, altos cargos en la nomenklatura chavista. Muchos de ellos son militares, activos o en retiro, hist¨®ricos participantes en los fallidos cuartelazos de 1992. Como cabe imaginar, el poder de coerci¨®n de los delegados natos es muy considerable pues en Venezuela el Estado es el mayor empleador. La dirigencia del PSUV se ufana de contar con 7.632.606 inscritos, y de ellos la gran mayor¨ªa son empleados p¨²blicos.
Sin embargo, tal ventajismo ha brindado resultados tan magros que ha sembrado inocultable inquietud en los jefes del partido: un autodenominado Equipo de Conteo Electoral Popular de Caracas, formado por activistas del PSUV, calcula la participaci¨®n en menos del 12% del registro de inscritos en el partido. Seg¨²n el diario El Nacional, el canciller El¨ªas Jaua ha pedido ver los comicios internos como ¡°un proceso cualitativo, en lugar de cuantitativo¡±.
Con todo, el congreso conferir¨¢ seguramente a Nicol¨¢s Maduro no s¨®lo la posici¨®n de presidente del partido sino la suficiente musculatura estatutaria, ya que no el ascendiente, para validar ante su electorado las duras e inescapables medidas econ¨®micas de corte ortodoxo que le urge tomar en breve y que el ala izquierda del PSUV juzga desde ya como una regresi¨®n ¡°neoliberal¡±.
Provisto, real o fingidamente, del dinero chino que la visita del presidente Xi Jinping y los acuerdos suscritos con ¨¦l parecen anunciar, el congreso del PSUV tambi¨¦n servir¨¢ para exhortar a sus militantes a ganar a toda costa la elecci¨®n parlamentaria del a?o pr¨®ximo.
Entre tanto, Leopoldo L¨®pez seguir¨¢ confinado a una prisi¨®n militar, sometido inocuamente a un juicio por instigaci¨®n p¨²blica, da?os a la propiedad y asociaci¨®n para delinquir. El juicio se abri¨® el mi¨¦rcoles pasado y es seguro que el r¨¦gimen lo demorar¨¢ tanto como le sea posible, en tanto que la oposici¨®n se trenza en una acre disputa por el liderazgo que, sin duda alguna, traer¨¢ consigo una derrota sin precedentes en las elecciones parlamentarias de 2015 en las que Henrique Capriles, ya irreconciliable n¨¦mesis de Leopoldo L¨®pez, hab¨ªa cifrado hasta ahora sus esperanzas, y las de la oposici¨®n democr¨¢tica, de acumular fuerzas para un asalto al Cielo en las presidenciales de 2019.
Ibsen Mart¨ªnez es escritor venezolano.
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