No todos los 'selfies' son iguales a los ojos de Dios
El Papa, un astronauta o la reina Letizia se han apuntado ya a esta moda y sus fotos se han convertido en im¨¢genes virales
Si todos asumimos que la fotograf¨ªa mal encuadrada que usted ha sacado de sus vacaciones en Almer¨ªa no tiene la misma importancia que la imagen de La ca¨ªda del miliciano de Robert Capa, no es dif¨ªcil aceptar que no todos los selfies valen lo mismo. S¨ª, puede que en un ejercicio de contorsionismo y juego de luces propio del Circo del sol haya conseguido que en su autorretrato no haya rastro de su papada, pero semejante milagro del trampantojo no computa en este ranking.
El selfie por el selfie empieza a ser tonter¨ªa. Y la competici¨®n por firmar la mejor o m¨¢s impactante imagen lleva tiempo disput¨¢ndose en Internet. Existen tantas categor¨ªas como inabarcable es la estupidez humana: los m¨¢s sexies, los m¨¢s est¨²pidos, los m¨¢s sexies y m¨¢s est¨²pidos. Aqu¨ª recopilamos unos cuantos de distinta naturaleza y relevancia pero que comparten un denominador com¨²n: te quitan las ganas de autorretratarte. Te hacen sentirte como un portador de bollicaos en el laboratorio de Paco Torreblanca, como un tuno ante la presencia de Pat Metheny, como kalimotxo en las bodegas de Vega Sicilia.
- El astronauta canadiense Chris Hadfield se hizo esta foto a bordo (o m¨¢s bien fuera) de la Estaci¨®n Espacial Internacional. Digamos que, a no ser que seas otro astronauta, es imposible competir con ella. ?Se imaginan que hubiesen existido los tel¨¦fonos inteligentes cuando el hombre lleg¨® a la Luna?
- Un grupo de adolescentes italianos consigui¨® convencer al papa Francisco para que se hiciese un selfie con ellos durante una visita al Vaticano. La fotograf¨ªa hizo correr r¨ªos de tinta, pero teniendo en cuenta que el pont¨ªfice ya dispone de cuenta de Twitter era cuesti¨®n de tiempo que sucediera algo as¨ª. ?Contar¨¢ como reliquia algo que se puede reproducir y compartir ad infinitum?
- Si el papa Francisco se deja hacer un selfie, la reina Letizia no iba a ser menos. Hace apenas unas semanas, unas j¨®venes coincidieron con don Felipe y su esposa en los cines Kin¨¦polis. La an¨¦cdota, por s¨ª sola, les hubiese dado mucho juego en la cafeter¨ªa del instituto y en el Tuenti. Pero, seg¨²n han contado a diversos medios, fue la propia soberana la que les propuso que se hicieran un selfie todas juntas. Y as¨ª lo hicieron. Nadie les hubiese cre¨ªdo si no hubiesen tenido la prueba gr¨¢fica. Despu¨¦s del selfie papal, vino el selfie real. Se admiten apuestas sobre el siguiente gesto de acercamiento de los monarcas espa?oles al pueblo de a pie: ?Whatsapps personalizados para felicitar nacimientos y cumplea?os?
- Que lo tuyo es subirte a azoteas y rascacielos cuanto m¨¢s altos mejor, que llevas un tel¨¦fono contigo, que te haces unas fotos que solo con mirarlas te dan ganas de abrazarte al suelo. Solo as¨ª, como el ruso Kirill Oreshkin, puedes conseguir unos selfies que dejan los de retratos desde el Empire State o la Torre Eiffel a la altura de la casita de David el gnomo.
- Esta se?ora no ha hecho nada extraordinario: no ha salido al espacio exterior, no se ha colgado de un hilo de seda de la cumbre del Kilimanjaro, ni ha convencido a Vladimir Putin y Sarah Palin para que se saquen una foto juntos. Ni siquiera se ha tomado la molestia de peinarse. Solo se ha subido a un avi¨®n y el azar ha querido que en el asiento de al lado estuviese Nicholas Cage y que, caprichoso destino, en ese momento el actor tuviese semejante e indescriptible cara. Este selfie puede que no tenga ning¨²n valor t¨¦cnico o extraordinario, pero resulta impagable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.