Los peores cinco momentos para sacarte un 'selfie'
La tecnolog¨ªa ha hecho que cada vez sea m¨¢s sencillo hacerse un autorretrato pero quiz¨¢s no todas las ocasiones sean las m¨¢s indicatas
Solo hace falta coger el m¨®vil, estirar el brazo lo suficiente y apretar con un dedo el bot¨®n del disparador. Que hacerse un selfie sea tan sencillo no significa que pueda (o deba) hacerse en cualquier circunstancia y en cualquier lugar. No hablamos ¨²nicamente de una cuesti¨®n de tuitiqueta (el protocolo de buenas maneras en las redes sociales) sino de la aspiraci¨®n de superar los l¨ªmites de la imbecilidad humana de la que hacen gala algunos individuos. Ah¨ª van (algunos de) los cinco peores momentos para autoretratarse y compartirlo con el mundo.
- Mientras un animal de 600 kilos te persigue. Pas¨® el 11 de julio. Un joven decidi¨® sacarse un selfie mientras corr¨ªa un encierro de los sanfermines. Ya sabemos que, para mucha gente, los alardes de valent¨ªa se sobrellevan mejor si hay un p¨²blico observando la haza?a, pero estar dispuesto a arriesgar (doblemente) la vida por fardar con los seguidores de Instagram entra en la categor¨ªa de comportamiento oligofr¨¦nico. Es como salvar un gatito de un ¨¢rbol y volver a subirlo a la espera de que pase alguien para que nos vea rescatarlo, pero en versi¨®n kamikaze nihilista. La multa por utilizar en los encierros un reproductor de imagen o sonido sin la autorizaci¨®n previa es de 1.500 euros. El sentido com¨²n, no tiene precio.
- Despu¨¦s del coito. S¨ª, arrepent¨ªos porque el fin est¨¢ cerca. Existe una moda dentro de Instagram que consiste en colgar un selfie tras haber practicado sexo. Hay fotograf¨ªas de parejas, grupales e incluso individuales, como la del usuario que se retrat¨® tumbado en la cama y mirando con arrobo a su propia mano despu¨¦s de dibujar sobre ella unos ojos y una boca. Entra?able. ?Qu¨¦ lleva a alguien a compartir con el mundo una foto postcoital: exhibicionismo, aburrimiento, muerte neuronal? No busquen una respuesta, busquen el tag #aftersex y s¨¢quense un selfie despu¨¦s de ver un aftersex selfie¡ puede que Instagram implosione o que suceda lo mismo que si dice tres veces 'Beetlejuice' mirando a un espejo, solo que en vez de aparecer un no muerto la que se materialice a su lado sea Lindsay Lohan.
- En los funerales. Hace unos meses se hizo grotescamente famosa la p¨¢gina de Tumblr Selfies at funerals, que, como su propio nombre indica, compilaba retratos de j¨®venes estadounidenses delante de los ata¨²des de sus abuelos o en los responsos de sus familiares. Horrible, ?verdad? Una acci¨®n propia de personas sin sentido del respeto o del decoro, ?cierto? Pues, ?recuerdan d¨®nde se sacaron el celeb¨¦rrimo selfie que dio la vuelta al mundo Barak Obama y David Cameron? ?No? En el funeral de Nelson Mandela en Johannesburgo.
- En los campos de concentraci¨®n y monumentos al holocaust . El New Yorker dedic¨® un art¨ªculo a esta ¡°tendencia escandalosa¡±: selfies de adolescentes israel¨ªes tomados durante viajes con sus institutos a campos de concentraci¨®n europeos. En las im¨¢genes, retiradas ya de la Red, los chicos lanzaban besos detr¨¢s de un cartel de 'Arbeit macht us frei' o adoptaban poses sexies junto a hornos crematorios. El a?o pasado, The Cut, la revista online del New York Magazine, levant¨® una peque?a pol¨¦mica al hacerse eco de unos retratos que el bloguero espa?ol Pelayo Garc¨ªa se hab¨ªa hecho en el monumento al Holocausto de Berl¨ªn (y en las que acreditaba las marcas de las que iba vestido). Nada comparado con el problema en el que se vio envuelto tres a?os antes Easy Jet. La compa?¨ªa a¨¦rea tuvo que retirar 300.000 ejemplares de un n¨²mero de su revista corporativa en el que se inclu¨ªa un editorial de moda realizado en, adiv¨ªnenlo, en monumento al Holocausto de Berl¨ªn.
- Junto a alguien que acaba de tener un accidente. S¨ª, no nos hemos vuelto locos. Es como los carteles del metro de Londres en los que se pide a los pasajeros que se sit¨²en a la derecha de las escaleras mec¨¢nicas: parece puro perogrullo (¡°p¨®ngase la mascarilla de ox¨ªgeno y respire con normalidad¡±), pero¡ ?Ha viajado usted en el suburbano de Madrid? Pues con esta advertencia sucede lo mismo. El pasado mayo, el ciclista alem¨¢n Marcel Kittel se cay¨® de la bicicleta mientras disputaba una etapa del Giro de Italia y a un joven dublin¨¦s, David McCarthy, no se le ocurri¨® otra idea mejor que sacarse un selfie con el deportista mientras este todav¨ªa se retorc¨ªa de dolor en el suelo ?Qu¨¦ ser¨¢ lo siguiente? Se admiten apuestas..
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