Una nueva democracia
En Podemos no hay una ¡°¨²ltima palabra en manos de la gente¡±, sino un flujo sometido a una persona
Ser¨ªa ¨²til releer la cantidad de simplezas que dijimos hace una d¨¦cada los participantes de un curso de verano en la Complutense sobre el papel a desempe?ar por la inform¨¢tica en el funcionamiento de la democracia. En el mejor de los casos, se constataba la importancia del volumen de informaci¨®n del cual iban a disponer tanto los sujetos como los informadores de la vida pol¨ªtica.
Claro que recursos t¨¦cnicos tales como Twitter o Facebook se encontraban a¨²n en el limbo, y de hecho fue la campa?a electoral de Obama en 2008, como en su d¨ªa el debate televisado entre Kennedy y Nixon, lo que abri¨® los ojos sobre la decisiva incidencia de las nuevas formas de comunicaci¨®n. El reconocimiento fue r¨¢pido y tanto los partidos como los comentaristas pol¨ªticos las incorporaron a modo de complemento de sus m¨¦todos de incidencia sobre la opini¨®n.
La campa?a de Obama en 2008 abri¨® los ojos sobre la decisiva incidencia de las nuevas formas de comunicaci¨®n
El blog se hab¨ªa adelantado en este campo, y fue precisamente uno de particular aceptaci¨®n, el del c¨®mico italiano Beppe Grillo, con sus 200.000 lectores diarios en 2010, lo que sirvi¨® de plataforma para una revoluci¨®n tecnol¨®gica que ya anunciaban los ensayos de los ¡°partidos piratas¡±. Antes Grillo romp¨ªa contra el suelo un ordenador en cada intervenci¨®n p¨²blica. Ahora, con la ayuda del inform¨¢tico Roberto Casaleggio, la red se convertir¨¢ en el instrumento para una nueva forma de hacer pol¨ªtica, un medio de excepcional eficacia, que adem¨¢s reduce los costes y as¨ª introduce un componente igualitario en la comunicaci¨®n. El ¨¦xito entre nosotros de la campa?a de Podemos en las europeas, a trav¨¦s de Twitter y Facebook, con la televisi¨®n (tertulias) al fondo, ser¨ªa la mejor prueba de ello.
El balance es a¨²n incierto. La experiencia desde 2009 del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, y el dise?o muy influido por ¨¦l de Podemos en su pre-borrador de organizaci¨®n, apunta a una estructura dual, seg¨²n los niveles de autonom¨ªa y control desde el centro. A escala local, la proliferaci¨®n de c¨ªrculos ¡ªde 5 Estrellas o de Podemos¡ª debe dar lugar a una intensa comunicaci¨®n interactiva, e incluso a un sentimiento comunitario frente a la pol¨ªtica tradicional.
El problema surge cuando la aparente soberan¨ªa compartida por todos en el movimiento se encuentra sometida para la pol¨ªtica nacional a un centro de decisiones perfectamente consolidado y que dispone de mecanismos inform¨¢ticos de control y vigilancia sobre el conjunto de sus ¡°ciudadanos¡±, tanto en la elaboraci¨®n de decisiones como en la informaci¨®n, y llegado el caso para la eliminaci¨®n de los disidentes. En 5 Estrellas y en Podemos (pre-borrador) no hay una ¡°¨²ltima palabra en manos de la gente¡±, sino un flujo circular sometido a un v¨¦rtice inamovible, personalizado: all¨ª Grillo, aqu¨ª el futuro portavoz, que todos conocemos.
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