En primera l¨ªnea desde Gaza
Cooperantes de varias ONG internacionales cuentan en primera persona lo que est¨¢ pasando en Gaza. Estos son sus relatos
El trabajo de un m¨¦dico de urgencias en un hospital, los juegos de los ni?os evacuados, el Ramadam que ya no se puede celebrar por los bombardeos, el destrozo de las calles por la guerra. Cooperantes de varias organizaciones internacionales cuentan en primera persona lo que est¨¢ pasando en Gaza. Estos son sus relatos:
¡°La gente dice que todo va a ir bien; pero sabes que no tienen esa certeza¡±
Es Ramadam y Arwa Mhanna deber¨ªa estar celebr¨¢ndolo con su familia. Pero en lugar de romper el ayuno cada noche en un ambiente festivo, lo hace bajo bombas y sonidos de ambulancia. Esta cooperante de Oxfam cuenta que las explosiones de la noche son las peores, las que m¨¢s miedo dan, sobre todo si le pillan durmiendo, porque el sobresalto es a¨²n mayor. Durante el d¨ªa intenta trabajar repartiendo ayuda, pero no siempre es posible. Su esperanza es una Gaza en paz: ¡°Mi sobrina y otros ni?os deben tener el futuro que se merecen¡±.
Una noche en el hospital de Al-Shifa
Despu¨¦s de toda una velada en el hospital atendiendo a heridos, los cooperantes de M¨¦dicos sin Fronteras se re¨²nen para hablar de c¨®mo ha transcurrido la noche. Una madre atrapada entre unos escombros que no logr¨® sobrevivir, un ni?o de 10 a?os con s¨ªndrome de aplastamiento, una mujer de 20 a?os con una bala que extraer, casos de neurocirug¨ªa¡ Ha sido una jornada muy intensa, seg¨²n el relato de Samantha Maurin.
Samantha Maurin, periodista de la organizaci¨®n M¨¦dicos sin Fronteras describe la situaci¨®n que ha encontrado en el hospital de Al-Shifa y en la cl¨ªnica de MSF, donde muchas familias se est¨¢n refugiando porque han perdido sus casas y no quieren cobijarse en las escuelas de la UNRWA por miedo a nuevos bombardeos.
Donde la evacuaci¨®n no es un juego
Cuando los ni?os viven en una guerra juegan a la guerra. En Gaza, algunos de ellos r¨ªen mientras meten objetos en mochilas simulando una evacuaci¨®n. Osama Damo, de Save the Children ve esto con el coraz¨®n encogido. ¡°Estas ni?as no deber¨ªan conocer el terror de una evacuaci¨®n, aunque ya es el tercer conflicto militar que viven¡±, escribe de madrugada desde su piso, donde los bombardeos hacen que dormir sea imposible.
Cada minuto entre la vida y la muerte
Sandra Wicki, de Cruz Roja, relata las dificultades a las que se enfrenta cada d¨ªa en Gaza el personal de las ONG: ¡°Aunque reciben muchas llamadas para pedir ayuda m¨¦dica no pueden llegar a todas las zonas por falta de acceso, debido a las continuas hostilidades. Los voluntarios y los equipos de las ambulancias arriesgan su vida para asistir a las v¨ªctimas y con tristeza tengo que ver que el emblema de la Media Luna Roja, que cada voluntario y personal de MLRP involucrado en las operaciones de rescate lleva puesto, no les protege¡±.
La vida no es esto: Gaza entonces y ahora
¡°En la calle donde viv¨ª durante cuatro a?os ha desaparecido una familia entera. He visto fotos de los barrios de Al Shajaiya y Khuzaa gravemente da?ados. No hay ni?os jugando en las calles en este fin de Ramad¨¢n, los que quedan vivos est¨¢n aterrados. Casas, hospitales y colegios est¨¢n siendo atacados¡±, explica Karl Schembri, trabajador de Save the Children.
¡°Durante la ¨²ltima guerra sol¨ªa escribir. Ahora estoy sin palabras¡±
El menor de los hijos de Asma Shalayel tiene cinco a?os. En el conflicto que la franja de Gaza sufri¨® en 2009 ella estaba embarazada de ¨¦l. Desde que naci¨® tiene problemas para comunicarse; seg¨²n los m¨¦dicos, debido a los bombardeos de entonces. Ahora, en este nuevo conflicto, parece mejorar. ¡°?Puede una guerra sanar las heridas causadas por la anterior?¡±, se pregunta Asma.
¡°Faltan medicamentos b¨¢sicos en urgencias¡±
En el hospital Nasser de Gaza, sobre todo en el servicio de urgencias, atienden a unas 75 personas cada d¨ªa. Hosam Abu Elwan, de M¨¦dicos del Mundo, trabaja all¨ª y narra c¨®mo es su labor en primera l¨ªnea. "La mitad de los heridos necesitan un quir¨®fano o servicios especializados, pero el hospital est¨¢ saturado de pacientes y v¨ªctimas", relata. Para paliar esta situaci¨®n, el doctor pide con urgencia la intervenci¨®n de comunidad internacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.