El CSIC est¨¢ enfermo
Pertenezco a la generaci¨®n de cient¨ªficos que hemos tenido que emigrar ante la imposibilidad de continuar nuestra carrera en Espa?a. Hace tiempo, consideraba una suerte poder dedicarme a esto en mi pa¨ªs. Por suerte y con trabajo constante, he podido continuar bastante bien mi trabajo en el extranjero.
Como muchos otros, hice mi tesis doctoral en el CSIC y, poco a poco, me fui dando cuenta de la aut¨¦ntica realidad de esta instituci¨®n, aunque no debemos generalizar porque tenemos magn¨ªficos cient¨ªficos. Sin embargo, y hablo por propia experiencia, he visto t¨¦cnicos de laboratorio dormir d¨ªa tras d¨ªa la siesta y creerse los jefes del centro, dedicar fondos a viajes con parejas y ordenadores personales (no de trabajo) todo con el benepl¨¢cito de los gerentes, manos negras en ¡°procesos selectivos¡± y un largo etc¨¦tera de vivencias personales. El cambio en esta instituci¨®n debe ser inmediato y dr¨¢stico. No se puede permitir que contin¨²e de esta manera.¡ª Jos¨¦ Luis P¨¦rez L¨®pez.
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