La estrella que Hollywood buscaba
Desde que gan¨® el Oscar, todo lo que Lupita Nyong¡¯o come, viste y vive se ha convertido en relevante
La historia del ¨¦xito fulgurante de Lupita Nyong¡¯o se puede contar desde dos perspectivas. La primera responde a la liturgia de los medios: joven con talento, belleza y magnetismo escala hasta la cima del mundo en ese tiempo r¨¦cord que solo la era virtual podr¨ªa permitir. La segunda atiende a los engranajes ocultos de una voraz industria, la del espect¨¢culo, en busca permanente de nuevos iconos que explotar comercialmente. Ambas podr¨ªan ser ciertas. Solo la capacidad de la propia interesada para lidiar con su estatus de estrella del momento determinar¨¢ su longevidad art¨ªstica.
Ella misma ha confesado incesantemente tras recoger su Oscar a mejor actriz secundaria por 12 a?os de esclavitud que la celebridad no le impresiona. Su padre es un pol¨ªtico prominente de Kenya que tuvo que huir a M¨¦xico (donde naci¨® Lupita) con la familia por reclamar la democracia para volver despu¨¦s. Hoy es senador del condado de Kisumu. Su madre dirige la Africa Cancer Fundation. Y su prima Isis, vicepresidenta de la plataforma de publicidad para m¨®viles InMobi, es una de las 20 j¨®venes m¨¢s poderosas de ?frica, seg¨²n Forbes.
La actriz ha confesado que la celebridad no le impresiona
La actriz de moda ha aprendido a conceder a todos (medios, marcas, p¨²blico) lo que buscan. Incluso a s¨ª misma. Tras sopesar la estatuilla guard¨® silencio un tiempo, rechazando papeles. Su clamoroso fichaje para Star Wars: Episodio VII por J. J. Abrams sirvi¨® de veredicto: Lupita no contempla una ca¨ªda prematura. Su trabajo le ha costado.
La historia cuenta que transcurri¨® apenas un a?o desde que acabara sus estudios de teatro en Yale hasta sostener el premio m¨¢s preciado del cine. Aunque para cuando Steve McQueen la escogiera para el papel de esclava, tras desestimar a otras mil candidatas, la actriz, que ahora cuenta 31 a?os, llevaba casi una d¨¦cada merodeando por el medio. Un verano se asom¨® por un rodaje en Kenya, el de la pel¨ªcula El jardinero fiel (2005), y acab¨® realizando labores de producci¨®n y de asistente de Ralph Fiennes. Este le dijo: ¡°?T¨² qu¨¦ quieres hacer en la vida?¡±. ¡°Actuar¡±, respondi¨® ella t¨ªmidamente. ¡°Hazlo solo si sientes que no puedes vivir sin ello¡±.
Desde que termin¨® la carrera de Teatro hasta ganar el Oscar pas¨® apenas un a?o
Hay algo que pocas de sus biograf¨ªas recogen: antes de dar el salto a Hollywood Lupita se convirti¨® en una provocadora mujer que rifaba su amor entre dos hombres. Lo hizo en la serie Shuga, todo un fen¨®meno producido por MTV Africa destinado a espolear conciencias en el continente abordando temas como la infidelidad, la homosexualidad o el VIH. Consigui¨® el trabajo gracias a su prima, que colaboraba con la cadena. ¡°Era la t¨ªpica chica que pasaba por all¨ª con su encanto y simpat¨ªa, y decidimos darle un papel¡±, recuerda hoy Alex Okosi, el hombre que llev¨® MTV a ?frica. Los asistentes a la gala de los MTV African Music Awards, celebrada en junio en Durban (Sud¨¢frica), donde se le concedi¨® el premio a la personalidad del a?o, se lamentaban de que Lupita no hubiera asistido en persona y tan solo hubiera enviado un videomensaje de agradecimiento. ?El ¨¦xito la ha alejado de ?frica?, se preguntaban algunos. ¡°En absoluto. ?Si no vino fue porque empezaba a rodar Star Wars! Lo interesante es que, a pesar de haberse convertido en la estrella m¨¢s grande del momento, esgrime sus or¨ªgenes all¨¢ donde vaya. Para ella es muy importante compartir todo ese ¨¦xito y hacer part¨ªcipe de ¨¦l al pueblo africano¡±, justifica Okosi, organizador del evento. La prueba de que una parte de su coraz¨®n sigue ah¨ª est¨¢ en su pr¨®ximo proyecto, que, adem¨¢s de protagonizar, producir¨¢ junto a Brad Pitt: la adaptaci¨®n de la novela Americanah, de la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, aclamada con el premio de la cr¨ªtica estadounidense este a?o. Tambi¨¦n conviene recordar que Lupita hizo su debut como directora en 2009 con un documental sobre la discriminaci¨®n que sufren los albinos en Kenia.
Lupita Nyong¡¯o debut¨® en 2009 como directora con un documental
Lo cierto es que una visita a su Instagram por las fechas de los premios MAMA revelaba que Lupita s¨ª hab¨ªa tenido tiempo para otros eventos en esos d¨ªas, como el campeonato de polo organizado por Veuve Clicquot en Nueva Jersey o los galardones de la moda concedidos por el Council of Fashion Designers of America en Nueva York. Incluso hab¨ªa estado unos d¨ªas en Marruecos fotografi¨¢ndose para el reportaje central de la edici¨®n de julio de Vogue. Sobre esta publicaci¨®n, The New York Post frivolizaba: ¡°?Hoy es un gran d¨ªa! Vogue saca a una mujer afroamericana en su portada y, por una vez, no es Beyonc¨¦, ni Michelle Obama, ni Rihanna¡±. ?Ser¨¢ Lupita un punto de inflexi¨®n en la industria? En los a?os noventa, cuando Naomi Campbell dominaba las pasarelas, sol¨ªa denunciar la escasa presencia de mujeres negras en editoriales de moda y desfiles. ¡°Parece que solo haya espacio para una¡±, repet¨ªa. La hipocres¨ªa de este mundo, en el que hasta Beyonc¨¦ ha tenido que protestar ante determinados usos del Photoshop para blanquearle la piel, podr¨ªa hacer de Lupita un vistoso producto de temporada.
Ella misma hac¨ªa referencia a lo racial en una entrevista reciente con la CNN: ¡°De donde yo vengo no comienzas a describir a nadie diciendo ¡®es blanco¡¯ o ¡®es negro¡¯. Yo era muchas otras cosas antes que ¡®negra¡¯. Hasta que aterric¨¦ en EE UU, donde es lo primero que se resalta sobre m¨ª¡±. Inevitablemente, el color de su piel acompa?a muchos titulares cuando se habla de su fichaje como imagen para grandes firmas de moda (Miu Miu) o cosm¨¦tica (Lanc?me). Algo tan at¨ªpico como inherente a un Oscar.
Desde que aterric¨¦ en EE?UU lo primero que se resalta de m¨ª es que soy negra
De igual manera, seg¨²n se hizo con el premio, los medios quisieron sacarla de la solter¨ªa y arrojarla a los brazos de Jared Leto, el ganador del Oscar a mejor actor secundario. Eran lo m¨¢s parecido a una suma perfecta para seguir vendiendo noticias: hab¨ªan cenado juntos antes de la gala en el Crosby Street Hotel de Los ?ngeles y despu¨¦s viajaron a Par¨ªs invitados al desfile de Miu Miu. Cuando Ellen DeGeneres pregunt¨® a Lupita en una entrevista abiertamente por el asunto, la int¨¦rprete replic¨® inteligentemente: ¡°Pensaba que lo hab¨ªamos dejado por culpa de Miley Cyrus. Es lo ¨²ltimo que escuch¨¦¡±.
As¨ª es como Lupita Nyong¡¯o desfila por la escurridiza pasarela global de la fama. De repente todo lo que come, viste y vive se ha convertido en relevante. Sabemos que se ha pasado a una dieta libre de gluten, cu¨¢l es su esmalte de u?as o si ha estado comprando alfombras marroqu¨ªes en Fez. Se ha convertido en la perfecta observada, con todas las exigencias que eso conlleva. En su mano est¨¢ apoderarse de esos clich¨¦s para hacerlos a?icos.
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