Letras contra la homofobia y los prejuicios
'Los deseos afines' est¨¢ formado por 18 relatos de escritores procedentes de seis pa¨ªses Da voz a gais, lesbianas, bisexuales y transexuales que sufren alg¨²n tipo de discriminaci¨®n
Nigeria o Uganda aparecen como punta de lanza de una pretendida ola de homofobia en ?frica. Aunque basta con hacer un an¨¢lisis un poco m¨¢s fino para darse cuenta de que los movimientos para recortar los derechos del colectivo de gais, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) son s¨®lo una cortina de humo populista utilizada por gobiernos incapaces de hacer frente a determinados problemas sociales, econ¨®micos y pol¨ªticos. Sin embargo, aunque s¨®lo sea con este objetivo instrumental el hecho es que los colectivos LGTBI se ven acorralados en varios pa¨ªses africanos.
Es el momento, adem¨¢s, en el que miembros prominentes de estos colectivos dan un paso al frente y, lejos de amedrentarse, se muestran combativos a pesar del riesgo real. Su lucha, adem¨¢s, se centra en visibilizar y normalizar su situaci¨®n. Lo hizo el keniano Binyavanga Wainaina, uno de los escritores africanos m¨¢s populares en la esfera internacional, anunciando su homosexualidad con un sutil pero desgarrador ¡°Mam¨¢, soy gay¡±, en forma de t¨ªtulo de un relato autobiogr¨¢fico. A partir de ah¨ª, hemos visto exposiciones fotogr¨¢ficas y todo tipo de acciones art¨ªsticas que tratan de eliminar el estigma de la homosexualidad.
Una de estas acciones es Queer Africa, una antolog¨ªa de relatos de ficci¨®n sobre las diversas identidades sexuales editada por MaThoko¡¯s Books, el sello de la organizaci¨®n sudafricana Gay and Lesbian Memory in Action (GALA). Los autores de los dieciocho relatos que componen este volumen publicado en agosto de 2013 son escritores africanos y pretenden, fundamentalmente, demostrar el amplio abanico que se abre cuando se trata de hablar de los sentimientos, las sensaciones, las vivencias y las formas de asumir la propia sexualidad, especialmente, cuando es diferente a la heterosexualidad que imponen las mayor¨ªas.
John Marnell, el responsable de publicaciones de GALA, se?alaba durante el proceso de promoci¨®n del libro que la expresi¨®n art¨ªstica en todas sus formas, pero, sobre todo, la escritura creativa, "es fundamental en estos momentos, ya que ofrece un ant¨ªdoto frente a la ret¨®rica de odio, a las narrativas dominantes que refuerzan los prejuicios y la desigualdad¡±. Marnell hac¨ªa referencia de este modo al posicionamiento de los editores de la antolog¨ªa, Karen Martin y Makhosazana Xaba. As¨ª que es indudable que tanto los impulsores como los editores de este volumen ten¨ªan una intencionalidad muy clara a la hora de lanzar su apuesta.
En la introducci¨®n de la edici¨®n original, facilitada por Marnell, Martin y Xaba eran absolutamente expl¨ªcitos y mostraban su voluntad, no s¨®lo de visibilizar realidades a menudo invisibles, sino de hacer adem¨¢s que el lector se sintiese por un momento en la piel de los protagonistas. "Las artes nos permiten considerar experiencias radicalmente diferentes de las nuestras que otras formas de representaci¨®n no permiten (¡). En el espacio imaginativo, las narrativas dominantes tienen menos influencia; y aparecen posibilidades que no hemos considerado. Nos enfrentamos a nuestros prejuicios e ideas preconcebidas. Y podemos descubrir a trav¨¦s de los dem¨¢s cosas de nosotros mismos que no reconocemos. Es nuestra intenci¨®n, con esta antolog¨ªa, perturbar de manera productiva, a trav¨¦s del arte de la literatura, los discursos dominantes actuales en lo que significa ser africano, ser queer y ser un escritor creativo africano", escrib¨ªan los editores.
Ahora, hace apenas unas semanas, Queer Africa se nos ha acercado enormemente y lo ha hecho a trav¨¦s de la editorial Dos Bigotes, que ha publicado su traducci¨®n al espa?ol bajo el t¨ªtulo Los deseos afines y con el subt¨ªtulo Narraciones africanas contra la homofobia. Gonzalo Izquierdo, una de las dos mitades de la editorial explica que este t¨ªtulo entronca con una idea que Eduardo Mendicutti plantea en el pr¨®logo del libro, que el corazo?n humano "disfruta, padece, se encrespa, se calma, suen?a y desea en todas partes de la misma manera". As¨ª es como Dos Bigotes nos acerca a una realidad que puede parecer doblemente ajena. Alberto Rodr¨ªguez, el otro responsable de la editorial, confiesa que conocer Queer Africa fue "un flexazo". "Conten¨ªa todo lo que busc¨¢bamos como editorial y encajaba perfectamente con nuestra l¨ªnea m¨¢s reivindicativa, la de dar voz a autores y autoras procedentes de pa¨ªses o regiones donde los gais, lesbianas, bisexuales y transexuales sufren alg¨²n tipo de discriminaci¨®n o persecuci¨®n¡±, se?ala Rodr¨ªguez.
Los deseos afines est¨¢ formado por 18 relatos de escritores procedentes de seis pa¨ªses que cuentan historias absolutamente diferentes. Sus protagonistas se enfrentan a situaciones completamente distintas y reaccionan de manera dispar. Desde la t¨®rrida actividad como chapero urbano del protagonista del ¡°Cap¨ªtulo trece¡± que firma K. Sello Duiker, hasta la delicada historia de amistad y admiraci¨®n de "El se?or de la casa", de Beatrice Lamwaka; desde el escenario de la segunda guerra de los Boers de finales del S.XIX y principios del XX en el que se enmarca "El pellizco" de Martin Hatchuel, hasta la vida de los expatriados de las organizaciones internacionales y las ONG de "Todo al descubierto" de D¨®lar Vasani.
Ese es uno de los valores que los responsables de Dos Bigotes atribuyen a Los deseos afines. "Es un libro muy plural, muy diverso y muy heterog¨¦neo. Todas las historias, cada una con matices y argumentos muy diferentes entre s¨ª, parten de una experiencia queer para ir m¨¢s all¨¢ y abordar infinidad de temas y conflictos que nos parecen muy interesantes y enriquecedores", anuncia Rodr¨ªguez. Mientras que Izquierdo advierte: "La lectura de Los deseos afines es una experiencia impredecible y llena de sorpresas, porque cada cuento logra una reacci¨®n inmediata en el lector, que puede llorar, re¨ªr, excitarse o quedarse con la boca abierta con solo pasar una p¨¢gina. Adem¨¢s, la mayor¨ªa de ellos se presta a leerlos varias veces para captar todos los detalles que encierran. Es muy complicado reunir en una antolog¨ªa relatos de tanta calidad como estos y que sean tan directos y conmovedores".
Y conmovedores son pasajes como el de "La despedida" de Annie Holmes: "Una parte de m¨ª quer¨ªa estar all¨ª fuera, sentada en una banqueta, ri¨¦ndome con Don y su pandilla, especialmente esa noche, pero Elise desarmaba mi voluntad. Elise hac¨ªa que el aire se volviese m¨¢s denso. Mis ojos s¨®lo pod¨ªan seguirla a ella. Como las limaduras de hierro a un im¨¢n, como los girasoles al sol, yo segu¨ªa a Elise". O el que firma Wamuwi Mbao en "El ba?o", cuando escribe: "No sab¨ªamos c¨®mo referirnos a nosotras mismas, as¨ª que te inventabas algo nuevo cada vez que nos preguntaban. Me gustar¨ªa saber qu¨¦ le contabas a la gente cuando yo no estaba delante. Ten¨ªas miles de caras que nunca conocer¨¦". Algunos de esos pasajes dejan adem¨¢s unos inc¨®modos vac¨ªos que acercan mucho m¨¢s a la empat¨ªa que a la desidia, como la confesi¨®n de la protagonista de "Lower Main" de T.O. Molefe cuando dice: "Vuelve a apartar la vista y yo aprovecho para observar c¨®mo flexiona el cuello; sus m¨²sculos, tendones y huesos se estremecen bajo la piel. Es lo m¨¢s cerca de su cuerpo que podr¨¦ esta".
Izquierdo se muestra adem¨¢s de acuerdo con los editores de la obra original en cuanto al papel de la cultura: "Estamos convencidos de que la literatura, y la cultura en general, cumple un papel fundamental a la hora de transformar la sociedad y subvertir ideas preconcebidas. En el caso de los escritores, su obra sirve para destapar las distintas maneras en que podemos amarnos los unos a los otros y combatir la homofobia imperante en muchos de sus pa¨ªses. Esto es lo que a nosotros nos gusta como editorial: que nuestros libros aporten una mirada diferente y ayuden, en la medida de lo posible, al cambio y a la evoluci¨®n social. Estas historias nos descubren en primera persona las inquietudes de los autores, sus luchas y su forma de afrontar la realidad, algo que en Europa no solemos tener demasiado en cuenta y que merece la pena reivindicar".
Los responsables de Dos Bigotes no pretenden que Los deseos afines se considere literatura social, pero recuerdan que supone un posicionamiento de unos autores en ¡°un momento en el que es arriesgado significarse¡±. ¡°El valor de estos textos es doble: su calidad literaria se apoya en el acto de valent¨ªa del autor, que utiliza las herramientas que mejor domina para recrear una historia donde tienen cabida los sentimientos de aquellos a los que las leyes, los gobiernos o las tradiciones pretende discriminar¡±, se?alan.
En parte, la diversidad que hay detr¨¢s del esp¨ªritu del libro, se transmite en las propias narraciones como se?alaba Rodr¨ªguez, pero tambi¨¦n en las situaciones de los autores. Entre las dieciocho historias hay algunas in¨¦ditas y otras que ya forman parte de la historia de la literatura LGTBI africana. Del mismo modo, entre sus autores hay nombres consagrados como el de Monica Arac de Nyeko, ganadora del Caine Prize (el m¨¢s importante galard¨®n de la literatura africana en lengua inglesa) o menos conocidos como Wame Molofhe, hay publicaciones p¨®stumas como la de Emil Rorke e, incluso, autores que escriben con pseud¨®nimo por miedo a las presiones familiares y sociales como Mercy Minah.
Para terminar, una pregunta fundamental: "?Nos puede ense?ar algo Los deseos afines?". Y los responsables de su publicaci¨®n en castellano en la editorial Dos Bigotes, que no est¨¢ especializada en literatura africana, ofrecen una respuesta sin matices: "Lo primero que nos puede ense?ar es a vencer ciertos prejuicios o ideas preconcebidas que tenemos sobre ?frica, un continente formado por m¨¢s de medio centenar de pa¨ªses donde conviven mil millones de personas de etnias y culturas muy diversas. La lectura de Los deseos afines sirve, en primera instancia, para resquebrajar esa imagen uniforme que tenemos de ?frica y para mostrarnos c¨®mo se vive la sexualidad, el amor y el deseo m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Occidente".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Literatura africana
- Gays
- Transexuales
- Discriminaci¨®n sexual
- Transexualidad
- Identidad sexual
- Desigualdad social
- Discriminaci¨®n
- Literatura
- Cultura
- Lesbianas
- Lesbianismo
- Comunidad Lgtbiq
- Mujeres
- Grupos sociales
- Homofobia
- Homosexualidad
- Delitos odio
- Prejuicios
- Delitos
- Problemas sociales
- Justicia
- Orientaci¨®n sexual
- Sexualidad
- Sociedad
- Planeta Futuro