Semana importante para la paz

Como bien sabemos, podr¨ªa contarse la historia de la Colombia del siglo XX en clave de intentos de negociaciones para acabar con la guerra, y entonces quedar¨ªa claro, mediante semejante relato, que el principal enemigo de nuestro desarrollo ha sido el fanatismo, que tantas veces ha surgido cuando ha habido oportunidad de darle la palabra al que piensa diferente. Todo ello ha sido atizado por una violencia vergonzosa, que ha costado tanto en vidas, en bienes y en dolor durante largos a?os. Lo que ha sucedido esta semana en el proceso con las FARC es fundamental en ese sentido, porque busca todo lo contrario: restablecer la confianza, disipar el miedo a la democracia, dejar atr¨¢s el dogmatismo, hablar con el enemigo.

Empez¨® todo con el hist¨®rico encuentro cara a cara entre la guerrilla y las 12 v¨ªctimas del conflicto. (...) Vino luego la noticia de que un grupo de miembros de las Fuerzas Armadas ir¨ªa a la sede de las conversaciones a planear la eventual entrega de armas de la subversi¨®n. (...) Y la corajuda Jineth Bedoya, periodista de este diario y una de las 6.000 v¨ªctimas de violaciones en medio del conflicto, consigui¨® conducir al Gobierno a la creaci¨®n de un d¨ªa nacional por la dignidad de las v¨ªctimas de la violencia sexual en la guerra. (...) Son tres pasos firmes en terreno inestable, que alimentan un optimismo que, en todo caso, no se puede dejar de combinar con buenas dosis de realismo, prudencia y sensatez. La combinaci¨®n deber¨¢ mantenerse hasta el ¨²ltimo d¨ªa, cuando est¨¦ cercana la anhelada meta. (...) Est¨¢ claro que todav¨ªa faltan trecho y obst¨¢culos para cruzarla.

Bogot¨¢, 24 de agosto