Combatir la pobreza energ¨¦tica: soluciones t¨¦cnicas sostenibles
Es viable la instalaci¨®n de renovables en el hogar que reduzcan la dependencia energ¨¦tica
Por pobreza energ¨¦tica se alude a la incapacidad de un hogar para satisfacer un m¨ªnimo de servicios energ¨¦ticos para cubrir sus necesidades b¨¢sicas dom¨¦sticas tales como la climatizaci¨®n de la vivienda, cocinar, asearse, comunicarse, etc. Este concepto, utilizado en el informe realizado por la Asociaci¨®n de Ciencias Medioambientales, pone de manifiesto una antigua realidad y entronca con los elementos b¨¢sicos del derecho humano a una vivienda adecuada, tal como ha sido definido por el primer Relator Especial de Naciones Unidas es esta materia: "El derecho humano a una vivienda adecuada es el derecho de toda mujer, hombre, joven y ni?o a tener y mantener un hogar y una comunidad seguros en que puedan vivir en paz y con dignidad".
Si bien la adecuaci¨®n viene determinada por factores sociales, econ¨®micos, culturales, clim¨¢ticos, ecol¨®gicos y de otra ¨ªndole, el Comit¨¦ de Derechos Econ¨®micos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, en su cuarta observaci¨®n general, considera que hay una serie de elementos fundamentales en el Derecho que deben tenerse en cuenta en cualquier contexto concreto. Entre los factores destacan los siguientes: a) seguridad jur¨ªdica en la tenencia; b) disponibilidad de servicios, materiales, facilidades e infraestructura; c) gastos soportables; habitabilidad; d) accesibilidad; e) ubicaci¨®n; y, f) adecuaci¨®n cultural.
Algunos de estos factores est¨¢n fuertemente relacionados con el concepto de pobreza energ¨¦tica, en particular los puntos B, C y D. Se entiende que una vivienda no es adecuada si sus ocupantes no tienen acceso a agua potable, instalaciones sanitarias y de aseo, energ¨ªa para la cocina, la calefacci¨®n y el alumbrado, etc. Asimismo, se entiende que los gastos personales o del hogar relacionados con la vivienda no deben comprometer el logro y la satisfacci¨®n de otras necesidades b¨¢sicas. Y, finalmente, la vivienda no es adecuada si no garantiza elementos como seguridad f¨ªsica, espacio suficiente, protecci¨®n del fr¨ªo, la humedad, el calor, la lluvia, el viento u otras amenazas para la salud.
Los gastos relacionados con la vivienda no deben comprometer el logro y la satisfacci¨®n de otras necesidades b¨¢sicas
En un contexto de desarrollo, la pobreza energ¨¦tica es un primer indicador de la privaci¨®n que sufre un hogar en t¨¦rminos econ¨®micos para vivir con dignidad. Es un fen¨®meno aparentemente invisible debido a su car¨¢cter dom¨¦stico y oculto ante otras formas de exclusi¨®n social y pobreza m¨¢s extremas. No obstante, seg¨²n el Comit¨¦ Econ¨®mico y Social Europeo, afecta a 54 millones de personas en la Uni¨®n Europea y, en Espa?a, el riesgo de padecer este tipo de pobreza ha aumentado en los ¨²ltimos dos a?os, afectando aproximadamente a siete millones de personas en 2012.
Vivir en situaci¨®n de pobreza energ¨¦tica puede suponer un grave riesgo para la salud de las personas. Seg¨²n el estudio titulado Los impactos sobre la salud de los hogares fr¨ªos y la pobreza energ¨¦tica, elaborado por The Marmot Review Team (2011), entre los principales riesgos, los autores se?alan:
¨C Insuficiencias respiratorias, complicaciones card¨ªacas y mayor riesgo de sufrir problemas mentales.
¨C Los ni?os pueden tener dificultades para ganar peso en los primeros a?os de vida y tienen m¨¢s posibilidad de desarrollar asma.
¨C?El 28% de los adolescentes que viven en hogares con temperaturas bajas pueden sufrir problemas mentales, mientras la incidencia para los que viven en una casa con una temperatura adecuada es del 4%.
Tal como ha se?alado el Comit¨¦ Econ¨®mico y Social de la UE, "la energ¨ªa es un bien com¨²n esencial y debe garantizarse un acceso m¨ªnimo para un uso b¨¢sico, debido a su papel indispensable en todas las actividades cotidianas, que permite a cada ciudadano tener una vida digna". Es preciso, adoptar medidas a corto plazo que garanticen el acceso m¨ªnimo a la energ¨ªa para un uso b¨¢sico, de aquellos hogares afectados por pobreza energ¨¦tica. Algunos pa¨ªses de nuestro entorno pueden servir de ejemplo, tales como B¨¦lgica, donde se estableci¨® un estatuto de "cliente protegido", que permite a los perceptores de ayudas sociales beneficiarse de tarifas energ¨¦ticas sociales; o en Francia, donde est¨¢ prohibido interrumpir por impago el servicio energ¨¦tico durante los meses de noviembre a abril.
La soluci¨®n pasa por reducir los consumos energ¨¦ticos auto generando recursos propios con energ¨ªas renovables
Adem¨¢s, deber¨ªan aplicarse medidas a m¨¢s largo plazo, que abunden en los aspectos se?alados en los Objetivos del Milenio (ODM) en materia de medio ambiente, en particular en lo relativo al s¨¦ptimo objetivo: Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las pol¨ªticas y los programas nacionales y reducir la p¨¦rdida de recursos del medio ambiente. Y que permitan avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda para el Desarrollo Post-2015 que incluyen el aseguramiento de la energ¨ªa sostenible para todos.
Entre estas medidas cabe se?alar la rehabilitaci¨®n energ¨¦tica de viviendas mediante programas de ayuda que permitan actuar de forma prioritaria hacia las familias m¨¢s expuestas a la pobreza energ¨¦tica. Son precisamente estos hogares los que utilizan sistemas de calefacci¨®n de baja eficiencia energ¨¦tica, con mayor gasto econ¨®mico.
Asimismo, deber¨ªan adoptarse pol¨ªticas de sustituci¨®n de las energ¨ªas contaminantes por energ¨ªas renovables que permiten la autogeneraci¨®n de recursos energ¨¦ticos propios. Esta idea se enmarca dentro del objetivo de la directiva europea 31/2010 de que todos los edificios, tanto p¨²blicos como privados, tengan un consumo de energ¨ªa casi nulo a partir del 31 de diciembre de 2020 (dos a?os antes, los p¨²blicos).
En esta l¨ªnea se sit¨²a el C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n (R. D. 314/2006), que emana de la Ley de Ordenaci¨®n de la Edificaci¨®n (38/1999). En ella se establece la obligaci¨®n de que los edificios recogidos en el DB-HE (Documento B¨¢sico Ahorro de Energ¨ªa), tanto en nueva ejecuci¨®n como en reforma y/o rehabilitaci¨®n, hayan de contribuir obligatoriamente con una mejora de la eficiencia energ¨¦tica, una contribuci¨®n solar m¨ªnima de agua caliente sanitaria y una fotovoltaica m¨ªnima de energ¨ªa el¨¦ctrica.
La pobreza energ¨¦tica es un primer indicador de la privaci¨®n que sufre un hogar en t¨¦rminos econ¨®micos para vivir con dignidad
La soluci¨®n a medio y largo plazo de la pobreza energ¨¦tica pasa por reducir de forma significativa los consumos energ¨¦ticos, v¨ªa rehabilitaci¨®n energ¨¦tica de viviendas y autogeneraci¨®n de recursos energ¨¦ticos propios con energ¨ªas renovables (solar t¨¦rmica, fotovoltaica y e¨®lica). Fuente: Elaboraci¨®n propia basado en ITM Power (2012).
Este nuevo enfoque permite dotar de recursos propios a las viviendas minimizando su vulnerabilidad ante cambios imprevistos de los ingresos familiares y ante precios inestables y crecientes de la energ¨ªa. La vivienda, adem¨¢s de un lugar para vivir, pasa a ser un lugar para generar recursos energ¨¦ticos. La posibilidad de instalar energ¨ªas renovables en la vivienda, por su f¨¢cil escalabilidad, tiene un aspecto social muy importante. Por un lado, hay que destacar su papel facilitador en el aseguramiento del derecho humano a una vivienda adecuada y, por otro lado, permite una mayor democratizaci¨®n de la gesti¨®n energ¨¦tica, aumentando el empoderamiento del ciudadano y de las comunidades generando confianza en sus propias capacidades.
Hoy en d¨ªa es t¨¦cnicamente posible y econ¨®micamente viable la instalaci¨®n de energ¨ªas renovables en la vivienda que reduzcan la dependencia energ¨¦tica y garanticen el acceso a la misma a todas las personas. Es una cuesti¨®n de pol¨ªtica p¨²blica nacional. Tal como se establece en el Programa H¨¢bitat "los gobiernos deben adoptar medidas apropiadas a fin de promover, proteger y velar por el logro pleno y gradual del derecho a una vivienda adecuada".
Melchor G¨®mez P¨¦rez es Doctor en Ingenier¨ªa por la Universidad de La Rioja y miembro del PDI de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV/EHU) como Profesor Titular de Ingenier¨ªa El¨¦ctrica.
Esther Raya D¨ªez es doctora en Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa, Licenciada en Trabajo Social y M¨¢ster en Gesti¨®n de Servicios Sociales. Actualmente, es Profesora Titular de Trabajo Social y Servicios Sociales y directora de Estudios en Trabajo Social de la Universidad de La Rioja.
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