Ni Sandra ni Christine
Tras la operaci¨®n de Hacienda en la embarcaci¨®n de Carmen Cervera, la baronesa, escribi¨® una carta al presidente Rajoy
A pesar de que el yate Fortuna ya no surca las c¨¢lidas aguas de Mallorca, el verano no pod¨ªa terminar sin una acci¨®n naval trascendente. En una muestra de su empe?o y eficacia, agentes de Hacienda y de la Guardia Civil, a finales de julio, efectuaron, sin v¨ªctimas mortales, un abordaje al MataMua, la art¨ªstica embarcaci¨®n propiedad de Carmen Cervera, que se orquest¨® como una ¡°visita¡± que record¨® una escena cumbre de la pel¨ªcula El lobo de Wall Street.
La operaci¨®n fue realizada en hora punta en el puerto de Ibiza, delante de los turistas que fotograf¨ªan la embarcaci¨®n como si fuera la Victoria de Samotracia. Porque a Hacienda le fascinan estas puestas en escena para meternos miedo. La baronesa, la m¨¢s importante mecenas de Espa?a, molesta por el incidente, escribi¨® una carta al presidente Rajoy. En su entorno, tras este verano azul que incluy¨® la reunificaci¨®n familiar con Borja y Blanca, se dijo que el espect¨¢culo fue bochornoso. Poco despu¨¦s, Tita anunci¨® que se marchaba a Lugano, donde tiene su residencia y su residencia fiscal. Hacienda ha explicado que solo quiere saber si pasa all¨ª el tiempo exacto para ser considerada residente. Pero lo que seguramente consiga es que Tita engorde la lista de espa?oles que abandonan nuestro pa¨ªs por la falta de modales del fisco.
Tampoco ha sido una buena semana para otras grandes damas. Christine Lagarde, la chaperona de las finanzas internacionales, ha sido acusada de corrupci¨®n por la justicia francesa que la culpa de haber participado en un arbitraje compensatorio al empresario Bernard Tapie tras la confiscaci¨®n de la empresa deportiva Adidas. La millonaria compensaci¨®n se habr¨ªa hecho con fondos p¨²blicos cuando Lagarde era ministra de Econom¨ªa. O sea, el t¨ªpico trapicheo entre ¡°amigos¡± poderosos.
A la justicia francesa esto no le ha parecido de recibo pero a nosotros, ay, a nosotros que hemos visto de todo en la familia Pujol, en la familia del Partido Popular y en la familia del PSOE andaluz y hasta en la Familia Real, lo que de verdad nos calza es Adidas. ?La hist¨®rica zapatilla europea! Desde Cristiano Ronaldo, con su nueva zapatilla verde gal¨¢ctico, pasando por Mariano Rajoy durante su trote con Angela Merkel en el camino de Santiago, sin olvidarnos de Fidel Castro y Hugo Ch¨¢vez que se reun¨ªan para planificar el socialismo de este siglo vestidos con ch¨¢ndales y chancletas de Adidas. Este esc¨¢ndalo, podr¨ªa posicionar, otra vez, en rid¨ªculo al Fondo Monetario Internacional, que es una meta francamente peligrosa para sus presidentes. Rodrigo Rato sali¨® corriendo de all¨ª mientras, ese hombre insaciable, Dominique Strauss Kahn persegu¨ªa a las camareras por los hoteles.
Ahora le toca a Christine Lagarde. Una se?ora que ha roto moldes. Delgada (sigue dieta rica en alcalinos y apartada de cualquier comida procesada), enemiga de la falda y defensora del pelo sin te?ir, en este siglo esclavo del tinte. Ante la acusaci¨®n de corrupci¨®n, declar¨® con los brazos cruzados que no piensa dimitir. ?Esa es mi Lagarde! M¨¢s que una directora, su aspecto es el de una sheriff de Johnny Guitar. As¨ª, inamovible, estuvo declarando m¨¢s de 15 horas con poqu¨ªsimo maquillaje, alhajas de oro blanco y americana, en todo momento dej¨® muy claro que a ella no le gustan ni los colorines ni las etiquetas que le ponen otros.
Siempre dentro de la zona euro, este agosto que acaba, hemos visto florecer la declaraci¨®n p¨²blica de la homosexualidad femenina. A nuestra Miss Espa?a se le ha unido Miss Irlanda. La declaraci¨®n se hace a trav¨¦s de im¨¢genes, no se emplea la palabra lesbiana. ?Por qu¨¦? ?Sigue teniendo mala prensa? Ya desde los tiempos de Greta Garbo y Marlene Dietrich hab¨ªa ese rechazo no reconocido hacia la palabra ¡°lesbiana¡±, que hoy en d¨ªa se mantiene. Es solo una palabra m¨¢s. ¡°Es que sonaba como a aspirina¡±, me comenta una cantante de boleros muy apreciada en el mundo l¨¦sbico de Miami. ?De verdad? A m¨ª me parece muy bonita. ?Qu¨¦ diferencia hay entre decir soy lesbiana a soy gay? ¡°Las mujeres homosexuales se pueden sentir doblemente heridas, por mujeres y por homosexuales, por eso las misses prefieren que sean las im¨¢genes las que hablen por ellas¡±, me explica la cantante.
Quiz¨¢s por esa coincidencia, Sandra Barneda, la presentadora del programa Hable con ellas, se desmarc¨® este lunes con un discurso sobre el final de los armarios, el orgullo, el amor y el no creer en las etiquetas: ¡°No creo en etiquetas, creo en las personas¡±, dijo. Y en eso coincide con Christine Lagarde. Telecinco envi¨® el v¨ªdeo a una serie de colaboradores para que apoy¨¢ramos a Barneda. Pero sinceramente hab¨ªa tantos elementos en el serm¨®n de Sandra que no supe a cu¨¢l apoyar. Por faltar algo, ech¨¦ en falta una menci¨®n a las primas de riesgo, de las que nadie habla ahora. Mi marido me confes¨® que tuvo que verlo dos veces. ¡°Yo entend¨ª que estaba asumiendo p¨²blicamente su bisexualidad¡±, confes¨®. Para muchos el discurso de Barneda, aunque funcion¨® bien a nivel de audiencia, fue emocional pero insuficiente. ¡°Si vas a reivindicar, tienes que decirlo todo lo claro posible¡±, se?al¨® una conocida militante. Por eso, la pr¨®xima vez hay que intentar hacerlo con m¨¢s humor. Porque en el fondo ya nada es tan serio. Ni la sexualidad, ni hacienda, ni el FMI. Ni siquiera Adidas.
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