Solo podemos lavarnos las manos

Con este brote de¨¦bola vamos a ver c¨®mo el mundo est¨¢ enga?¨¢ndonos. Seg¨²n los sanitarios, no hay cura, pero el doctor y la enfermera estadounidenses que fueron a Liberia y se contagiaron han sobrevivido.Respeto que fueran hasta all¨¢ para ayudar, pero los que est¨¢n ah¨ª, en ?frica, no pueden marcharse cuando contraen la enfermedad, como han hecho ellos. Para los africanos ya est¨¢. Se acab¨®. Se tarda unos d¨ªas en morir y solo sobreviven los que tienen suerte.

Lo del ¨¦bola no es algo nuevo; el primer brote tuvo lugar en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, en los a?os 70, pero no hab¨ªa dado un golpe de efecto tan fuerte como ahora en Sierra Leona, Guinea, Liberia y, desde hace poco, Nigeria. Siempre vemos que todo lo que es malo viene de ?frica. Es posible que este ¨¦bola sea tambi¨¦n un virus de laboratorio, igual que otros de los que se dice lo mismo, como el VIH. Y, en todos estos a?os, seguro que han inventado un remedio. Lo que me duele como africano es que ?frica no lo va a ver.

Canad¨¢ ha enviado mil unidades a Nigeria de una vacuna experimental que no se sabe si funcionar¨¢, pero es insuficiente. El fabricante asegura que no tiene reservas, por lo que el Gobierno ha tenido que elegir entre cientos de enfermos a qui¨¦n darle el suero y a qui¨¦n no. Al final, se lo ha dado a personal sanitario. Aunque hubiera para todos, a¨²n no se ha demostrado que sirva para algo.

Adem¨¢s, me duele que, cada vez que hay una epidemia, empiece en zonas rurales profundas de ?frica, nunca en las capitales. Siempre que se descubre un virus en ?frica es en las aldeas, en los bosques¡­ ?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? Es raro que cuando se propaga un virus comience en los pueblos, donde viven una vida m¨¢s sana que nosotros que estamos en las ciudades y estamos m¨¢s expuestos a la contaminaci¨®n, a la basura y a las enfermedades.

?frica es un centro de pruebas; en Occidente tienen una teor¨ªa y la prueban all¨ª porque en Europa, por ejemplo, no se podr¨ªa hacer ya que est¨¢n m¨¢s preparados para detectar la introducci¨®n de enfermedades peligrosas, sus fronteras est¨¢n m¨¢s vigiladas tanto por aire como por tierra, pero las nuestras no. Por ejemplo, si fuera a mi tierra ma?ana (Ghana), al llegar al aeropuerto, tendr¨ªa que pasar por inmigraci¨®n, igual que el resto de pasajeros de mi vuelo. Pero los extranjeros, los blancos, terminar¨ªan su cola antes que nosotros la nuestra. ?Por qu¨¦? Porque para el africano todo lo que hacen los europeos est¨¢ bien, ellos est¨¢n limpios y no tienen enfermedades.

Mientras la cifra de muertos sube, nosotros solo podemos lavarnos las manos. Dicen que te puedes contagiar solo con el sudor de otra persona, as¨ª que hay que estar lav¨¢ndose todo el rato. Los africanos no nos damos besos, como en Espa?a. Nosotros nos damos la mano y abrazamos, es una demostraci¨®n de respeto, pero tambi¨¦n de fuerza. Esto quiere decir que, si en un d¨ªa saludo a diez personas, tengo que ducharme diez veces. Que si salgo a la calle y saludo a 50, tengo que volver a casa y darme 50 duchas. Dicen que no puedes abrazar ni dar la mano a nadie. Si vas a un edificio p¨²blico, tienes que lavarte muy bien las manos porque probablemente habr¨¢s tocado el pomo de la puerta, igual que el resto de gente que ha pasado por all¨ª. Quiere decir si me levanto por el d¨ªa y saludo a diez personas tengo que duchare diez veces. Si salgo en la calle y saludo 50 personas tengo que volver y ducharme 50 veces.

Los americanos han sobrevivido porque est¨¢n muy preparados. Si no tuvieran un ant¨ªdoto para curar al doctor y a la enfermera, se habr¨ªan muerto ya. De cada diez casos sobreviven uno o dos como m¨¢ximo. La cura la tienen ellos, est¨¢ ah¨ª, la tienen. ?D¨®nde est¨¢? Seguramente haya una farmac¨¦utica preparando muchas dosis para venderlas muy caras cuando est¨¦ todo el mundo contagiado.

M¨¢s informaci¨®n:

* #giveustheserum:?Dadnos el suero!

*El uso del suero contra el ¨¦bola no permite sacar conclusiones

* El suero contra el ¨¦bola

* La OMS pide a los pa¨ªses afectados que hagan controles de salida en sus fronteras