Llega septiembre

De nuevo vuelven las rutinas, los ex¨¢menes extraordinarios, los renovados planes para adelgazar, los gimnasios, los proyectos para aprender un nuevo idioma o mejorar el ingl¨¦s del colegio o del instituto, la compra de libros para el nuevo curso de los hijos, el notable desembolso de las familias para pagar las matr¨ªculas en institutos de secundaria, universidades o academias, el cambio de ropa en los armarios para guardar de verano y preparar la de oto?o. El cansino y circular ciclo del eterno retorno.

Pero, adem¨¢s, aflora el s¨ªndrome posvacacional, el reencuentro con los compa?eros de trabajo, los viejos itinerarios en transporte p¨²blico o en coche, la sorpresa consabida por el cierre definitivo de algunos peque?os negocios que inundan nuestros barrios con carteles de: ¡°se alquila¡±, ¡°se vende¡±, ¡°se traspasa¡±, las caras conocidas del quiosquero, de los fruteros, y de la antipat¨ªa o simpat¨ªa de los vecinos de turno.

Un a?o m¨¢s volvemos a ser rehenes de un engranaje sin fin del que formamos parte tras la ralentizaci¨®n de los meses de verano y su necesaria tregua estival.¡ª Agust¨ªn Arroyo Carro.