De famoso a famoso: te vendo mi casa
Las operaciones inmobiliarias entre celebridades revitalizan el mercado
El mercado inmobiliario en los Hamptons, a solo dos horas en coche desde Nueva York, est¨¢ que arde. La misma historia se repite en el otro extremo del pa¨ªs, bajo el cielo luminoso de California en Malibu o Santa B¨¢rbara. Es otra evidencia m¨¢s de que los ¨²nicos que pueden costearse una vivienda son los miembros del club del 1%, las rentas que no necesitan ir al banco para pedir un pr¨¦stamo de 10 millones de d¨®lares o m¨¢s. Pagan en efectivo por propiedades exclusivas que dan mucho juego.
Las grandes fortunas buscan casas ¨²nicas, preferiblemente con vistas al oc¨¦ano, como la de veraneo del empresario de las telecomunicaciones Richard Treibick, que sus herederos acaban de sacar al mercado por 26,6 millones de euros. Es un lugar excepcional en los Hamptons. Tambi¨¦n est¨¢ en venta la mansi¨®n de Richard Gere, por 38 millones. En su caso, porque se divorcia de la actriz y exmodelo Carey Lowell tras 11 a?os de matrimonio.
Los portales de las agencias inmobiliarias est¨¢n repletas de fotos de las dos propiedades, en las que muestran al mundo donde viven los ricos y las celebridades. La de Gere tiene hasta un embarcadero acondicionado para llegar en hidroavi¨®n. La piscina y el gimnasio son elementos obligados. Y como el actor es budista, tambi¨¦n tiene un lugar para meditar adem¨¢s de dos casas independientes para acomodar a los invitados que pasan por all¨ª.
En cualquier caso, buscar comprador para una propiedad a estos precios exorbitantes no es f¨¢cil. La cifra original a la que se puso a la venta la mansi¨®n de los Gere se elevaba a 50 millones, una exageraci¨®n incluso para los Hamptons. En abril la cifra baj¨® a los poco m¨¢s de 43 millones, y es posible que baje m¨¢s. Hay otros famosos, como el m¨²sico Billy Joel, que prefieren hacer estas operaciones inmobiliarias en privado. Su mansi¨®n en primera l¨ªnea pertenece ahora al empresario de la construcci¨®n Tom Iovino, que pag¨® este verano cerca de 15 millones.
Los Hamptons tienen el r¨¦cord de la vivienda m¨¢s cara vendida en EE UU: se pagaron 112 millones por ella en junio. El dinero sali¨® del bolsillo del gestor de fondos Barry Rosenstein. Lo que no sab¨ªa es que esa misma propiedad una vez cambi¨® de propietario por solo 120 d¨®lares. Eso era cuando los multimillonarios de Manhattan y la ¨¦lite social neoyorquina ve¨ªa muy lejos este lugar de retiro en Long Island. La pen¨ªnsula estaba poblada entonces por agricultores.
No llega a esos precios, pero en la vecina Connecticut est¨¢ en venta desde hace un mes y medio por 50 millones la que fuera la mansi¨®n de la multimillonaria Leona Helmsley. Ah¨ª es donde muri¨® la ¡°Reina del Mal¡± hace siete a?os. El actual propietario la compr¨® por 26,6 millones en 2010 y la renov¨® de arriba a abajo.
Al otro extremo del pa¨ªs, Ellen DeGeneres ha vendido la casa a la que se hab¨ªa mudado a comienzos de a?o, y que ahora es propiedad de Sean Parker. El cofundador de Napster, uno de los primeros inversores en Facebook, tiene la billetera muy grande. Pag¨® 42 millones a la presentadora, que la hab¨ªa comprado unos meses antes por 30,5 millones. Un negocio redondo si se piensa que muchas cosas no pudieron cambiar tanto en tan poco tiempo.
La operaci¨®n inmobiliaria entre famosos, que se cerr¨® en una semana, es parecida a la que hicieron tambi¨¦n Gisele B¨¹ndchen y Tom Brady antes de mudarse a Boston. El interesado por su mansi¨®n en Los ?ngeles era el rapero convertido a empresario Dr. Dre, que a la marcha a la que van las acciones de Apple entrar¨¢ pronto en la lista de multimillonarios de Forbes. La venta de la firma de auriculares Beats, de la que es fundador, a la tecnol¨®gica de Cupertino le inund¨® la cuenta bancaria de dinero en efectivo.
Dr. Dre pag¨® 30,5 millones por la propiedad de la modelo brasile?a. Aunque en realidad va a tener que tirar de calderilla, porque el productor musical puso a la venta su residencia en Hollywood Hills por cinco millones menos. Si al final le da salida al precio que ofrece, ganar¨¢ m¨¢s del doble. No lo va a tener dif¨ªcil, porque la mansi¨®n tiene una vista espectacular de Los ?ngeles, con una infinity pool que da la sensaci¨®n de estar nadando sobre rascacielos.
Los agentes inmobiliarios no se cortan en mostrar el interior de la residencia de Dr. Dre, pensando que eso les ayudar¨¢ a conseguir el precio que quiere. Pero lo normal en la gama m¨¢s alta del mercado es que los secretos de estas propiedades se reserven a los que verdaderamente tienen una opci¨®n para comprarla. De la enorme mansi¨®n de la modelo y el jugador de f¨²tbol americano solo circula una toma a¨¦rea. Tampoco se suelen precisar las direcciones de las propiedades, porque no quieren fisgones.
Este secretismo da un aire de misterio a estas operaciones y despierta la curiosidad de los que necesitan de una hipoteca para poder pagar la casa en la que viven. Hay programas de televisi¨®n y portales dedicados a desvelar el interior de las lujosas viviendas donde viven y montan sus fiestas los famosos, en un fen¨®meno conocido como el property porn (o pornograf¨ªa inmobiliaria). El t¨¦rmino se col¨® en el diccionario urbano en el pasado boom inmobiliario y ahora es llevado a otro nivel con aplicaciones como Pinterest.
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