La mujer japonesa, solo un poco menos invisible

No es la paridad, pero s¨ª un r¨¦cord de presencia femenina en el Gobierno de Jap¨®n. El primer ministro, Shinzo Abe, contar¨¢ con cinco ministras en el Ejecutivo, con lo que expresa una apuesta por una parte de la poblaci¨®n muy preparada pero muy poco visible en puestos directivos, tambi¨¦n en la pol¨ªtica. Tras este cambio, una cuarta parte de las 18 carteras gubernamentales est¨¢ bajo mando de una mujer, a¨²n por debajo del objetivo expresado por el primer ministro para que las mujeres ocupen el 30% de los altos cargos en todos los sectores de la sociedad en 2020, desde el 11% actual.

En uno de los pa¨ªses m¨¢s avanzados del mundo, la mujer sigue relegada. Y, lo m¨¢s chocante, su realidad no se refleja en los datos oficiales. Por ejemplo, en las estad¨ªsticas del paro. El 26% de desempleo espa?ol y el 4% japon¨¦s son "datos incomparables", seg¨²n la japonesa Eri Nemoto, directora de desarrollo corporativo en Baker & McKenzie. ¡°La falta de visbilidad de la mujer en estos registros se debe al bajo ratio de inserci¨®n de la mujer en el mercado laboral y a la diferencia de criterios en la definici¨®n de un parado¡±. En el pa¨ªs nip¨®n no ponderan las horas trabajadas y consideran como una persona en activo a cualquiera que tiene un trabajo temporal. ¡°Esta baja representatividad femenina se explica por causas culturales, hist¨®ricas y sociales¡±, a?ade. Unos valores que chocan con sus avances tecnol¨®gicos, cient¨ªficos y econ¨®micos.

Las clasificaciones de tipos de contratos laborales pueden llevar a confusi¨®n. En Jap¨®n se distingue entre los regulares e irregulares pero, al contrario de lo que pueda parecer, estos ¨²ltimos no son los de la econom¨ªa sumergida. ¡°Son contratos temporales, de obra y servicio, ETT, jornada parcial y otros que, pudiendo ser indefinidos, tienen condiciones diferentes a otros trabajadores de la empresa en materia de remuneraci¨®n, cobertura social o posibilidades de promoci¨®n¡±, detalla Nemoto. Todo esto conlleva un salario m¨¢s bajo y son las mujeres las que, en su mayor¨ªa, los suscriben.

Frente a esta cascada de datos negativos, podr¨ªa existir uno esperanzador. El Japan Fact Sheet indica que entre las personas con t¨ªtulo universitario, las mujeres que encontraron empleo fueron casi un 10% m¨¢s que los hombres pero Nemoto puntualiza estos n¨²meros. ¡°La lectura en este caso exige comparar horas de trabajo. Se podr¨ªa dar la situaci¨®n de que esas mujeres que hayan conseguido empleo trabajando muchas menos horas que los hombres¡±, explica.

En este tiempo han surgido numerosas teor¨ªas y opiniones para intentar buscar las causas que provocan esta situaci¨®n de inferioridad a la mujer. La historiadora Masae Wada asegura que muchas japonesas recurren a las oposiciones p¨²blicas para no darse de bruces con el acoso sexual que sufren en la empresa privada. La escritora Amelie Nothomb, nacida en Jap¨®n y donde pas¨® su infancia, cuenta en su libro 'Estupor y Temblores' que la mujer es considerada un ser de segunda clase, es humillada y tiene pocas posibilidades de ascender.

Nemoto no corrobora ni confirma estas opiniones y conf¨ªa en la llamada Abeconom¨ªa. La que est¨¢ llevando a cabo el primer ministro Shinzo Abe. El pasado abril dijo que las mujeres son su recurso m¨¢s infrautilizado y fij¨® metas espec¨ªficas para aumentar su participaci¨®n laboral. Un reto que lleva intr¨ªnnseco un cambio de mentalidad en un pa¨ªs tan desarrollado como tradicional.