El Hurac¨¢n Blanco de Nueva York

En EE.UU. hay tres grandes cat¨¢strofes que forman parte de su historia y que los estadounidenses a¨²n recuerdan; el incendio de Chicago, el terremoto de San Francisco y el Hurac¨¢n Blanco de Nueva York del 11 de marzo de 1888 (conocido tambi¨¦n como la Gran Helada del ¡¯88). De este ¨²ltimo episodio me gustar¨ªa hablar puesto que supuso el caos absoluto para todo el noreste de los EE.UU, en especial a la ciudad de los rascacielos.

Todo empez¨® un domingo 11 de marzo de 1888 despu¨¦s de un primaveral s¨¢bado. La jornada se present¨® con una lluvia persistente, ambiente fr¨ªo y unos 10?C de temperatura. Nada hac¨ªa presagiar lo que se les ven¨ªa encima hasta que, por la tarde, la lluvia empez¨® a descargar con m¨¢s fuerza y el viento cada vez arreciaba con m¨¢s furia. La nevada se inici¨® justamente despu¨¦s de la medianoche del lunes 12 de marzo cuando el mercurio descendi¨® hasta los 0?C y el viento empez¨® a rolar a gregal (noreste) con rachas superiores a los 85km/h. La ma?ana del lunes 12 de marzo, ya era muy complicado poder salir a la calle puesto que a los impresionantes acumulados de nieve de hasta 5 y 6 metros que hab¨ªan ca¨ªdo en algunos puntos, hab¨ªa que a?adir las fuertes r¨¢fagas de viento de hasta 80km/h que continuaban azotando la ciudad. La temperatura se desplom¨® hasta los -14?C. Much¨ªsimas ciudades quedaron sepultadas y Nueva York se convirti¨® en una ciudad fantasma totalmente bloqueada, con escasez de comida, aislada y con los postes de tel¨¦grafos derribados por el viento y el peso de la nieve. Cerca de 400 personas murieron al paso de aquella tormenta. El martes 13 de marzo a partir del mediod¨ªa la situaci¨®n empez¨® a mejorar ligeramente y hasta el viernes 16 no se pudo revertir la situaci¨®n.