Del desapego al pesimismo

En el actual momento de desapego ciudadano hacia la pol¨ªtica y los pol¨ªticos, el pasado 14 de septiembre llam¨® mi atenci¨®n el art¨ªculo firmado en este diario por Jos¨¦ Bono, destacado en la portada de la edici¨®n impresa dominical, en el que desvelaba sus notas sobre una cena que tuvo lugar en octubre de 2005 en la embajada portuguesa en Madrid. Asistieron varias figuras relevantes de la pol¨ªtica nacional, entre las que tuvo lugar una discusi¨®n sobre la cuesti¨®n catalana que es presentada por el autor de tales notas como premonitoria de la situaci¨®n actual.

He de confesar que mi ingenuidad despert¨® una enorme curiosidad por su lectura, ante la expectativa de asistir a la revelaci¨®n de un debate ¡ªteniendo en cuenta las circunstancias en las que tuvo lugar¡ª muy distinto del que suelen ofrecernos nuestros representantes p¨²blicos en las sesiones parlamentarias celebradas con luz y taqu¨ªgrafos, o en sus at¨ªpicas ruedas de prensa sin preguntas.

Pues bien, si los t¨¦rminos en los que se produjo dicha discusi¨®n fueron efectivamente los que se desprenden del escrito, la decepci¨®n no puede ser mayor: m¨¢s de lo mismo, los mismos reproches y los mismos clich¨¦s a los que nos tienen acostumbrados cuando hablan en p¨²blico sobre este o cualquier otro asunto, y la misma incapacidad para generar un aut¨¦ntico discurso intelectual, sobre ideas, integrador y constructivo entre quienes deber¨ªan ser capaces de generarlo. ?Razones para el optimismo? Ninguna.¡ª Luis Gonz¨¢lez.