?Nos escuchan?

El 21 de Septiembre de 2014 pasar¨¢ a la Historia como el d¨ªa en que tuvo lugar la mayor movilizaci¨®n de la sociedad para pedir una acci¨®n contundente contra el cambio clim¨¢tico. Cientos de miles de personas nos movilizamos en todo el mundo para hacer o¨ªr nuestra voz y decir a los l¨ªderes mundiales que se re¨²nen dos d¨ªas m¨¢s tarde en la Cumbre del Clima de Nueva York que es hora de pasar de la ret¨®rica a la acci¨®n y as¨ª evitar un cambio clim¨¢tico catastr¨®fico.

En Nueva York, el epicentro de la marcha, fue una larga y emocionante jornada. Empez¨® al amanecer con la ceremonia de los pueblos ind¨ªgenas en Central Park. All¨ª estaban representantes de comunidades ind¨ªgenas venidas de distintos rincones de Am¨¦rica para recordarnos que estamos abusando de la Madre Tierra y que est¨¢ en nuestras manos acabar con esta situaci¨®n. Que necesitamos el agua, el aire, la tierra y el fuego para vivir, y ayudarnos a reconectar con la Pachamama para recuperar nuestro equilibrio y el del planeta. Estaban presentes varias generaciones de estos pueblos originarios ataviados con sus trajes ceremoniales y hablando sus lenguas, adem¨¢s del ingl¨¦s, y algunos tambi¨¦n espa?ol.

La marcha comenzaba a las once y media de la ma?ana pero dos horas antes los integrantes de cada colectivo nos fuimos repartiendo a lo largo de la avenida Central West Park, donde la organizaci¨®n nos hab¨ªa asignado un lugar, ya que ¨¦ramos tantas las organizaciones que nos hab¨ªamos inscrito que resultaba imposible que todos parti¨¦semos de Columbus Circus, donde estaba la cabecera de la manifestaci¨®n. El ambiente era festivo, cada organizaci¨®n llevaba prendas, pancartas y dem¨¢s adornos alusivos a la necesidad de frenar la emisi¨®n de gases de efecto invernadero y denunciar la inacci¨®n de los gobiernos. Pod¨ªan leerse lemas como ¡°We are marching because my prime minister isn¡¯t¡± (en espa?ol: estamos marchando porque nuestro primer ministro no lo hace). Una pareja de ancianos se hab¨ªa confeccionado sendos carteles que rezaban ¡°Complacency is criminal¡± y ¡°Green light for the globe¡± ("La complacencia es criminal" y "luz verde para el globo"). J¨®venes exhib¨ªan pancartas con ¡°Justicia clim¨¢tica YA¡± y ¡°Empleos, justicia y energ¨ªas limpias¡±. Tambi¨¦n se denunciaban los combustibles f¨®siles como causantes del problema, las prospecciones petrol¨ªferas, el fracking (¡°Don?t fruck with U.S¡± (juego de palabras que viene a significar que no se haga fracking en Estados Unidos), los impactos sobre la salud... Todos ellos, entrelazados con mensajes de esperanza: ¡°Defend Gaia¡± (defiende Gaia) o ¡°We can build the future¡± (Podemos construir el futuro).

Yo desfilaba con la delegaci¨®n de WWF, cuyos miembros hemos venido desde distintas partes del mundo para seguir la Cumbre Clim¨¢tica y para participar en la movilizaci¨®n. Se nos uni¨® un nutrido grupo de simpatizantes y socios llegados desde distintos rincones de Estados Unidos que no quisieron perderse esta marcha hist¨®rica. Todos desfilamos con el lema ¡°Salvemos a la humanidad¡±, ya que el cambio clim¨¢tico amenaza no solo a los ecosistemas, sino a la supervivencia de nuestras sociedades y, por tanto, es de nuestro propio inter¨¦s como especie humana frenar su avance.

Despu¨¦s de m¨¢s de 10 a?os trabajando en Espa?a en proyectos relacionados con la lucha contra el cambio clim¨¢tico, sensibilizando sobre el problema y sobre la necesidad de reducir nuestras emisiones de los gases que lo provocan, de presionar para que haya una transici¨®n desde el modelo energ¨¦tico basado en los combustibles f¨®siles hacia otro m¨¢s limpio, eficiente y renovable, fue muy emocionante para m¨ª ver que mi trabajo, unido al de miles de activistas en todo el mundo, estaba dando sus frutos. Ya no solo somos los ecologistas y los cient¨ªficos los que alertamos de la urgencia de tomar acciones reales para frenar este fen¨®meno. A nuestro lado marchan cientos de miles de ciudadanos que alzan sus voces con nosotros. La sociedad civil est¨¢ haciendo su parte. Ahora es el turno de los gobiernos y de los l¨ªderes empresariales y financieros. El d¨ªa 23 de septiembre representa una oportunidad para dar un paso importante que nos encamine a un acuerdo clim¨¢tico global que nos prevenga de los peores impactos del cambio clim¨¢tico.

Tras la hist¨®rica marcha del domingo, dir¨ªa a los l¨ªderes pol¨ªticos que escuchen el clamor popular de las m¨¢s de 300.000 personas que inundamos las calles de Nueva York y demuestren liderazgo en un tema tan crucial y urgente. Como esgrim¨ªa una pancarta de la marcha: ¡°Las personas lideran, los pol¨ªticos les siguen¡±. Ojal¨¢ contemos con su participaci¨®n.

Mar Asunci¨®n es responsable del Programa de Cambio Clim¨¢tico de WWF en Espa?a