La supuesta hija del rey Alberto reclama sus derechos
Comienza en un tribunal de Bruselas la demanda de paternidad presentada por Delphine Bo?l
La realeza belga se enfrenta hoy al pen¨²ltimo cap¨ªtulo de uno de sus grandes terremotos: la reclamaci¨®n de paternidad que la artista Delphine Bo?l le hace al antiguo rey belga Alberto II. Bo?l ha pasado toda la ma?ana en un tribunal de primera instancia de Bruselas en las alegaciones del proceso que deber¨¢ concluir si Alberto II, que abdic¨® del trono en julio de 2013, es en realidad el padre de Delphine. La sesi¨®n contin¨²a a lo largo de esta tarde.
La demandante, de 46 a?os, entr¨® discretamente esta ma?ana en la sala sin hacer declaraciones a la prensa. Su acci¨®n judicial es doble: pide al tribunal que demuestre que Jacques Bo?l, exmarido de su madre y de quien lleva el apellido, no es su padre y que declare, en cambio, al exrey belga como su verdadero progenitor. ¡°Su ambici¨®n no es el dinero ni de formar parte de la familia real. Es m¨¢s acabar con un estigma, no ser etiquetada m¨¢s como una posible hija ileg¨ªtima¡±, ha asegurado su abogado, Alain de Jonge al diario flamenco De Morgen.
El proceso se inici¨® en junio de 2013, cuando Alberto II a¨²n reinaba y, por tanto, no ten¨ªa obligaci¨®n de comparecer ante el juez porque era inmune. Un mes despu¨¦s, el monarca abdic¨® en su hijo Felipe alegando motivos de salud. Alberto II no ha comparecido hasta ahora ante la justicia, que le podr¨ªa requerir una prueba de ADN. La ley belga le permite rechazarla, pero esa negativa se tiene en cuenta en el fallo del proceso.
El primer objetivo de Bo?l -hija de la arist¨®crata Sybille de S¨¦lys-Longchamps, con quien el monarca mantuvo una relaci¨®n durante 18 a?os- se ha cumplido. Una prueba de ADN a la que se ha sometido Jacques Bo?l, hasta ahora su padre legal, confirma que no es su progenitor biol¨®gico. M¨¢s complejo ser¨¢ determinar si su verdadero padre es Alberto II. El exjefe de Estado belga nunca ha reconocido a Delphine, aunque en 1999, en su mensaje navide?o a los belgas, admiti¨® haber vivido una crisis matrimonial en el pasado.
Esa confesi¨®n no fue casual. En 1999 la historia de Delphine sali¨® a la luz en una biograf¨ªa de la reina Paola, esposa de Alberto II. El libro desvelaba que en los a?os sesenta, antes de ser rey ¨Ca¨²n estaba en el trono su hermano Balduino-, Alberto inici¨® una relaci¨®n con S¨¦lys-Longchamps, de la que presuntamente naci¨® Delphine en 1968. La arist¨®crata explic¨® el a?o pasado en varias entrevistas a medios belgas que Alberto, ya siendo rey, estuvo a punto de divorciarse para iniciar una nueva vida juntos, pero que fue ella quien finalmente no pudo soportar la presi¨®n y se mud¨® a Londres para proteger a su hija.
De reconocerse el parentesco, Delphine Bo?l (probablemente con nuevo apellido) no acceder¨ªa a la l¨ªnea sucesoria de la monarqu¨ªa en B¨¦lgica, seg¨²n los expertos consultados por el diario franc¨®fono Le Soir. La Constituci¨®n establece que solo los descendientes ¡°directos, naturales y leg¨ªtimos¡± heredan esos poderes, lo que la excluye. No ser¨ªa, por tanto, princesa ni llevar¨ªa el nombre ¡°de B¨¦lgica¡±, como el resto de la familia real. S¨ª podr¨ªa, en cambio, heredar de Alberto II, una vez ratificado por los tribunales como padre biol¨®gico.
La prensa belga ha informado de que, una vez demostrado que Bo?l no es el padre biol¨®gico de Delphine, este ha decidido desheredarla. Para demostrar que las motivaciones de su cliente no son econ¨®micas, el abogado de la artista ha asegurado que seguir vinculada al que hasta ahora ha sido su padre legal le habr¨ªa beneficiado en ese terreno, pues pertenece a una familia industrial con un importante patrimonio.
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