Un papa sin precedentes
Francisco no lo deja todo a la justicia divina. Quiere castigos para la pederastia en la tierra
Ya hab¨ªa descabezado el banco del Vaticano y un fleco de ese acto fue la detenci¨®n por la polic¨ªa italiana de un prelado de alto nivel, Nunzio Scarano, m¨¢s conocido como monse?or 500 por llevar consigo mucho dinero en billetes de euro con esa denominaci¨®n. Pero el papa Francisco acaba de dar un salto cualitativo al ordenar el arresto por su propia polic¨ªa, la guardia vaticana, de un exarzobispo dentro del territorio bajo su jurisdicci¨®n, en este caso por abusos sexuales a menores y posesi¨®n de pornograf¨ªa infantil cuando era nuncio apost¨®lico en Santo Domingo.
El afectado, Josef Wesolowsky, ha pasado de vivir tranquilamente en un convento a quedar sometido a un proceso en el que se arriesga a penas de entre seis y siete a?os. Una verdadera premi¨¨re. Los hechos ya le hab¨ªan valido la suspensi¨®n can¨®nica, pero gozaba de libertad. Si los esc¨¢ndalos financieros preocupan al Papa, ordenar a quien fue un prelado de alto rango que se d¨¦ preso dentro de los muros vaticanos es un gesto muy significativo.
Benedicto XVI fue el primero que pidi¨® perd¨®n por la pederastia eclesi¨¢stica y reaccion¨® t¨ªmidamente contra ella. Francisco est¨¢ decidido a tomar el toro por los cuernos para desactivar la bomba retardada que le han dejado d¨¦cadas de abusos ocultados regularmente por la curia o sancionados solo con el traslado del culpable. El antiguo Santo Oficio (hoy, Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe) recibe del orden de 600 denuncias por a?o de casos de pederastia. Y el esc¨¢ndalo pes¨® tanto en el c¨®nclave donde fue elegido Francisco que uno de los cardenales, el escoc¨¦s O¡¯ Brien, no pudo participar tras la revelaci¨®n de sus aproximaciones sexuales a seminaristas.
Ser¨ªa mejor que la jerarqu¨ªa cat¨®lica colaborase con los tribunales ordinarios de los pa¨ªses donde se denuncian abusos contra menores. Mientras las cosas maduran en esa direcci¨®n, bien est¨¢n el compromiso del Papa y la toma de decisiones para dejar claro que ni la jerarqu¨ªa puede considerarse a salvo, tras el prop¨®sito de enmienda expresado. No basta con dejarlo todo para la justicia divina; hay que asegurar a los culpables un castigo en la tierra.
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