Entrar sin llamar

Visto y le¨ªdo lo que se ha publicado sobre la dimisi¨®n del exministro de Justicia, Alberto Ruiz- Gallard¨®n, se puede concluir que Gallard¨®n tuvo m¨¢s ¨¦xito defendiendo la buena conducta y honorabilidad de Mar Flores hacia el final de los a?os noventa, que defendiendo la reforma a la ley del aborto propuesta y luego abandonada por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Tampoco fue algo f¨¢cil el salir en defensa de una mujer que en esos a?os era acusada, se?alada, vigilada por la agresiva prensa rosa y que en 1997 luchaba judicialmente por la custodia de su primer hijo. En aquel entonces Gallard¨®n era presidente de la Comunidad de Madrid y consider¨® un deber defender la honorabilidad de la modelo como madre. Firm¨® una carta dirigida al Tribunal de Tur¨ªn donde se dirim¨ªa judicialmente el caso. Sali¨® bien, Mar Flores mantuvo la custodia de su hijo aunque compartida con su primer apuesto marido. Sin embargo, la defensa de la reforma de la ley del aborto no tuvo el mismo resultado para el pol¨ªtico. Afortunadamente en Espa?a parece m¨¢s f¨¢cil defender a una modelo que molestar a todas las mujeres. Ruiz Gallard¨®n ahora est¨¢ m¨¢s en sinton¨ªa con Naty Abascal que asegura en su p¨¢gina de ?Hola!, ¡°El universo de Naty¡±: ¡°Es hora de nuevos prop¨®sitos. De mirar hacia la nueva temporada con mucha ilusi¨®n y hacer balance de las nuevas tendencias¡±.

Gallard¨®n dimite y se disparan los ¨ªndices de audiencia, pero de las cadenas privadas

Gallard¨®n dimite y se disparan los ¨ªndices de audiencia, pero de las cadenas privadas porque en la p¨²blica optaron por no alterarse y mantuvieron su programaci¨®n sin informar en directo de la dimisi¨®n. A lo mejor estaban m¨¢s pendientes de la dimisi¨®n de su propio presidente, asfixiado por los recortes impuestos a su trabajo. La no cobertura de la dimisi¨®n del a?o los ha dejado a¨²n m¨¢s lejos de la audiencia. Intentaron salir del paso explicando que tuvieron problemas de se?al. Claro, con tantos cortes y recortes es complicado garantizar una buena se?al p¨²blica.

Como en Espa?a no podemos vivir sin un notici¨®n eclipsando a otro, no hab¨ªa pasado ni 24 horas del teatral adi¨®s de un ministro cuando la Audiencia de M¨¢laga inform¨® a Isabel Pantoja que dispon¨ªa de diez d¨ªas para gestionar su ingreso en prisi¨®n. Diez d¨ªas y diez noches son mucho en una situaci¨®n de crisis. Entre otras cosas, probablemente Pantoja valore qu¨¦ podr¨ªa generarle esa atenci¨®n medi¨¢tica extra: ?entrar o no a la prisi¨®n? No ser¨ªa la primera vez que la radiante reina de la copla posa sus pies y su duende en la c¨¢rcel. En 2007, la cantante pernoct¨® en los calabozos de la comisar¨ªa de M¨¢laga protegida por una pashmina dram¨¢tica e infiel que nadie os¨® quitarle. Al ser una de las profesionales que mejor sabe de nuestra necesidad de melodrama, Pantoja entiende que una entrada suya en la c¨¢rcel le provocar¨¢ m¨¢s ingresos que cr¨ªticas. Ella sabe defender ese tempo, ese pathos, como nadie en nuestro entorno. La entrada no solo disparar¨¢ ¨ªndices de audiencia y venta de revistas, sino que generar¨¢ contenidos hasta la llegada del turr¨®n de navidad.

Adem¨¢s est¨¢ familiarizada con negociar sus intimidades en forma de abultado paquete. Probablemente al ingreso le seguir¨¢ la primera visita de sus hijos, Chabelita (que ya tiene su propia audiencia) y Kiko, que multiplicar¨¢ el emocionante encuentro en las redes sociales, a lo mejor consigue un contrato como dj no residente en el centro penitenciario. Y por ¨²ltimo, la gira de conciertos que si Pantoja tuviera un manager avezado deber¨ªa iniciar en el mismo patio de la prisi¨®n: ¡°La copla de la c¨¢rcel¡±. Y todo sin cortarse el pelo. ?Qu¨¦ hace L'Oreal que no la reclama para uno de sus anuncios de ¡°porque yo lo valgo¡±?

Aprovechando este revuelo, Maril¨® Montero remonta en audiencia mientras sus telespectadores se preguntan si se habr¨¢ hecho algo en el rostro. Algunos dicen que recuerda a una top model de los noventa, una d¨¦cada que al parecer es tendencia. Montero es una joven navarra pese a que todos la creamos muy sevillana y si existen retoques, digamos que le han sacado ese lado norte?o. ¡°Yo la veo como si de verdad se llamara Est¨ªbaliz¡±, insiste una experta estetici¨¦n y agrega: ¡°Cada d¨ªa creo m¨¢s en esa frase de que a partir de una edad empiezas a tener no la cara que te mereces, sino la que puedes mantener¡±.

La verdad que no nos imagin¨¢bamos tanto machismo en la ¨¦lite del tenis espa?ol

Una mujer que est¨¢ dando la cara es Gala Le¨®n. Apenas ser nombrada capitana de la selecci¨®n nacional de la Copa Davis, Le¨®n no ha parado de ser noticia. Algunos tenistas, amigos de ella en la cancha, criticaron y afearon su nombramiento. Por ser mujer. La verdad que no imagin¨¢bamos tanto machismo en la ¨¦lite del tenis pero hay que reconocer que en determinados sectores gust¨® mucho la noticia de que nuestros apol¨ªneos tenistas se pasan el d¨ªa desnudos, entre vapores y sudores hablando tranquilamente entre ellos y exhibiendo su camarader¨ªa, porque no hay mujeres merodeando en el vestuario. Aunque se cubran con una toallita, es delicioso imaginarse ese ambiente en el que Fernando Verdasco y Feliciano L¨®pez, por ejemplo, est¨¢n semidesnudos hablando deportivamente de la dimisi¨®n de Gallard¨®n, de las tribulaciones de Pantoja o de sus pelotas. Le¨®n dijo que ella pensaba llamar a la puerta antes de entrar, ?toc toc!, muy caballerosa, y prudente, pero en realidad habr¨ªa que promover una etiqueta leyendo: #Galaentrasinllamar.