Nuestras trampas mentales y c¨®mo superarlas
Tengo una mala y una buena noticia, como en los chistes. La mala, tu mente te enga?a. La realidad la observas con unas gafas que llevan unos determinados filtros. Dichos filtros hacen que ante un mismo acontecimiento (un cambio, una mala noticia o un ruptura), haya personas que lo contemplen como una maravillosa oportunidad y otros, que se ahoguen en un vaso de agua. Los filtros son tan potentes, que act¨²an como trampas, que nos atrapan y que nos introducen en emociones no siempre agradables. Por eso, dependiendo de tus filtros o de tus trampas, sufrir¨¢s o disfrutar¨¢s con lo que haces. Ya lo hemos dicho: la mente es capaz de enga?arse a s¨ª misma hasta jugando al solitario. Ahora bien, la buena noticia es que eres capaz de cambiar los filtros y contemplar la vida de un modo m¨¢s amable. La realidad no puedes modificarla (si te han despedido, te han despedido; si te han abandonado, te han abandonado¡), pero s¨ª puedes modificar la interpretaci¨®n de la misma y, con ello, transformar tus emociones (tengo oportunidad de comenzar un proyecto de trabajo que me ilusione o existen nuevas experiencias en el amor que puedo comenzar a vivir¡). En definitiva, puedes escaparte de tus propias trampas, aunque no sea f¨¢cil, como ya dec¨ªa el gran Albert Einstein:
?Qu¨¦ sabe el pez del agua en el que nada toda la vida?
?Qu¨¦ sabe el pez del agua en el que nada toda la vida?
- Generalizar (siempre, todo, nunca¡)Aqu¨ª se enmarcan las frases de tipo ¡°Nunca me hablas cuando ves la televisi¨®n¡±, ¡°Mi jefe siempre me ignora¡±, ¡°O todos los italianos comen pasta dos veces al d¨ªa¡±¡ Puede que sea habitual, pero seguro que hay ciertas excepciones.
- Etiquetar antes de conocer¡°Los espa?oles son toreros¡± o ¡°Las rubias son tontas¡±, adem¨¢s de generalizar se est¨¢ etiquetando y est¨¢ claro que es err¨®neo, aunque por supuesto haya espa?oles toreros y rubias con poco cociente intelectual.
- CatastrofismoCuando anticipamos cualquier acontecimiento de un modo negativo. Una frase habitual est¨¢ relacionada con ?Y si?... ¡°?Y si va mal toda la fusi¨®n?¡±, ¡°?Y si me equivoco?¡±¡ Date tiempo para comprobarlo y para equivocarte, pero no te agobies anticipadamente.
- Leer el pensamiento de otros¡°Seguro que ha pensado que soy un desastre¡±. Aqu¨ª es cuando se hace alarde de vidente o de echador de cartas. Imaginamos que los otros piensan de nosotros cosas peores de lo que realmente ocurre. Tambi¨¦n puede ser al contrario, si caemos en un cierto narcisismo. En cualquier caso, es presuponer y sufrir si es algo negativo.
- DramatizarEn este apartado se encuentra cualquier exageraci¨®n del tipo ¡°Todo ha sido horrible¡± o la queja constante. He visto aut¨¦nticos profesionales que dramatizan para llamar la atenci¨®n y lo que consiguen es generar emociones inc¨®modas a su alrededor y a ellos mismos.
- La hiperresponsabilidadCaemos en esta trampa cuando nos sentimos los salvadores del planeta y creemos que nuestro mundo no puede continuar sin nosotros. ¡°Yo soy quien debo hacerlo todo¡±, ¡°Necesito tenerlo todo absolutamente controlado porque si no, ya se sabe¡¡± El agotamiento que genera para uno mismo esta trampa es considerable.
- El mundo del deber¨ªaAqu¨ª sustituimos el deseo como una obligaci¨®n que, adem¨¢s, nos hace sufrir: ¡°Deber¨ªa continuar esta relaci¨®n¡±¡ en vez de reconocer que ¡°necesito continuar esta relaci¨®n¡±. Cuando hablas de lo que realmente necesitas, te sientes m¨¢s fuerte para asumir tu decisi¨®n.
Como ver¨¢s, hay trampas de todos los colores. En el fondo, una trampa es cuando generalizamos la realidad (¡°siempre tengo mala suerte¡±), la distorsionamos con interpretaciones extra?as (¡°la gente piensa que soy raro¡±) o porque solo contemplamos una parte de ella (¡°a nadie le ha gustado la conferencia¡±). Si eres capaz de observar tu trampa mental y de aterrizarlo, ser¨¢s capaz de sufrir menos y, por tanto, de ser m¨¢s feliz. Sin duda, es un buen deporte para practicar.
Imagen: Licencia Creative Commons, Retinal Fetish
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