Homenaje al profesor Boyer

Probablemente el imaginario colectivo recuerde a Miguel Boyer por su faceta de ministro de Econom¨ªa del primer Gobierno socialista. Otros asociar¨¢n su nombre con ciertas noticias de la prensa del coraz¨®n. Yo tuve la fortuna de asistir a un curso de verano dirigido por Miguel Boyer y por Jes¨²s Moster¨ªn en la UIMP hace ya m¨¢s de una d¨¦cada. Esta experiencia me permiti¨® acceder a un hombre extraordinario. Los all¨ª presentes descubrimos que la gran pasi¨®n de Miguel Boyer era la ciencia. Poca gente conoce que era no solo licenciado en Econom¨ªa, sino tambi¨¦n en Ciencias F¨ªsicas. A¨²n menos son los que saben que dispon¨ªa de una extraordinaria biblioteca cient¨ªfica y que era un aut¨¦ntico maestro en Filosof¨ªa de la Ciencia. Gracias a ¨¦l descubr¨ª las aportaciones de los autores imprescindibles (Kuhn, Carnap, Popper, Lakatos, etc¨¦tera). Desde aquel momento para m¨ª ha sido, el profesor Boyer, un hombre de una talla intelectual descomunal. En los ¨²ltimos a?os me he acordado muchas veces de ¨¦l. En primer lugar, como f¨ªsico: en octubre de 2011 public¨® un art¨ªculo en EL PA?S mostrando su escepticismo en relaci¨®n con los sorprendentes resultados derivados del experimento OPERA (de acuerdo con los cuales los neutrinos violaban el l¨ªmite relativista de la velocidad de la luz). Acert¨® de pleno: poco tiempo m¨¢s tarde se comprob¨® que esos resultados eran consecuencia de un error experimental. En segundo lugar, como economista: durante su breve periodo al frente del Ministerio de Econom¨ªa, hace ya treinta a?os, tuvo el coraje de proponer muchas de las reformas que la econom¨ªa espa?ola todav¨ªa reclama a fecha de hoy. Adem¨¢s, fue de los pocos que se resisti¨® a la er¨®tica del poder. Cogi¨® la puerta en cuanto detect¨® que no contaba con la confianza que necesitaba para acometer su proyecto. Un verdadero ejemplo para los tiempos que corren.¡ª Diego Ferre?o Blanco.