Relacionan el uso de pastillas para la ansiedad con el riesgo de alzh¨¦imer

En la ¨²ltima Encuesta sobre Alcohol y Drogas en Espa?a, se registr¨® un descenso en el consumo de todos los tipos de drogas menos uno. Los hipnosedantes, pastillas para dormir o contra la ansiedad, siguen creciendo, y se consumen m¨¢s entre grupos de poblaci¨®n poco identificados popularmente con el uso de drogas. Entre las mujeres de m¨¢s de 55 a?os, por ejemplo, el 27% toma estos medicamentos, muy por encima del 17% de los j¨®venes de entre 15 y 34 a?os que fuman porros. Estos f¨¢rmacos, a diferencia de muchas otras drogas, se dispensan en farmacias y han recibido el benepl¨¢cito del Estado.

Un documento del Ministerio de Sanidad y Pol¨ªtica Social que inclu¨ªa datos hasta 2006 afirmaba que ¡°son f¨¢rmacos muy seguros y que se utilizan en per¨ªodos largos sin presentar problemas sustanciales en la mayor¨ªa de los casos¡±. Ahora, un estudio que se publica esta semana en la revista British Medical Journal sugiere que quiz¨¢ haya que incrementar las precauciones en el uso de las benzodiacepinas, los m¨¢s empleados de estos medicamentos.

Un equipo de investigadores franceses y canadienses observ¨® durante un periodo de al menos seis a?os a 1.796 personas con alzh¨¦imer y compar¨® cada caso con 7.184 personas sanas. De esta manera, vieron que quienes hab¨ªan tomado benzodiacepinas durante tres meses seguidos o m¨¢s, ten¨ªan un 51% m¨¢s de riesgo de padecer alzh¨¦imer. Adem¨¢s, los investigadores comprobaron que la fortaleza de esa asociaci¨®n era mayor cuanto m¨¢s tiempo se hubiesen tomado los f¨¢rmacos.

Seg¨²n los autores, el estudio refuerza las sospechas de una posible asociaci¨®n directa entre el uso de estas drogas y la demencia, ¡°incluso si el uso de benzodiacepinas es un marcador precoz de alguna dolencia asociada a un mayor riesgo de demencia¡±. Los autores trataron de reducir las posibilidades de que esta relaci¨®n no se deba a que el f¨¢rmaco aumenta el riesgo de sufrir la enfermedad sino que se d¨¦ el medicamento a personas que tienen s¨ªntomas, como el insomnio, propios de las primeras fases del alzh¨¦imer. Para ello, se aseguraron de que los tratamientos con benzodiacepinas comenzase al menos cinco a?os antes del diagn¨®stico de la demencia.

Los autores afirman que estos medicamentos tienen un gran valor para el tratamiento de trastornos de ansiedad o del insomnio, pero advierten que deber¨ªan emplearse durante periodos que no superen los tres meses. Manuel Mart¨ªn Carrasco, coordinador del grupo de demencias de la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa, considera interesantes estos resultados y coincide con la recomendaci¨®n de los autores. ¡°En la observaci¨®n cl¨ªnica tambi¨¦n se ve que cuando se trata a personas mayores, y sobre todo si tienen alg¨²n tipo de deterioro cognitivo, las benzodiacepinas pueden afectar a la memoria¡±, apunta. ¡±En cualquier caso, aunque es mejor no emplearlas en estas personas, si el uso fuese necesario, la recomendaci¨®n es que se haga de la manera m¨¢s restringida posible¡±, a?ade.

Una alternativa m¨¢s segura a los barbit¨²ricos

Respecto a la seguridad del f¨¢rmaco, hay que tener en cuenta que las benzodiacepinas aparecieron como alternativa a los barbit¨²ricos, famosos por haber servido a Marilyn Monroe o Elvis Presley para acabar con su vida. La cantidad necesaria de estos medicamentos para obtener los efectos terap¨¦uticos y la que pod¨ªa causar da?os serios era demasiado parecida, algo que no sucede con los actuales somn¨ªferos y ansiol¨ªticos. No obstante, la propia Agencia Espa?ola del Medicamento reconoc¨ªa que, ¡°aunque se trata de f¨¢rmacos que solo se dispensan con receta m¨¦dica, exhiben un amplio componente de autonom¨ªa en su uso, a trav¨¦s de prescripci¨®n inducida y requerida¡±. Mart¨ªn considera que los psiquiatras no suelen vivir este tipo de situaciones, pero ¡°a partir del trato con colegas de atenci¨®n primaria¡±, s¨ª ha percibido que ¡°hay una tendencia a la automedicaci¨®n¡±.

El estudio supone un toque de atenci¨®n para los responsables de salud p¨²blica, especialmente si se tiene en cuenta lo extendido del uso de benzodiacepinas entre la poblaci¨®n mayor y el incremento en la incidencia de las demencias en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. Para empezar a conocer si las benzodiacepinas causan realmente la demencia y por qu¨¦ mecanismos, ser¨¢n necesarios nuevos estudios con animales y cultivos celulares. Ensayos con largos periodos de seguimiento, de hasta 30 a?os, permitir¨¢n saber si tambi¨¦n los consumidores m¨¢s j¨®venes de estas pastillas est¨¢n incrementando su riesgo de sufrir alzh¨¦imer o si el hecho de padecer ansiedad o insomnio son factores de riesgo para la demencia.