Votar es normal

Entrando a Barcelona por la C-58, un cartel publicitario anuncia que ¡°votar es normal¡±. Es verdad. Esta frase es aqu¨ª y ahora cierta. Antes no lo era. Pero es otro el significado perseguido. ?Y c¨®mo un dem¨®crata puede resolver la paradoja de no avalar cualquier votaci¨®n democr¨¢tica? Creo que la respuesta pasa por considerar el concepto de ¡°unidad democr¨¢tica¡±. Una unidad democr¨¢tica ser¨ªa aquella que, regida por procesos democr¨¢ticos, define a las personas que la forman y las competencias que se le asignan al constituirse. As¨ª es como reconocemos el alcance de nuestras votaciones. Yo voto en mi comunidad de vecinos, en mi municipio de Cerdanyola, en Catalu?a, en Espa?a y en Europa. Todas diferentes. Sin embargo, las normas tambi¨¦n han de poder cambiarse, pero en el ¨¢mbito de su unidad. Y ojal¨¢ alg¨²n d¨ªa se reconozca en nuestra Constituci¨®n el derecho de autodeterminaci¨®n para las comunidades aut¨®nomas. Mientras tanto, considero que la ¡°unidad democr¨¢tica auton¨®mica¡± no tiene competencia para votar sobre su secesi¨®n. Pero interesa remover sentimientos, aunque sea con carteles con medias verdades.¡ª Antonio Fuentes Cejudo.