Los derechos del soldado
Estrasburgo se?ala que las libertades tambi¨¦n deben respetarse en la milicia
La prohibici¨®n de que haya sindicatos en las Fuerzas Armadas es ¡°contraria a la Convenci¨®n Europea de los Derechos Humanos¡±, ha sentenciado el Tribunal de Estrasburgo en respuesta a las demandas de oficiales franceses, fundadores o miembros de asociaciones que recibieron ¨®rdenes de dejarlas porque la jerarqu¨ªa las consider¨® equiparables a sindicatos. El Tribunal acepta restricciones, pero no la prohibici¨®n de sindicarse.
La cuesti¨®n afecta a la disciplina militar y a la neutralidad exigible a las Fuerzas Armadas. Tambi¨¦n a la capacidad de sus miembros para ejercer libertades reconocidas a los dem¨¢s ciudadanos. En las Fuerzas Armadas espa?olas no son posibles los sindicatos ni la acci¨®n sindical (huelga, negociaci¨®n colectiva, conflicto colectivo). S¨ª se permiten asociaciones profesionales, algunas de las cuales acumulan un historial de expedientes sancionadores sobre sus dirigentes. En materia de libertad de expresi¨®n, la legislaci¨®n restringe mucho el ejercicio de este derecho por los militares y prev¨¦ sanciones por participar en reuniones no autorizadas o acudir de uniforme a manifestaciones.
No es in¨²til preguntarse por las repercusiones en Espa?a de la sentencia. Otra decisi¨®n del mismo tribunal ech¨® abajo la llamada doctrina Parot y decenas de etarras fueron liberados de prisi¨®n. Las decisiones de Estrasburgo no se toman a la ligera en la mayor¨ªa de los pa¨ªses signatarios de la Convenci¨®n de los Derechos Humanos, creada tras la II Guerra Mundial para reconstruir los valores arruinados en Europa por las ideolog¨ªas totalitarias. Aunque la sentencia sobre Francia es revisable ante el pleno de la instituci¨®n, la unanimidad de los jueces que la han dictado estrecha las posibilidades de un cambio de criterio.
En todo caso, el tribunal europeo ha decidido entrar en el territorio de los derechos del soldado. Y lo hace en medio de una creciente hostilidad en algunos pa¨ªses: David Cameron acaba de decir al Congreso de los tories que Reino Unido ¡°no necesita recibir instrucciones de los jueces de Estrasburgo¡±. ?La pr¨®xima crisis europea ser¨¢ la de los derechos humanos?
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