No todos podemos irnos al extranjero

No es ninguna novedad que muchos j¨®venes tengan que marcharse al extranjero en busca de oportunidades que aqu¨ª son inexistentes. Tambi¨¦n, somos conocedores de la situaci¨®n actual, tanto laboral como econ¨®mica, en nuestro pa¨ªs. De las cifras de desempleo, de los sueldos base y de los recortes en educaci¨®n. Aun as¨ª, no puedo quejarme. Actualmente tengo trabajo como becaria en una importante empresa. All¨ª estoy aprendiendo y ganando una experiencia ¨²nica para mejorar mi formaci¨®n. Adem¨¢s, ?cobro! Algo ins¨®lito en el mundo de los becarios. Por otro lado, trabajo de camarera los fines de semana para, con ambos sueldos, poder pagarme los estudios. Aun as¨ª, cruzo los dedos deseando que al terminar mis pr¨¢cticas, pueda quedarme en la empresa en la que estoy. Me da miedo encontrarme con una mano delante y otra detr¨¢s. Con un grado, un m¨¢ster y un par de t¨ªtulos de ingl¨¦s, pero con una mano delante y otra detr¨¢s. Muchos me dicen que no me preocupe. Que si me quedo sin trabajo puedo aprovechar para irme al extranjero a aprender alg¨²n idioma o en busca de oportunidades. Me insisten en que no deje escapar la oportunidad, y me aseguran que si no lo hago, me arrepentir¨¦. Y yo les pregunto, ?me pag¨¢is la aventura? ?Realmente cre¨¦is que, en el contexto actual, el mejor consejo que le pod¨¦is dar a un joven es que se vaya a otro pa¨ªs? No me lo dig¨¢is m¨¢s. Por supuesto que quiero, pero dejemos de creer que es algo asumible para todos.¡ª Carlota Poveda Rinc¨®n.