Encuestas y votos
Vivo en un pueblo de Barcelona, la semana pasada recog¨ª del buz¨®n un panfleto de Assamblea.cat y ?mnium Cultural pidiendo voluntarios para ¡°visitar en pareja las casas que se te asignar¨¢n¡±, ¡°llamar a su puerta y convidarles a responder una encuesta de tres minutos para conocer c¨®mo quieren que sea el nuevo pa¨ªs¡±. Dec¨ªan no querer convencer a nadie, s¨®lo escuchar a toda Catalu?a. A m¨ª me entr¨® un cierto temblor, porque parejas muy voluntaristas me visitar¨¢n para preguntarme sobre algo tan sensible, para vete a saber qu¨¦ censos, pues incluso si me negara a contestar tambi¨¦n estar¨ªa contestando. No me calm¨® su tono tan cuidadosamente buenrollista. Hoy he recogido otro panfleto, y ya habla de convencer, ahora en un tono paternal y dir¨ªa que sacerdotal. Se titula: Razones y argumentos para convencer a indecisos.Es un dec¨¢logo que recuerda a los que serv¨ªan al buen cristiano para hacer examen de conciencia, pero ¨¦ste referido a la fe independentista. Entre los mandamientos: ¡°?Tengo una estelada en el balc¨®n? SI/NO¡±; ¡°?Hablo de las razones para la independencia con respeto, con la familia, los vecinos y los amigos? SI/NO¡±. Y termina: ¡°La ¨²ltima semana, ?he convencido con argumentos a un indeciso de votar S¨ª y S¨ª? SI/NO¡±.
No me suena bien este lenguaje, las intromisiones que planean, las instrucciones, por muy amables que parezcan. Cuando alguien de fuera de Catalu?a dice: ¡°Que se independicen y nos dejen en paz¡±, seguramente no piensan en la preocupaci¨®n que muchos comenzamos a sentir ante este desmesurado despliegue, esta calculada amabilidad, que adem¨¢s no me creo, y que anuncia ¡ªojal¨¢ me equivoque¡ª la que se nos avecina.¡ª Miguel ?ngel Yuste de Paz. Vilassar de Mar, Barcelona.
Afortunadamente es normal votar, pero ?qu¨¦ deber¨ªamos poder votar? Los suizos votan muchos fines de semana del a?o sobre cosas que pueden parecernos hasta nimias: en una de mis estancias en ese pa¨ªs votaban por adoptar o no un tipo de bolsa de pl¨¢stico ligera para intentar sustituir al tetrabrick, que es mucho m¨¢s pesado y genera m¨¢s residuo. En los ¨²ltimos tres a?os, me gustar¨ªa haber podido votar muchas decisiones del Gobierno como la ley Wert, o la reforma laboral de la ministra de Trabajo, o la ley del Tasazo de Gallard¨®n y un mont¨®n de decisiones m¨¢s de los Gobiernos de mi pa¨ªs. Y, aunque esto s¨®lo sea una especulaci¨®n, estoy seguro de que los resultados de esas hipot¨¦ticas votaciones habr¨ªan diferido en mucho del cheque en blanco que con la mayor¨ªa absoluta obtuvo el actual Gobierno en las ¨²ltimas generales. Y luchar¨ªa porque los Gobiernos pidan a los ciudadanos manifestarse sobre decisiones de importancia. Ah¨ª est¨¢n los canarios apunt¨¢ndose un tanto con la consulta sobre las prospecciones petrol¨ªferas. ?Que a lo largo de los ¨²ltimos siglos Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco han sido humillados y ninguneados por el poder central? Claro que s¨ª: y Andaluc¨ªa, Extremadura, y Galicia ?qu¨¦? Por eso, luchar para que una de las partes m¨¢s pr¨®speras del Estado pueda decidir sobre su secesi¨®n del resto no es mi guerra, no es lo que me interesa: eso son problemas de ricos.¡ª Antonio L¨®pez Garz¨®n. Granada.
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