382 trabajadores sanitarios se han contagiado en este brote en ?frica
El 5% del total de infectados son miembros del personal m¨¦dico, seg¨²n la OMS
La muerte a finales de julio de Sheik Umar Khan, uno de los mayores expertos en ¨¦bola de ?frica, fue la confirmaci¨®n de uno de los mayores dramas de los brotes de ¨¦bola: el personal dedicado a combatir la enfermedad es tambi¨¦n una de sus v¨ªctimas m¨¢s comunes. Desde que en diciembre de 2013 cayera enfermo en Guinea un ni?o de 2 a?os, este brote ha infectado a 382 m¨¦dicos y enfermeros, matando a 216, seg¨²n los ¨²ltimos datos facilitados por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Una cifra sin precedentes.
Este dato implica que los trabajadores sanitarios que, como la auxiliar de enfermer¨ªa espa?ola, atienden a los enfermos de ¨¦bola suponen el 5% del total de infectados durante este brote (PDF). La situaci¨®n es tan grave para el personal que combate al virus que uno de los principales apoyos que EEUU va a aportar en ?frica Occidental es la creaci¨®n de un hospital espec¨ªfico para m¨¦dicos y sanitarios, que estar¨ªan atendidos por un equipo propio de 65 personas. Curar a los que curan es prioritario.
En otros brotes, los m¨¦dicos llegaron a representar uno de cada cuatro infectados
Hay varios factores que ayudan a explicar la alta proporci¨®n de personal m¨¦dico infectado, principalmente la escasez de equipo de protecci¨®n personal o su uso inapropiado, poco personal m¨¦dico mal preparado y la generosidad que les hace trabajar m¨¢s de lo recomendable. Algunas infecciones documentadas por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) han ocurrido cuando m¨¦dicos no protegidos se apresuraron a ayudar a un paciente enfermo. En muchos casos, el personal m¨¦dico no dispone siquiera de guantes y mascarillas.
Pero aunque sean expertos y tomen todas las medidas de control necesarias, el riesgo sigue siendo importante: ¡°Temo por mi vida¡±, reconoci¨® Khan antes de morir, ¡°los trabajadores sanitarios somos candidatos a enfermar, ya que suponemos la primera escala para alguien que est¨¢ enfermo. Incluso con el traje protector completo est¨¢s en riesgo¡±. Hasta este brote, nunca se hab¨ªa contagiado un trabajador de la OMS o de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF). A finales de agosto se infectaba por primera vez un m¨¦dico de la OMS y a mediados de septiembre lo hac¨ªa una doctora de MSF, ya recuperada. Esta organizaci¨®n ha pasado de tener un historial limpio de infecciones a sufrir 16 contagios y 10 muertos entre su personal, algo impensable hasta ahora gracias a su correcta preparaci¨®n y estrictos protocolos.
Ya el 1 de agosto, la directora de la OMS, Margaret Chan, advirti¨® de que el "brote est¨¢ afectando a un gran n¨²mero de m¨¦dicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud", unas infecciones y muertes que "erosionan significativamente la capacidad de respuesta". De hecho, los dos misioneros espa?oles muertos y la enfermera de Madrid se contagiaron atendiendo a enfermos en centros m¨¦dicos.
Hasta este brote, ning¨²n m¨¦dico de la OMS o de MSF se hab¨ªa infectado. Esta ONG ya cuenta 16 contagios
Durante una de las mayores crisis de ¨¦bola, el brote que en 1995 mat¨® a 250 personas en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, se infectaron 80 miembros del personal sanitario, lo que implica que casi uno de cada cuatro de todos los enfermos era del personal dedicado a contener al virus. En el brote de 2000 en Uganda, se infectaron 31 sanitarios y murieron 17: el 7,5% del total de v¨ªctimas mortales de ese brote (224), una proporci¨®n similar a la que se viv¨ªa en agosto en la crisis actual y que se ha moderado con los meses.
El estudio de casos previos tambi¨¦n ayuda a determinar los motivos de contagio entre trabajadores. En el caso de 1995, el personal enferm¨® de media de seis d¨ªas despu¨¦s del contacto con el enfermo. Estos sanitarios que enfermaron hab¨ªan tenido contacto directo con los pacientes durante un ¨²nico d¨ªa, similar al caso de la auxiliar de enfermer¨ªa espa?ola. En Uganda, estudios posteriores mostraron que aunque el principio de aislamiento result¨® ¨²til, a veces dio una "falsa confianza" a los trabajadores que provoc¨® contagios en descuidos.
En un pa¨ªs como Liberia, en el que contaban con un doctor por cada 100.000 habitantes antes del brote, un m¨¦dico enfermo es una tragedia de incalculables proporciones. Por eso, la hoja de ruta de la OMS ya ha determinado que en caso de contar con vacunas a corto plazo se deber¨ªan usar con aquellos que est¨¢n en la primera l¨ªnea de fuego: el personal dedicado a salvar vidas.
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