El ¨¦bola ya ha matado a m¨¢s de 60 m¨¦dicos y sanitarios en este brote
M¨¢s del 8% de las v¨ªctimas mortales de la actual epidemia son profesionales de la salud
¡°Temo por mi vida¡±, reconoci¨® en una entrevista el vir¨®logo Sheik Umar Khan, responsable de uno de los mejores centros de ?frica Occidental para la lucha contra enfermedades como el ¨¦bola. ¡°Los trabajadores sanitarios somos candidatos a enfermar, ya que suponemos la primera escala para alguien que est¨¢ enfermo. Incluso con el traje protector completo, est¨¢s en riesgo¡±. Poco despu¨¦s de decirlo, Khan, considerado un h¨¦roe nacional en Sierra Leona, contra¨ªa la enfermedad que finalmente acab¨® con su vida. Por desgracia, el caso de Khan no es el ¨²nico: desde que el brote se cobr¨® sus primeras v¨ªctimas el pasado marzo en Guinea, ya son m¨¢s de 60 los fallecidos que eran doctores o formaban parte del personal sanitario.
Khan no es el ¨²nico jefe m¨¦dico que se ha llevado el ¨¦bola, un virus que aterroriza ?frica y que est¨¢ diezmando a los combatientes enemigos m¨¢s preparados: los m¨¦dicos. Antes hab¨ªa muerto Samuel Brisbane, asesor del Ministro de Sanidad de Liberia y uno de los especialistas m¨¢s destacados de aquel pa¨ªs. Tambi¨¦n en Liberia hab¨ªa fallecido el experto ugand¨¦s Samuel Muhumuza Mutoro y se contagiaron dos voluntarios extranjeros, el doctor Kent Brantly y la misionera Nancy Writebol, repatriados a EEUU.
La OMS admite que desconoce el n¨²mero exacto de trabajadores m¨¦dicos luchando contra el ¨¦bola en la zona
El peor brote de ¨¦bola de la historia est¨¢ fuera de control y puede tener ¡°consecuencias catastr¨®ficas¡±, seg¨²n palabras de la directora de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan. ¡°El brote est¨¢ afectando a un gran n¨²mero de m¨¦dicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud, uno de los recursos m¨¢s esenciales para contener un brote. Estas tr¨¢gicas infecciones y muertes erosionan significativamente nuestra capacidad de respuesta¡±, reconoce Chan. ¡±Las cifras actuales de personal nacional e internacional es lamentablemente inadecuado¡±, admiti¨® posteriormente.
Desde el centro que ha establecido la OMS en Conakry, un portavoz detalla que en total se han infectado 100 m¨¦dicos o personal sanitario en los tres pa¨ªses en lucha, Guinea, Liberia y Sierra Leona. De los 60 fallecidos, 28 han muerto en el frente de Liberia, donde hay 45 contagios entre los trabajadores. Preguntado por el n¨²mero total de m¨¦dicos y dem¨¢s personal que est¨¢ combatiendo el brote, el portavoz de la OMS reconoce que no cuentan con el dato concreto, m¨¢s all¨¢ de los casi 130 empleados que la propia organizaci¨®n tiene movilizados en la zona.
Un virus que diezma a los m¨¦dicos
Por su parte, desde M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF), la organizaci¨®n m¨¢s implicada en esta epidemia y la primera en alertar de su gravedad, precisan que tienen 552 personas trabajando contra el virus: 339 en Guinea (39 voluntarios extranjeros), 19 en Liberia (nueve extranjeros) y 194 en Sierra Leona (24 extranjeros). La necesidad de ayuda extranjera es evidente: en Guinea hay 100 m¨¦dicos por mill¨®n de habitantes cuando en Espa?a hay 3.500 por mill¨®n.
El ¨¦bola es un virus terrible, capaz de diezmar como pocos a los m¨¦dicos que tratan de salvar vidas. Para poner en su contexto las cifras actuales, conviene repasar lo sucedido en otros brotes: ninguno ha tenido la magnitud del actual, pero las cifras de m¨¦dicos afectados siempre suman una proporci¨®n muy alta. En el momento en que se actualiz¨® el dato de 60 muertos del personal m¨¦dico eran 729 las v¨ªctimas totales, lo que representa m¨¢s del 8% del total. La ¨²ltima cifra de fallecidos ofrecida hoy elevaba a 887 las personas cuyo organismo no resisti¨® la capacidad mort¨ªfera del virus del ¨¦bola, que se ha presentado en su cepa m¨¢s letal, la conocida como Zaire; todo indica que lleg¨® hasta Guinea volando en un murci¨¦lago contagiado.
En el brote de 1995, m¨¢s del 25% de los fallecidos eran sanitarios; en el de 2001, el 7,5% del total
En el primer brote conocido, en 1976 en Zaire, murieron 11 trabajadores m¨¦dicos (PDF) del hospital m¨¢s afectado, de los 280 muertos totales. El siguiente brote m¨¢s mortal, en el que el conocimiento del virus segu¨ªa siendo escaso, se llev¨® en 1995 a 250 personas en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo: fallecieron 80 miembros del personal sanitario, lo que implica que m¨¢s del 25% de los muertos eran personal y voluntarios dedicados a contener al virus. Adem¨¢s, el 21% de los fallecidos en este episodio eran amas de casa, que probablemente se contagiaron cuidando de sus familiares o preparando su entierro. Entre 2000 y 2001, en Uganda, se contagiaron 31 sanitarios de los que finalmente murieron 17: el 7,5% del total de v¨ªctimas mortales de ese brote (224), una proporci¨®n muy similar a lo que est¨¢ ocurriendo estos d¨ªas.
?C¨®mo se producen estos contagios?
El personal sanitario voluntario, como el que se desplaza con M¨¦dicos Sin Fronteras, suele estar muy preparado y conoce perfectamente los protocolos necesarios para tratar con la epidemia: ning¨²n contacto directo con los potenciales enfermos, ya que el virus se transmite por los fluidos corporales y cualquier exposici¨®n es imprudente; por eso deben llevar esos trajes protectores completos durante sus horas de servicio. Sin embargo, no todos los empleados est¨¢n convenientemente preparados y tambi¨¦n se producen descuidos, incluso entre los m¨¢s experimentados.
La propia OMS, en su plan para ayudar con 100 millones de d¨®lares a los gobiernos afectados, destaca ¡±la necesidad de mejorar la manera de proteger de la infecci¨®n a los trabajadores de salud, un bien escaso en los tres pa¨ªses¡± y Chan insisti¨® en que hay que pagarles, una muestra de las malas condiciones en las que estar¨ªan desempe?ando sus labores los empleados de cada pa¨ªs. Si a estos sumamos el estr¨¦s y la baja moral tras perder a numerosos compa?eros, la escasa preparaci¨®n, el calor que impide trabajar en condiciones con los trajes de pl¨¢stico y el rechazo social a su labor (han sido amenazados en varias ocasiones porque se cree que son responsables del virus o que tratan de robar sangre y ¨®rganos), se completa un c¨®ctel muy poco apropiado para combatir al virus m¨¢s mortal. No obstante, el ambicioso objetivo del plan de la OMS es que de aqu¨ª a diciembre se llegue al ¡°0%¡± de personal infectado.
El personal local no est¨¢ bien preparado, pero incluso los expertos pueden cometer un error fatal al desvestirse o con una aguja
¡°Tenemos una capacidad limitada y nuestros trabajadores sanitarios no est¨¢n bien preparados¡±, reconoc¨ªa el doctor Brima Kargbo, director general de Sanidad de Sierra Leona, quien actualmente supervisa la respuesta en Kenema, el centro que dirig¨ªa el fallecido Khan. M¨¦dicos Sin Fronteras est¨¢ tratando de mejorar el conocimiento y el desempe?o de los equipos sanitarios locales: ya han preparado a 200 trabajadores sanitarios en Sierra Leona y a m¨¢s de 260 en Liberia en los ¨²ltimos d¨ªas. Pero incluso los m¨¢s preparados, como el doctor estadounidense Kent Brantly, pueden caer contagiados en cualquier error.
El traje es la mejor medida de protecci¨®n, pero no es inflalible y en ocasiones se producen contagios en el proceso de cambiarse de ropa o de guantes (deben hacerlo al tratar a cada nuevo paciente), como explica Armand Sprecher, de MSF, en esta entrevista: ¡°Te puedes infectar a ti mismo con una aguja, puede que uses tu equipo de forma inadecuada o puedes desvestirte de forma incorrecta¡±. Por lo que sabemos del brote de 1995, los m¨¦dicos infectados tardaron una media de 6 d¨ªas en presentar s¨ªntomas de la enfermedad tras exponerse: en los cinco casos estudiados, estos empleados sanitarios se contagiaron por estar en contacto directo con los pacientes a los que trataban de salvar.
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