Cooperaci¨®n: ?est¨ªmulo o freno para la econom¨ªa?
Las grandes remesas de ayuda al desarrollo que ha recibido Nicaragua no necesariamente han servido para un impulso econ¨®mico del pa¨ªs
En el a?o 1979, la poblaci¨®n de Nicaragua se sublev¨® y derroc¨® la dictadura que durante d¨¦cadas mantuvo la familia Somoza. La comunidad internacional reaccion¨® entusiasmada apoyando econ¨®mica y financieramente al nuevo orden establecido en el pa¨ªs centroamericano. Nicaragua hab¨ªa demostrado al mundo que luchando unidos por unos ideales justos era posible vencer la tiran¨ªa. En consecuencia, cantidades ingentes de dinero provenientes de todos los lugares del mundo llegaron a Managua, su capital, para respaldar el nuevo orden que iba a regir el pa¨ªs centroamericano.
?Cu¨¢l ha sido el resultado de esas inyecciones de capitales destinadas a ayudar? Andr¨¦s es un joven nicarag¨¹ense. Su biling¨¹ismo ingl¨¦s-espa?ol adquirido tras varios a?os vividos en Estados Unidos le permiti¨® encontrar trabajo como representante de una empresa norteamericana de productos pl¨¢sticos. En su coche destartalado, va de ferreter¨ªa en ferreter¨ªa de la capital ofreciendo art¨ªculos para su venta. Gana aproximadamente 500 d¨®lares al mes. Sabe que es un privilegiado por disfrutar de un salario muy superior al medio nacional. Cuando se le pregunta su opini¨®n sobre los fondos de cooperaci¨®n que recibe Nicaragua, esto es lo que contesta, sin esconder su decepci¨®n: "Con toda la plata que entr¨® en los ¨²ltimos 30 a?os, deber¨ªamos estar hoy al mismo nivel de desarrollo que Estados Unidos o Europa".
Nada m¨¢s lejos de la realidad: Nicaragua tiene el triste privilegio de ser hoy, tras Hait¨ª, el pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica latina. Los ¨²ltimos datos proporcionados por la divisi¨®n de Estad¨ªsticas de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas se?alan que el porcentaje de pobreza en este pa¨ªs ronda el 58%. El de indigencia, el 29,5%. Desde cualquier punto de su polvorienta capital, es imposible no percatarse de la miseria material en la que vive su poblaci¨®n.
Confidencial es un peri¨®dico digital nicarag¨¹ense donde escriben, entre otros, los m¨¢s reconocidos intelectuales del pa¨ªs centroamericano. Fue creado por Carlos Fernando Chamorro, hijo del malogrado periodista Pedro Joaqu¨ªn Chamorro (cuyo asesinato a manos de los Somoza constituy¨® el detonante de la revoluci¨®n que acab¨® con la dictadura) y de Violeta Chamorro, probablemente una de las mejores presidentes de la corta era democr¨¢tica del pa¨ªs.
El editor de este peri¨®dico, Carlos Salinas Maldonado, tiene claro que una de las causas de la deriva econ¨®mica del pa¨ªs es la corrupci¨®n: Daniel Ortega, el actual presidente, fue efectivamente uno de los que acab¨® con la dictadura de Somoza. Pero los ideales de su partido pol¨ªtico hoy, el Frente Sandinista para la Liberaci¨®n Nacional, no son ni la sombra de los principios que respaldaron las acciones que acabaron con la tiran¨ªa somocista en 1979. Constantemente surgen nuevas acusaciones de todo tipo (apropiaci¨®n indebida de fondos, fraude electoral¡) contra ¨¦l y contra el omnipresente poder de su mujer, Rosario Murillo. Esta ¨²ltima, a pesar de no haber sido elegida democr¨¢ticamente, gobierna de facto el pa¨ªs tanto o m¨¢s que su c¨®nyuge.
Pero en lo que al retraso econ¨®mico del pa¨ªs se refiere, hay otros factores a tener en cuenta. En las calles de la capital nicarag¨¹ense constatamos que casi se ven tantos anuncios publicitarios de organizaciones no gubernamentales como de refrescos o de autom¨®viles. Un cooperante alem¨¢n que prefiere mantener el anonimato ofrece esta explicaci¨®n al respecto: "En Alemania una persona ambiciosa abre una empresa. En Nicaragua una persona ambiciosa abre una ONG".
Carlos Salinas matiza las declaraciones del cooperante germano: "Con la proliferaci¨®n de las organizaciones no gubernamentales, el Estado nicarag¨¹ense cre¨® un monstruo del que hoy no sabe c¨®mo protegerse". Quiz¨¢s, esa "monstruosidad" se refleje en el volumen desmesurado de la industria de la cooperaci¨®n. El n¨²mero de profesionales universitarios en este pa¨ªs que trabaja en ayuda al desarrollo es impresionante, tanto en t¨¦rminos absolutos como en t¨¦rminos porcentuales.
Pa¨ªses como Suecia, Finlandia o Austria, que hist¨®ricamente apoyaron categ¨®ricamente el desarrollo de Nicaragua anunciaron en 2013 su decisi¨®n de abandonar o de reducir dr¨¢sticamente los fondos de cooperaci¨®n aportados al pa¨ªs centroamericano. Es probable que la falta de resultados obtenidos alentara esta medida.
Dicen que la econom¨ªa es el verdadero motor de las sociedades. Por tanto, buscar enriquecerse es un objetivo muy l¨ªcito y sano para cualquier ciudadano¡ pero la ayuda al desarrollo no es el terreno adecuado para ello. Los agentes que implementan la ayuda al desarrollo deben asegurarse de que esta idea sea comprendida por todos.
La ayuda al desarrollo no puede constituir un espejismo para los emprendedores de un pa¨ªs. Y es que, por mucho dinero que la cooperaci¨®n mueva, ¨¦sta nunca podr¨¢ representar la principal fuente de riqueza de una naci¨®n. Para que un pa¨ªs se desarrolle tiene que generar riqueza. La figura del empresario-emprendedor es fundamental para la creaci¨®n de su propia riqueza. Por tanto, el desarrollo de un pa¨ªs depende de sus emprendedores y no al rev¨¦s.
Las ONG pueden imitar a las empresas en tanto que mejorar la productividad de sus recursos. Pero no deben imitarlas buscando la maximizaci¨®n de sus beneficios. En este contexto, el cooperante necesita al empresario, pero el empresario no debe necesitar al cooperante.
Miguel Forcat Luque es economista y trabaja para la delegaci¨®n de la Uni¨®n Europea en Marruecos (las opiniones de este art¨ªculo no reflejan el punto de vista de esta instituci¨®n).
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