Detectives de los r¨ªos
Ecologistas en Acci¨®n busca los mejores tramos de nuestros r¨ªos para declararlos ¡°reservas naturales fluviales¡±
Caminar tramo a tramo por la orilla de algunos r¨ªos de Espa?a para dar con los mejores bosques de ribera, los cauces menos o nada alterados y los h¨¢bitats donde nutrias y peces aut¨®ctonos disfrutan de una buena calidad de las aguas. Este es el modus operandi de un proyecto emprendido por Ecologistas en Acci¨®n que tiene un objetivo claro: identificar esos ecosistemas casi pr¨ªstinos para declararlos y protegerlos como ¡°reservas naturales fluviales¡±. Ya hay un trabajo hecho, el de la Propuesta de cat¨¢logo nacional de reservas fluviales realizado por el Centro de Estudios y Experimentaci¨®n de Obras P¨²blicas (Cedex), que quienes trabajan a pie de r¨ªo consideran insuficiente.
¡°No tiene sentido que la cuarta cuenca m¨¢s grande, la del Guadiana, solo cuente con una propuesta de declaraci¨®n, la del r¨ªo Guadarranque, en Extremadura¡±. Ra¨²l Urquiaga, responsable del proyecto de Ecologistas en Acci¨®n Reservas naturales fluviales, incluido dentro de la concesi¨®n de ayudas para este a?o de la Fundaci¨®n Biodiversidad, hace este comentario tras la experiencia que da ¡°espiar¡± durante este verano 25 r¨ªos poco o nada alterados de la cuenca del Guadiana. ¡°De cada cauce elegido, recorremos al menos entre 500 metros y un kil¨®metro y tomamos fotograf¨ªas y recogemos datos e informaci¨®n sobre la vegetaci¨®n, la estructura del bosque de ribera y su grado de cobertura, las especies que los habitan, tanto por avistamiento y audici¨®n como por seguimiento de rastros y, claro, si hay alguna alteraci¨®n en forma de captaci¨®n, vertido o infraestructura en dominio p¨²blico¡±, precisa Urquiaga.
El trabajo realizado por Ecologistas en Acci¨®n confirma que no hay ning¨²n tramo de r¨ªos manchegos de la cuenca del Guadiana que merezca la consideraci¨®n de reserva natural fluvial, pero s¨ª que hay muchos m¨¢s de uno a partir de los Montes de Toledo. El concepto de ¡°reserva natural fluvial¡± tiene su origen en la Ley 11/2005, que modifica otra ley, la 10/2001, del Plan Hidrol¨®gico Nacional, donde se expresa que se demarcar¨¢n ¡°con la finalidad de preservar, sin alteraciones, aquellos tramos de r¨ªos con escasa o nula intervenci¨®n humana¡±. A continuaci¨®n vino el trabajo del Cedex y, con posterioridad, la incorporaci¨®n de cada lista propuesta en los planes hidrol¨®gicos de cuenca ahora en vigor.
M¨¢s reservas con menos superficie
Algo no se ha hecho bien del todo en la demarcaci¨®n de las reservas naturales fluviales, propuestas a trav¨¦s de los planes hidrol¨®gicos de cuenca, cuando el del Guadiana, con 67.000 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n, tiene solo una designada que abarca 13,6 kil¨®metros y los del Cant¨¢brico (oriental y occidental), con 21.000 kil¨®metros cuadrados, tiene delimitadas 18 reservas que suman una longitud de 267 kil¨®metros.
En total, las nueve confederaciones hidrogr¨¢ficas estatales (no est¨¢ incluida la de las cuencas internas de Catalu?a) han demarcado a trav¨¦s de sus planes 131 reservas naturales fluviales, que abarcan m¨¢s de 2.400 kil¨®metros de r¨ªos. La mayor longitud (686 kil¨®metros) y n¨²mero de reservas (40) corresponde a la del Tajo (686), que al estar por detr¨¢s del Duero y el Ebro en extensi¨®n refleja una mejor conservaci¨®n de sus cauces.
En cuanto a nombres propios, y pensando en que casi siempre la propuesta se refiere a las cabeceras de los r¨ªos, destacan, entre otros, los de Genil, Guadalent¨ªn, Carri¨®n, Urbi¨®n, Lozoya, Jarama, Cuervo, Iruelas, Somiedo, Nansa, Arga, Iregua, Pisuerga, Eresma y Corneja. Llaman la atenci¨®n los 13 kil¨®metros de este ¨²ltimo, afluente del Tormes, que se salvaron recientemente de la explotaci¨®n como agua mineral de su cabecera por parte del Grupo Pascual gracias a una importante contestaci¨®n social.
La lista tambi¨¦n es exigua en otra de las cuencas m¨¢s castigadas por la intervenci¨®n humana, la del Segura, cuyo plan hidrol¨®gico cuenta tambi¨¦n con un solo tramo propuesto, el del r¨ªo Segura aguas arriba del embalse de Anchuricas. En estos momentos el equipo de Ra¨²l Urquiaga trabaja en esta zona. ¡°Nos hemos concentrado en las dos cuencas con mayor d¨¦ficit de reservas y queremos que con la labor realizada se redacte un documento con nuevas propuestas y se culmine en 2015 con un encuentro sobre la gesti¨®n de las reservas naturales fluviales en el que participen entidades e instituciones que est¨¢n trabajando en la conservaci¨®n y protecci¨®n de los r¨ªos¡±, explica.
Una de esas entidades ser¨¢ la Asociaci¨®n para el Estudio y la Mejora de los Salm¨®nidos-R¨ªos con Vida, con cuya experiencia ha contado Ecologistas en Acci¨®n antes de transitar las orillas. Su secretario general, C¨¦sar Rodr¨ªguez, advierte, de entrada, sobre el d¨¦ficit de las actuales propuestas: ¡°No se han hecho con criterios coherentes y amplios, simplemente se limitaron a inventariar las riberas mejor conservadas, pero sin atender a todos los valores naturales, tanto terrestres como acu¨¢ticos, y esa deber¨ªa ser la l¨ªnea a seguir en la redacci¨®n de los nuevos planes hidrol¨®gicos de cuencas¡±. Los actuales se han aprobado con sumo retraso (algunos este mismo a?o), ya que deber¨ªan haber estado vigentes desde 2009 y caducan en 2015, fecha de entrada en vigor de la Directiva Marco del Agua y de la obligaci¨®n de mantener la buena calidad de las aguas continentales.
Para C¨¦sar Rodr¨ªguez, ¡°pr¨¢cticamente todas las cabeceras deber¨ªan tener la consideraci¨®n de reserva natural fluvial, ya que los tramos medios y bajos est¨¢n bastante deteriorados, pero hay que actuar con celeridad porque tampoco est¨¢n exentas de amenazas¡±. En AEMS-R¨ªos con Vida concentran estas amenazas en tres: uso del agua unido a desviaciones de los cauces que se agrava por los efectos del cambio clim¨¢tico y la disminuci¨®n de los caudales naturales; la contaminaci¨®n local, especialmente en verano, con peque?as poblaciones que multiplican el n¨²mero de habitantes pero no cuentan con sistemas de depuraci¨®n apropiados, y las minicentrales hidroel¨¦ctricas, que aprovechan los saltos de agua m¨¢s pronunciados de las cabeceras.
Pedro Brufao, profesor de Derecho Administrativo y analista de pol¨ªticas p¨²blicas, especialmente vinculadas a la gesti¨®n de aguas continentales, sugiere que para evitar estos riesgos y establecer una protecci¨®n efectiva se cumpla otra ley, la del Patrimonio de la Administraciones P¨²blicas. "En ella se establece la figura de las reservas demaniales o de dominio p¨²blico, en las que se tendr¨¢ una plena seguridad jur¨ªdica porque el Estado garantiza la prohibici¨®n de otorgar concesiones para la explotaci¨®n de los tramos fluviales¡±, explica Brufao. Y a?ade: "Existen precedentes de reservaspara fines hidroel¨¦ctricos, mineros o en el litoral, por lo que puede hacerse lo mismo con fines ambientales".
Ecologista en Acci¨®n y AEMS/R¨ªo con Vida reconocen que existe un trabajo de identificaci¨®n y protecci¨®n efectivo en los altos Tajo y Tormes, en la sierra de Gredos y en varios cauces de Las Villuercas (C¨¢ceres), incluido el r¨ªo Almonte, uno de los pocos r¨ªos espa?oles que no tiene ning¨²n tipo de regulaci¨®n (embalse, extracci¨®n, canalizaci¨®n, azudes, etc¨¦tera) en todo su curso. Todos pertenecen a las cuencas del Duero y el Tajo, las dos que junto a la del Ebro, por ser las m¨¢s extensas, tienen un mayor n¨²mero de reservas naturales fluviales demarcadas para su protecci¨®n. La del Tajo tiene 40 y la del Duero, 24. Esta ¨²ltima cuenta con el tramo m¨¢s largo de todos los delimitados en la Pen¨ªnsula, el del r¨ªo Negro y sus afluentes, que abarca 112 kil¨®metros. La Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro tiene marcados 25 tramos.
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