Un antes y un despu¨¦s

La investigaci¨®n judicial del caso Bankia marca un antes y un despu¨¦s en la pol¨ªtica espa?ola. Los partidos que tuvieron representantes en Caja Madrid est¨¢n tomando medidas en las que valoran mucho la necesidad de mostrarse reactivos. Recientemente el PSOE expuls¨® sumariamente a una decena de afiliados que hab¨ªan desempe?ado cargos en esa entidad y usado sus tarjetas opacas, y ahora una persona de tanta relevancia en el Partido Popular como Rodrigo Rato ha pedido la suspensi¨®n de militancia. Todo esto contribuye a crear la sensaci¨®n de que la corrupci¨®n y las pr¨¢cticas abusivas se extienden inconteniblemente, cuando la realidad es que se trata de un ajuste de cuentas con el pasado.

Personas de relevancia en la esfera p¨²blica no pueden esperar comprensi¨®n social cuando se ha sabido que derrochaban el dinero en extravagancias o gastos suntuarios mientras se perd¨ªan los ahorros de decenas de miles de clientes en operaciones de alto riesgo de las cajas de ahorros. Pero es verdad que pueden cometerse injusticias al no distinguir suficientemente entre la responsabilidad de quienes construyeron el sistema que ha permitido las pr¨¢cticas abusivas o fraudulentas y la de los que lo continuaron; entre quienes eran conscientes de que estaban recibiendo dinero negro y los que no. La investigaci¨®n judicial debe aclararlo. Pero la gente ya no soporta la espera de sentencias definitivas, ni siquiera aguarda la imputaci¨®n formal de los implicados. Se entienden los motivos, aunque no deja de inquietar la despreocupaci¨®n por el derecho a la defensa.

Lo positivo es que todo esto apunta una l¨ªnea m¨¢s dura no solo contra la corrupci¨®n, sino respecto de pr¨¢cticas que, delictivas o no, deber¨ªan haber sido aclaradas por los partidos, incluso a trav¨¦s de v¨ªas parlamentarias. Que Rato se aparte del PP no quiere decir que se hayan resuelto las presuntas implicaciones de este partido en la corrupci¨®n: el juez del caso B¨¢rcenas llama ahora a declarar como imputado a ?ngel Acebes, ex secretario general del PP, en la investigaci¨®n por una pieza separada del caso G¨¹rtel ¡ªque, por cierto, lleva seis a?os en tramitaci¨®n¡ª.

La presi¨®n social sobre la pol¨ªtica no se acompasa con los progresos de una maquinaria judicial tan inexorable como lenta. En v¨ªsperas de un a?o electoral, la ejemplaridad en la esfera p¨²blica ha pasado a ser un valor esencial.