Interior pierde los papeles
La valla de Melilla. / (CC)StephaneMGrueso
POR PEIO AIERBE
No. No me refiero a que el ministro se haya convertido en un sin-papeles. Si as¨ª fuera, seguro que cambiaba radicalmente de discurso. Me refiero a los argumentos que utiliza, y que reitera en un art¨ªculo en los medios,para defender la actuaci¨®n policial en las fronteras de Ceuta y Melilla y tratar de justificar la enmienda a la Ley de Extranjer¨ªa que acaban de introducir, con alevos¨ªa y nocturnidad, en el Parlamento aprovechando la inminente aprobaci¨®n de la Ley de Seguridad Ciudadana, argumentos, por otro lado, nada novedosos.
Ya en la primera l¨ªnea de su art¨ªculo identifica la lucha contra la inmigraci¨®n irregular con la lucha contra las organizaciones criminales. Esta equiparaci¨®n se ve agravada al ligarla a la necesidad de proteger las fronteras. Protecci¨®n necesaria porque, al parecer, ¨¦stas se ven amenazadas. Y, ya puestos, afirma nada menos que ¡°todo el acervo de derechos fundamentales se ven comprometidos en los flujos migratorios, incluso cuando se trata de intentos de entrada por v¨ªas ilegales¡±. Si tenemos un se?or ministro del interior que no para en mientes a la hora de presentar ante la opini¨®n p¨²blica a quienes tratan de llegar a Europa como esa terrible amenaza para los derechos fundamentales, est¨¢ claro que las medidas que vaya a implementar van a seguir esa l¨®gica militar.
Crear espacios de ¡°no derechos¡±
En su argumentaci¨®n, trata de sustraer Ceuta y Melilla, bas¨¢ndolo en su ¡°singularidad geogr¨¢fica¡±, de la aplicaci¨®n de la legislaci¨®n nacional y europea. Afirmar que las situaciones que se producen en Ceuta y Melilla ¡°son previas a la aplicaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa y a sus principios y procedimientos¡± es un claro llamamiento a actuar al margen de los derechos y garant¨ªas previstos en las leyes. Y basarlo en que es ¡°la consecuencia misma del concepto de frontera¡± es supeditar las leyes y acuerdos internacionales a la eficacia para hacer infranqueable la frontera. Todas las garant¨ªas previstas, precisamente, para esas situaciones van as¨ª, directamente, al cubo de la basura. Y aunque se haya quedado solo, en el panorama nacional e internacional, afirmando que dichas actuaciones est¨¢n ¡°amparadas hasta ahora en una f¨¦rrea legalidad¡±, no debe tenerlas todas consigo puesto que trata de modificar esa legalidad mediante su propuesta legislativa de ¨²ltima hora en el Parlamento.
Resulta dif¨ªcil, con las innumerables pruebas que vienen aportando en los ¨²ltimos tiempos diversas entidades sociales y medios de comunicaci¨®n, que puedan ser consideradas acordes con la ley las devoluciones a Marruecos de quienes cruzan la valla, sin ninguno de los tr¨¢mites y garant¨ªas legales; por no hablar de los apaleamientos que han mostrado diversos v¨ªdeos. Hasta el punto de que incluso la Fiscal¨ªa de ?rea de Melilla acaba de incoar Diligencias de Investigaci¨®n Penal 17/2014, por los hechos ocurridos el pasado 15 de octubre. Esto es algo hist¨®rico ya que es la primera vez en la historia de Espa?a que la Fiscal¨ªa act¨²a frente a las ¡°devoluciones en caliente¡±.
Est¨¢n perdiendo la batalla
Cuando en un sistema parlamentario, un gobierno se ve obligado a adoptar repetidamente medidas de recorte de libertades es, sencillamente, porque no consigue imponer su pol¨ªtica de una forma ¡°amable¡±. Es lo que estamos viendo en Espa?a en estos ¨²ltimos a?os.
El Partido Popular, en este caso, est¨¢ echando mano de su mayor¨ªa parlamentaria para endurecer las leyes en la confianza de que, de esa manera, podr¨¢ contener la marea social contestataria. Pero cuando la mecha de la revuelta ha prendido, es dif¨ªcil contener las v¨ªas de agua y corren el riesgo de que el barco se les vaya a pique. Hay no pocos estamentos, como el judicial que, ante el clamor de la opini¨®n p¨²blica, est¨¢n virando hacia una aplicaci¨®n de las leyes a aquellos que, hasta ahora, solo eran inmunes a la aplicaci¨®n de las mismas lo que ha llevado a la actual situaci¨®n de nepotismo y corrupci¨®n generalizada.
Y en ese camino de endurecer las leyes al infinito, llevan las de perder. Por un lado, porque hay una protesta creciente en la ciudadan¨ªa que empieza a ser consciente de su poder y de las posibilidades de bajar del caballo a los caballeros que siempre han mirado a la plebe desde la altura. Y por otro, porque, a d¨ªa de hoy, existe todav¨ªa un buen pu?ado de normativas y garant¨ªas jur¨ªdicas que acabar¨¢n echando por tierra, lo que ahora se legisla contrariando las leyes vigentes, la Constituci¨®n y los Tratados internacionales. El problema es el da?o que est¨¢n produciendo hasta que todo eso de sus frutos. Pero no cabe duda de que llegar¨¢.
PEIO AIERBE pertenece a la organizaci¨®nMugak/SOS Racismo
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