Precios de pel¨ªcula

Asociaciones de productores, exhibidores y distribuidores han puesto en marcha una nueva edici¨®n de la Fiesta del Cine, iniciativa que busca atraer p¨²blico hacia la gran pantalla a un precio muy atractivo: 2,90 euros la entrada. En las primeras horas de la promoci¨®n ¡ªque comenz¨® ayer y termina ma?ana¡ª ya se hab¨ªan inscrito en la web donde se solicitan las acreditaciones m¨¢s de 1.300.000 personas, una cifra que indica que a los espectadores les gusta ver cine en pantalla grande.

?Lo que ya les atrae menos es el precio habitual de las entradas: en torno a siete euros de media, aunque se puede disparar hasta los 12 en funci¨®n de los t¨ªtulos, salas y formatos. ?Son tarifas excesivas? El sector ha echado cuentas y ve muy dif¨ªcil bajarlas. Un 24% de lo que paga el espectador son impuestos (21% de IVA y 3% de tasas a entidades de gesti¨®n de derechos de propiedad intelectual), los exhibidores se llevan alrededor del 33% y la cuota de los distribuidores y productoras ronda el 43%. El hecho de que el IVA sea el m¨¢s alto de Europa no parece precisamente un factor alentador para que el sector levante cabeza.

Todos culpan al IVA y a la pirater¨ªa, que causa estragos y es un fen¨®meno in¨¦dito en los pa¨ªses de nuestro entorno, de haber llevado a la industria cinematogr¨¢fica espa?ola al borde del precipicio. Adem¨¢s, hay otro factor asfixiante: el sobredimensionado parque de salas. La tasa media comunitaria es de una pantalla por cada 25.000 habitantes, mientras que en Espa?a es de una por cada 14.000. Y, para colmo, mal repartidas. En algunas capitales de provincia no hay ni un cine, lo que contribuye a acentuar el desequilibrio cultural entre las grandes ciudades y las peque?as, por no hablar de las salas de cine de autor, casi en extinci¨®n.

Boletos a 2,90 euros durante tres d¨ªas no es la soluci¨®n a los colosales problemas del cine, pero es una buena ocasi¨®n para que los aficionados a ver pel¨ªculas pirateadas en la pantalla de un ordenador, salpicadas de rayas y con un p¨¦simo sonido, se acerquen a una sala y noten la diferencia. En un pa¨ªs en el que se venden de media 12 entradas por cada 100 butacas, al menos durante 72 horas lucir¨¢ en las taquillas el cartel de ¡°No hay billetes¡±.