Se ¡®esconde¡¯ la gran mancha solar que ha emitido potentes llamaradas
La estrella est¨¢ en el pico de m¨¢xima actividad del actual ciclo, el 24 desde que empez¨® la observaci¨®n sistem¨¢tica en 1755
La gran mancha solar AR12192, que ¨²ltimamente ha producido potentes llamaradas, se ha escondido al entrar en la cara de la estrella invisible desde la Tierra. Siguiendo la rotaci¨®n del Sol (27 d¨ªas tarda en cumplir un giro completo), la mancha puede aparecer dentro de un par de semanas por el otro lado, pero habr¨¢ cambiado y no se sabe predecir de antemano c¨®mo ser¨¢ entonces. Con un di¨¢metro de unos 125.000 kil¨®metros, casi el de J¨²piter, la AR12192 es la mayor mancha de este tipo registrada desde hace 24 a?os y la semana pasada gener¨® cuatro fulguraciones del nivel X, el m¨¢s alto de la clasificaci¨®n. El Sol se encuentra en el pico de actividad de su actual ciclo de 11 a?os, que hace el n¨²mero 24 desde que se inici¨® su registro sistem¨¢tico, en 1755.
¡°La Regi¨®n Activa 12192, la mayor desde el 18 noviembre de 1990, est¨¢ pr¨¢cticamente fuera de visibilidad ahora¡±, anunci¨® el d¨ªa 30 el Centro de Predicci¨®n del Tiempo Espacial (SWPC), de la Agencia Nacional de Oc¨¦ano y Atm¨®sfera (NOAA) estadounidense. ¡°La AR 12192 no produjo ninguna tormenta de radiaci¨®n en direcci¨®n a la Tierra ni eyecci¨®n de masa de la corona solar significativa, durante su tr¨¢nsito por la cara visible del Sol y ahora, en la cara oculta, el riesgo ha desaparecido¡±. Sin embargo, se pueden producir m¨¢s destellos durante unos d¨ªas debido a los bucles que se forman en altura sobre la mancha. Adem¨¢s, advierte el SWPC, pueden producirse tormentas solares si hay alguna otra erupci¨®n, pero de momento ¡°solo se aprecian peque?as manchas dispersas en el disco solar, en claro contraste con la situaci¨®n hace una semana¡±. El ciclo 24, a¨²n con un segundo pico de actividad estos d¨ªas, tras el registrado a finales del a?o pasado, est¨¢ siendo ¡°modesto¡± en comparaci¨®n con los ¨²ltimos ciclos.
¡°No terminamos de entender el origen de los ciclos solares (con las manchas), que hemos comprobado que se producen tambi¨¦n en otras estrellas¡±, explica Jos¨¦ Carlos del Toro, investigador del CSIC en el Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa (IAA). ¡°Pero tenemos indicios indirectos de los ciclos del Sol desde hace unos 20.000 a?os por las concentraciones de is¨®topos radiactivos de berilio y de carbono en hielos de la Ant¨¢rtida y el ?rtico¡±, contin¨²a este especialista en f¨ªsica solar. Se remontan hasta Galileo Galilei las observaciones de las manchas en la superficie de la estrella, manchas que son zonas oscuras, de temperatura inferior a la de su entorno y con intensos campos magn¨¦ticos. Su cantidad determina el ciclo solar, llegando a apreciarse hasta un par de centenares durante los m¨¢ximos y pr¨¢cticamente ninguna en los m¨ªnimos. El ciclo 24, el actual, comenz¨® hace cinco a?os y durar¨¢ hasta 2020.
Riesgos para sat¨¦lites y aviones
Seg¨²n el Centro de Predicci¨®n del Tiempo Espacial, de la Administraci¨®n de oc¨¦ano y Atm¨®sfera (NOAA) estadounidense, diferentes sectores de actividad en la Tierra son susceptibles de sufrir los efectos negativos de las eyecciones de materia de la corona del Sol:
- El sistema GPS, especialmente para las aplicaciones de alta precisi¨®n, puede resultar afectado cuando las erupciones de la estrella perturba la ionosfera terrestre y altera las caracter¨ªsticas de las ondas que la atraviesan.
- El bombardeo de part¨ªculas solares muy energ¨¦ticas, cuando se producen eyecciones de materia de la corona afecta a la alta atm¨®sfera terrestre, donde operan los sat¨¦lite de ¨®rbita baja, aumentando la resistencia aerodin¨¢mica de los mismos, por lo que puede variar su ¨®rbita y provocar un consumo extra de combustible para recuperarla. Los sat¨¦lites que est¨¢n a gran altura pueden sufrir las perturbaciones debidas al incremento de la radiaci¨®n solar.
- Durante las tormentas magn¨¦ticas fuertes, las redes el¨¦ctricas pueden resultar afectadas por la penetraci¨®n de corrientes inducidas indeseadas.
- Los aviones comerciales no pueden volar sobre los polos terrestres durante las tormentas magn¨¦ticas solares o de radiaci¨®n ya que estas penetran precisamente por los casquetes polares (de ah¨ª las auroras) y pueden dejar sin comunicaciones a las aeronaves o comprometer la precisi¨®n de sus sistemas de navegaci¨®n.
Las llamaradas o fulguraciones de radiaci¨®n que emiten las manchas se clasifican por su intensidad y la AR 12192 ha generado, desde el 20 de octubre, 64 destellos de nivel C (medio), 22 de nivel M (m¨¢s alto) y seis de nivel X, el m¨¢s alto. El X, a su vez, se clasifica en grados de potencia, con el 2 duplicando en intensidad al 1 y el 3 triplic¨¢ndolo, y el destello de AR 12192 del pasado 24 de septiembre fue un X3,1. A menudo, van asociadas a eyecciones de materia que, sobre todo cuando est¨¢n directamente orientas hacia la Tierra, pueden afectar seriamente a los sat¨¦lites, a las comunicaciones y a las centrales el¨¦ctricas, incluso pueden ser peligrosas para los astronautas, que deben evitar cualquier actividad fuera del veh¨ªculo espacial durante estos episodios de la estrella.
De ah¨ª el enorme inter¨¦s en desarrollar m¨¦todos eficaces para predecir la actividad solar con anticipaci¨®n suficiente. Hay que tener en cuenta que la radiaci¨®n de la estrella, a la velocidad de la luz, llega en ocho minutos a la Tierra, y la masa expulsada de la corona a alt¨ªsimas velocidades, entre uno y tres dias. Las tormentas magn¨¦ticas solares, combinaciones de fulguraciones con eyecciones de masa de la corona, generan las tormentas geomagn¨¦ticas en la Tierra y las espectaculares auroras sobre los polos.
Adem¨¢s de los telescopios solares terrestres, las agencias espaciales tienen varios observatorios situados estrat¨¦gicamente para ver constantemente la estrella, 24 horas al d¨ªa, como el veterano SOHO (de la NASA y la Agencia Europea del Espacio, ESA) o el SDO y la misi¨®n STEREO, de la NASA, o el Hinode japon¨¦s. La informaci¨®n que adquieren estos equipos permite vigilar y conocer mejor la estrella del Sistema Solar y ayuda a ir perfilando modelos de predicci¨®n de su comportamiento.
¡°Aunque las manchas solares producen solo efectos menores en las emisiones del Sol, la actividad magn¨¦tica que acompa?a a esas manchas puede produce cambios dram¨¢ticos en los niveles de emisi¨®n en ultravioleta y en rayos X¡±, se?ala David Hathaway, experto en f¨ªsica solar en el Centro de Investigaci¨®n Ames de la NASA. Esos cambios en el ciclo solar tienen consecuencias importantes en la alta atm¨®sfera terrestre, a?ade.
Desde luego, el ciclo solar de 11 a?os (entre diez a?os y medio y 12 la inmensa mayor¨ªa) responde a mecanismos internos de la estrella y hay varias teor¨ªas que intentan explicarlo. ¡°Hay un efecto de dinamo entre la convecci¨®n y la rotaci¨®n en el interior del Sol¡±, comenta Del Toro. Y explica ese efecto con un s¨ªmil: ¡°En la dinamo de una bicicleta, la fricci¨®n del eje de la dinamo con la rueda mueve un im¨¢n que genera la corriente el¨¦ctrica que alumbra la bombilla; al contrario, si tienes part¨ªculas cargadas en movimiento circular o helicoidal, como en la convecci¨®n solar, puedes generar campos magn¨¦ticos que se manifiestan en la superficie de la estrella de muchas maneras, pero la m¨¢s llamativa son las manchas¡±. ¡°Los destellos, las eyecciones de masa de la corona y las part¨ªculas solares energ¨¦ticas¡ todas ellas se incrementan en el m¨¢ximo solar¡±, afirman los expertos del SWPC.
En realidad el ciclo de las manchas de once a?os es la mitad del ciclo magn¨¦tico de 22 a?os, per¨ªodo que tarda en invertirse la polaridad norte/sur del Sol. ¡°Desde luego se trata del mismo fen¨®meno, las manchas son manifestaciones del ciclo magn¨¦tico¡±, pero los cient¨ªficos a¨²n no conocen con precisi¨®n el proceso.
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