Ashton Kutcher compra los ¡®dominios¡¯ de su hija
El actor, hiperactivo en Internet, est¨¢ obsesionado con proteger la identidad digital de la reci¨¦n nacida

Antes de interpretar la ic¨®nica figura de Steve Jobs en su primer biopic, Ashton Kutcher ya hab¨ªa dado muestras de su ferviente inter¨¦s por la tecnolog¨ªa. Y aunque ahora su reciente paternidad le ha cambiado la vida, sigue sin perder el ancla en el ciberespacio. Al contrario. En una sentida entrevista en la televisi¨®n estadounidense, el actor le explic¨® el presentador Conan O¡¯Brien c¨®mo lo primero que quiso hacer al nacer su primera hija -fruto de su relaci¨®n con la tambi¨¦n actriz Mila Kunis- fue llamar sus padres para disculparse por no saber lo mucho que le quer¨ªan.
Luego se le pas¨® por la cabeza otra idea m¨¢s pragm¨¢tica y decidi¨® preservar la ciberidentidad de su primera hija. El nombre de la peque?a, de menos de un mes, Wyatt Isabelle (el primer nombre elegido por consenso y el segundo como tributo a la abuela de la madre), ya tiene cuenta de correo, Twitter, Instagram y comprados todos los dominios con su nombre y todos los servicios que se le ocurrieron a Kutcher. ¡°?No quiero un sitio de pornograf¨ªa con el nombre de mi hija!¡±, se justific¨® entre risas, unas reales y otras enlatadas.
El int¨¦rprete de pel¨ªculas como El efecto mariposa o la serie Dos hombres y medio -que le ha convertido en el actor mejor pagado de la televisi¨®n- siempre ha presumido de gestionar ¨¦l mismo sus perfiles en redes sociales. En ocasiones, hasta ha presumido de popularidad. En 2009 lanz¨® un reto a CNN: ver qui¨¦n llegaba antes al mill¨®n de seguidores. Gan¨® ¨¦l. La cadena de televisi¨®n intent¨® maquillarlo, si sumaban las 45 cuentas que ten¨ªan entonces, el resultado era de 1,3 millones. Kutcher hoy supera los 16 millones de seguidores. A pesar de su entusiasmo y af¨¢n por compartir much¨ªsimos momentos de su vida m¨¢s personal en la Red (lleg¨® a publicar una imagen de su ex Demi Moore semidesnuda mientras le planchaba una camisa), el actor no ha publicado una sola imagen en la que aparezca la peque?a Wyatt.

Interpretar a Steve Jobs y aparecer p¨²blicamente con los productos con el logo de la manzana no ha impedido que utilice su imagen para apoyar, con un suculento contrato de por medio, a Lenovo. La firma china, l¨ªder en ordenadores personales, compr¨® la marca ThinkPad y la divisi¨®n de inform¨¢tica a IBM. Su entrada en el mundo t¨¢ctil, con m¨®viles y tabletas Android, ha sido de la mano del actor. Cuenta, como un trabajador m¨¢s, con tarjeta de acceso en la que se le acredita como ingeniero de producto. No es el ¨²nico famoso que toma un papel similar con un fabricante. Alicia Keys fue durante dos a?os directora creativa de Blackberry, aunque le pillaron tuiteando desde un iPhone. Will.i.am, el l¨ªder de los Black Eyed Peas, hace lo propio en Intel. As¨ª como Lady Gaga en Polaroid.
Como inversor tiene un papel relevante en firmas reconocidas como Skype o Airbnb, pero tambi¨¦n una interesante cartera de capital riesgo en startups. Entre ellas, dos especialmente pol¨¦micas: Uber, la pesadilla de los taxistas, y Secret, dedicada a compartir informaci¨®n confidencial y que ya ha sido prohibida en Brasil. Una muestra de su olfato fue la apuesta por Social Cam en abril de 2012, fundada con el apoyo de 35 bussiness angel, inversores que ofrecen su dinero cuando solo se trata de una idea incipiente. Tres meses despu¨¦s contaba con 50 millones de usuarios y pas¨® a manos de Adobe por 60 millones d¨®lares. Su fondo, compartido con Guy Oseary, un veterano en Silicon Valley, y Ron Burkle, productor del primer disco de Alanis Morrisette, tiene una valoraci¨®n superior a los 100 millones de d¨®lares. Es posible que no todo el m¨¦rito y la intuici¨®n sean suyas, pero s¨ª sabe de qui¨¦n rodearse.
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