Hacer las cosas bien

La gesti¨®n de la presi¨®n migratoria sobre Ceuta y Melilla ha provocado la intervenci¨®n de la UE ante la sospecha de que Espa?a pueda estar vulnerando la legislaci¨®n comunitaria. Cecilia Malmstr?m, que acaba de dejar de ser comisaria de Interior, envi¨® hace unos d¨ªas al ministro de Interior una dura carta en la que exig¨ªa explicaciones por el contenido de un v¨ªdeo que muestra c¨®mo agentes espa?oles golpean a un inmigrante, este cae inconsciente y, sin recibir atenci¨®n m¨¦dica ni asistencia legal, es devuelto a Marruecos. Interior sostiene que la actuaci¨®n policial ante los intentos de asalto a las vallas ha sido proporcionada y ajustada a derecho. El coronel de la Guardia Civil que estaba al frente de algunos de estos operativos se encuentra imputado por contravenir la normativa vigente en materia de inmigraci¨®n y extranjer¨ªa.

La comisaria Malmstr?m deplora que pueda producirse en una frontera europea ¡°un incidente tan perturbador¡± y pide que se abra una investigaci¨®n. Considera que se han podido vulnerar el C¨®digo de Fronteras del espacio de libre circulaci¨®n de Schengen, la directiva europea sobre procedimientos de asilo y retorno y la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Tambi¨¦n el comisario de Derechos Humanos hab¨ªa pedido una investigaci¨®n relacionada con los mismos hechos.

El Gobierno deber¨ªa tomarse en serio la reprimenda y atender la advertencia de la carta sobre el proyecto de reforma que pretende legalizar las llamadas devoluciones en caliente. Son numerosas las voces que, desde instancias pol¨ªticas y jur¨ªdicas, advierten de que este tipo de expulsiones vulneran los tratados internacionales.

Administrar la enorme presi¨®n migratoria que soportan los pa¨ªses del sur de Europa no es sencillo, pero hay que encontrar f¨®rmulas que sean a la vez justas y eficaces. La responsabilidad no concierne solo a los pa¨ªses que tienen esas fronteras: toda Europa tiene que asumir el reto. Por eso hay que saludar que la UE haya puesto en marcha la Operaci¨®n Trit¨®n para ayudar a Italia ante la presi¨®n inmigratoria. Los medios que se le han asignado son, sin embargo, insuficientes y el alcance muy limitado: los responsables han dejado claro que su misi¨®n es proteger las fronteras y, ¡°solo si es necesario¡±, atender naufragios.

Se trata de un planteamiento poco respetuoso con los derechos humanos. Y resulta especialmente lacerante si se tiene en cuenta que, desde la tragedia de Lampedusa en octubre de 2013, se han ahogado m¨¢s de 3.000 extranjeros y que la Operaci¨®n Mare Nostrum desplegada por Italia ha recogido a m¨¢s de 150.000 inmigrantes en alta mar. Por esa raz¨®n, resulta inadmisible la posici¨®n ¡ªcon aroma electoralista¡ª del primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, que ha anunciado que Reino Unido no participar¨¢ en operaciones europeas de b¨²squeda y rescate de inmigrantes. El argumento de que el rescate de n¨¢ufragos act¨²a como efecto llamada, adem¨¢s de ser falaz, denota una gran falta de humanidad.