Los menores sufren menos depresi¨®n y ansiedad pero son m¨¢s hiperactivos
Un estudio canadiense que incluye a 30.000 personas sugiere que la mayor¨ªa de las dolencias psiqui¨¢tricas, como la depresi¨®n o los impulsos suicidas, han descendido
"Los medios de comunicaci¨®n tienden a perpetuar la idea de que la prevalencia de trastornos mentales est¨¢ creciendo¡±, afirma Ian Colman, Presidente de Investigaci¨®n de Canad¨¢ en Epidemiolog¨ªa de Salud Mental. ¡°Sin embargo, la investigaci¨®n que apoya esta posici¨®n no ha sido consistente¡±, a?ade en un art¨ªculo publicado en el Canadian Medical Association Journal. Para tratar de comprobar si esta percepci¨®n sobre la salud psiqui¨¢trica es cierta, Colman y su equipo analizaron informaci¨®n sobre este aspecto obtenida durante diez a?os en un estudio que incluye a 11.725 ni?os de 10 a 11 a?os, 10.574 de 12 a 13 y 9.835 de 14 a 15. Los resultados sugieren que estas dolencias no est¨¢n aumentando sino m¨¢s bien al contrario.
Entre los ni?os de entre 10 y 13 a?os, los s¨ªntomas de depresi¨®n y ansiedad no cambiaron significativamente y entre los de 14 y 15 se encontr¨® incluso un leve descenso. La agresividad f¨ªsica y a otros aspectos de agresividad indirecta, como el comportamiento manipulador, descendi¨®, algo que tambi¨¦n sucedi¨® con la prevalencia del comportamiento suicida. El ¨²nico problema que registr¨® un incremento fue la hiperactividad entre los 10 y los 13 a?os.
El ¨²nico problema que registr¨® un incremento fue la hiperactividad
Adem¨¢s de ser un resultado optimista, con muchas similitudes a lo que cabr¨ªa esperar en otros pa¨ªses desarrollados, este an¨¢lisis, que choca con otros trabajos que s¨ª encontraron un incremento en el impacto de las enfermedades mentales en ni?os y adolescentes, muestra la dificultad para medir estas dolencias. Un estudio brit¨¢nico mencionado por Colman y su equipo, por ejemplo, mostr¨® que mientras los diagn¨®sticos de depresi¨®n descend¨ªan, la incidencia de los s¨ªntomas depresivos detectados por los m¨¦dicos se multiplicaron por tres entre 1996 y 2006. ¡°Estos cambios pueden no representar un cambio real en las tasas de depresi¨®n o los s¨ªntomas depresivos, sino un cambio en la pr¨¢ctica cl¨ªnica¡±, explican.
Tambi¨¦n existen diferencias importantes en la forma de medir los problemas mentales. Algunos se basan en el diagn¨®stico de profesionales, otros en entrevistas cara a cara y otros se basan en informes de padres o profesores sobre el comportamiento de los ni?os. En este ¨²ltimo estudio, la informaci¨®n se obten¨ªa de cuestionarios respondidos por los propios ni?os y adolescentes.
Acabar con el estigma
Uno de los aspectos que puede explicar estas diferencias es la reducci¨®n del estigma en torno a la enfermedad mental y un mayor conocimiento sobre estas dolencias. ¡°Al aumentar el conocimiento sobre salud mental, los padres y cuidadores tienen m¨¢s probabilidades de detectar estos problemas en los ni?os y dirigirlos a profesionales¡±, afirman los autores. ¡°Esto puede explicar por qu¨¦ los estudios que emplean informaci¨®n de padres y profesores muestran un incremento en las tasas de enfermedad mental en ni?os y adolescentes, y por qu¨¦ las tasas de problemas mentales diagnosticados han crecido en los ¨²ltimos a?os¡±, concluyen.
Pese a los resultados, que, en general, son positivos, los autores recuerdan que estudios recientes muestran que la mayor parte de los j¨®venes que sufren enfermedades mentales no est¨¢n accediendo a tratamientos y que es necesario reducir las barreras que dificultan a los j¨®venes con problemas buscar ayuda. Por ¨²ltimo, los investigadores concluyen que los avances en diagn¨®stico y tratamiento de la enfermedad mental pueden estar detr¨¢s de los descensos de los s¨ªntomas que se han observado.
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