?Pueden las descargas de una cuchara el¨¦ctrica sustituir a la sal?
Un equipo de investigadores crea un utensilio que consigue provocar sensaciones de salado, amargo, agrio o dulce
El f¨²turo de la gastronom¨ªa no pasa solo por el simp¨¢tico robot que nos sirve la cena que nos prometi¨® el cine de ciencia-ficci¨®n de los cincuenta. Es m¨¢s, estos ser¨ªan unas innovaciones menores comparadas con otras que nos ahorrar¨ªan ingerir ciertos alimentos antip¨¢ticos para el organismo (la sal, el az¨²car...) sin condenarnos a una vida de cenas sosas y olvidables. Y estas ya est¨¢n llegando poco a poco: tenedores que desprenden aromas, cucharas que salan nuestras comidas o sabores que podr¨¢n descargarse de una base de datos y ser incorporados a los cubiertos para que podamos degustarlos en los platos sin pasar por los fogones.
Lo de los sabores digitales suena estramb¨®tico, pero es el objetivo que se han marcado desde la New York University de Abu Dhabi. Lo est¨¢n consiguiendo con inventos tan sorprendentes como una cuchara que a trav¨¦s de la electricidad consigue que las comidas sepan saladas mediante un mecanismo mitad intrigante mitad aterrador: el utensilio crea los sabores en la lengua del usuario con descargas el¨¦ctricas y las distintas frecuencias de los chispazos de ondas provocan las consecuentes impresiones de que lo que se toma es salado, dulce, agrio o amargo.
Desarrollada por el cient¨ªfico Nimesha Ranasinghe y su equipo, la cuchara, que han llamado taste +, es la evoluci¨®n de una piruleta el¨¦ctrica que presentaron en 2013, a su vez evoluci¨®n de una interfaz hoy, vista con perspectiva, ya algo rudimentaria. Tambi¨¦n han desarrollado una botella con un hardware similar y tanto la cuchara como la botella incluyen luces de colores, azules para el sabor salado, por ejemplo, para aumentar la percepci¨®n de intensidad del sabor cuando se ingiere la comida o el l¨ªquido correspondiente.
¡°El sabor no es s¨®lo sabor. Es una sensaci¨®n multisensorial y necesitamos los olores, colores, experiencias previas, texturas¡±, ha declarado Ranasinghe en la revista New Scientist. ¡°Estoy intentando integrar los distintos aspectos de esas sensaciones¡±, afirma.?El cubierto est¨¢ en principio ideado para aquellas personas como hipertensos o diab¨¦ticos que no pueden salpimentar o edulcorar sus platos consigan darle m¨¢s sabor a las comidas pero visto lo r¨¢pido que ha desarrollado todos sus utensilios, no nos extra?ar¨ªa que en dos a?os el equipo de este cient¨ªfico lanzara un prototipo de cuberter¨ªa que incluyera todos esas funciones sensoriales.
El invento abre un mundo de posibilidades hasta ahora desconocidas y quiz¨¢ en el futuro nos veamo sabore¨¢ndo a trav¨¦s de estos dispositivos lo que cocinan en directo los concursantes de talent shows culinarios. O incluso probar si las recetas de nuestros cocineros favoritos de la tele salen tan bien como aseguran. ?Qu¨¦ pensar¨¢n popes como Ferr¨¢n Adri¨¤ de la posibilidad de un cocido a la madrile?a virtual?
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