Jorge Javier se queda con la copla
El presentador de Telecinco produce el musical 'Miguel de Molina al desnudo' ?ngel Ruiz interpreta al gran cantante del siglo XX, represaliado por gay
Del gran jefe Paolo Vasile para abajo, toda la n¨®mina de estrellas, luceros y enanas marrones de Telecinco ¡ªque haberlas, haylas¡ª se constel¨® la noche del martes para aportar su cuota de pantalla, perd¨®n, brillo, al astro rey de la casa. Jorge Javier V¨¢zquez, presentador emblem¨¢tico de la cadena, se estrenaba como productor de espect¨¢culos y all¨ª estaban sus c¨¦lebres colegas arrop¨¢ndole como un solo mascar¨®n de proa.
As¨ª, la platea del teatro Infanta Isabel de Madrid, donde se representa hasta el 23 de diciembre el musical Miguel de Molina al desnudo, parec¨ªa un remix de los plat¨®s de S¨¢lvame, Qu¨¦ tiempo tan feliz y Gran Hermano con todos sus egos juntos y revueltos. La noticia fue que sus respectivos figurones y figurantes aguantaron calladitos por una vez en la vida la hora y media en la que ?ngel Ruiz, autor, actor y cantante del libreto, relata, interpreta y canta con notable gusto la vida y obra del gran cl¨¢sico de la copla del siglo XX.
La agreste cabellera blanca de Vasile, de esas que brota con ansia del cr¨¢neo y hay que recortar con segadora, refulg¨ªa en la oscuridad del patio de butacas mientras re¨ªa complacido las gracias de Ruiz sobre el escenario. Antes, lo m¨¢s florido de sus empleados, desde Mercedes Mil¨¢ a Emma Garc¨ªa, hab¨ªa acudido a rendirle pleites¨ªa a esta especie de padre y patr¨®n a la italiana que es, seg¨²n confirman los interesados, el consejero delegado de Mediaset Espa?a. Justo en la fila de delante, las melenas de Mar¨ªa Teresa Campos y Edmundo Arrocet, Bigote ?dem para el mundo, compet¨ªan en tinte, cardado y volumen.
De Paolo Vasile para abajo, la platea parec¨ªa un plat¨® de Mediaset
La Campos, generosa, quiso regalarle a su compa?ero y disc¨ªpulo V¨¢zquez la exclusiva de su presentaci¨®n oficial como nuevos decanos de los novios de Espa?a. Ni que decir tiene que la llegada de los t¨®rtolos al reglamentario photocall de celebridades del acontecimiento no tuvo nada que envidiarle al sagrado advenimiento de Beyonc¨¦ y Jay-Z a los Grammy. Como que le robaron plano hasta a la propia sangre de su sangre, Terelu y pareja, que parec¨ªan regocijadamente resignados en su papel de comparsas a mayor gloria de su madre biol¨®gica y pol¨ªtica.
Lo que qued¨® acreditado, en cualquier caso, es el poder de convocatoria del productor de la obra. Sobre todo, el poder, seg¨²n confiesa ¨¦l mismo. ¡°El peque?o dictador¡±, como se autodenomina V¨¢zquez haciendo seguramente bandera del exabrupto que ha escuchado muchas veces, hab¨ªa marcado personalmente todos y cada uno de los m¨®viles de los invitados y les hab¨ªa ¡°conminado¡± a acudir ¡°s¨ª o s¨ª¡± a la cita. Albert Rivera, l¨ªder de Ciudadanos, y Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, se sintieron tambi¨¦n lo suficientemente tentados como para aceptar el guante y hacerse la foto con el presentador de S¨¢lvame, un profesional y un programa cuya sola menci¨®n genera pol¨¦mica. De Pedro S¨¢nchez, el secretario general del PSOE que os¨® llamarle en directo durante la emisi¨®n del espacio, no hubo, sin embargo, noticias.
V¨¢zquez, reconoce, se est¨¢ dejando ¡°la piel en el pellejo¡±, como dec¨ªa la exmiss Espa?a Sof¨ªa Mazagatos, por promocionar la obra. Ya tiene encargada, dice, una camisa a medida ¡ª¡°las camisetas me quedan muy ordinarias¡±¡ª con el cartel de la misma siguiendo el ejemplo de Santiago Segura como hombre anuncio de la saga de Torrente. Se juega, aparte de los cuartos ¡ªuna cantidad respetable que no especifica por expreso deseo de su asesor fiscal¡ª y el amor propio, su apasionado amor al arte. ¡°Mira, chica¡±, confiesa, ¡°ya s¨¦ que lo de invertir en las tablas puede sonar suicida, y yo no tengo ni idea de n¨²meros. Pero precisamente por eso, he decidido hacer lo que me da la gana y apostar por lo que me gusta¡±.
Y lo que le ha arrobado a tal punto ha sido Miguel de Molina al desnudo. La obra que ?ngel Ruiz, veterano actor, cantante, maestro de artistas y profesor en El laboratorio de la voz, la escuela esc¨¦nica fundada por V¨¢zquez hace dos a?os, ha escrito bas¨¢ndose en la biograf¨ªa del artista hom¨®nimo.
Miguel de Molina (M¨¢laga, 1908; Buenos Aires, 1993) rivaliz¨® en estilo y personalidad como int¨¦rprete de copla con la mism¨ªsima Concha Piquer hasta que, en 1942, acosado y represaliado por homosexual y republicano por los jerarcas franquistas, se sinti¨® obligado a emigrar a Argentina. All¨ª reposan sus restos, en el cementerio de La Chacarita, donde fue enterrado un a?o despu¨¦s de ser rehabilitado oficialmente por sus compatriotas mediante la concesi¨®n por el Gobierno socialista de la Orden de Isabel La Cat¨®lica.
Mar¨ªa Teresa Campos oficializ¨® su noviazgo con Bigote Arrocet
La peripecia vital y art¨ªstica de un hombre ¨²nico ¡ª¡°mariquita¡±, le gritaban los catetos en seg¨²n qu¨¦ teatros. ¡°Maric¨®n, que suena a b¨®veda¡±, respond¨ªa ¨¦l, con todo su aplomo¡ª es la que relata, recrea y canta ?ngel Ruiz en escena. Un tipo, Ruiz, bregado en mil tablas, capaz de ventilarse a capela o con el contrapunto del piano, coplones de la talla de Ojos verdes, La bien pag¨¢ y Trini¨¢, sin despeinarse el caracolillo de atrezzo.
Ese fue el espect¨¢culo que le cerr¨® la boca a Bel¨¦n Esteban, los Kikos, y Rosa Benito, que no se callan ni debajo del agua, mientras el supercapo Vasile parec¨ªa canturrear por lo bajinis Na te pido, na te debo. En uno de los palcos, Karmele Marchante y Carmen Lomana ofrec¨ªan sus perfiles de esfinge a la mirada de los cotillas. Sentada entre ambas, Conchita P¨¦rez, estricta gobernanta del Pol¨ªgrafo Deluxe, trataba de discernir sin la ayuda de su herramienta cu¨¢l de las dos est¨¢ m¨¢s intervenida, y no precisamente por el Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria.
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