El imperio del PowerPoint

?Record¨¢is aquellas clases de hace pocos a?os en las que los profesores eran grandes oradores que pod¨ªan pasarse casi dos horas hablando y los alumnos los escuchaban y tomaban apuntes, en general, atentos? Digo record¨¢is porque ya casi no se ven profesores as¨ª. La aparici¨®n del PowerPoint ha sido como un virus que ha mutado la gen¨¦tica de la docencia acad¨¦mica. La mayor¨ªa de los profesores llegan a clase, encienden el proyector, abren el archivo PowerPoint de los apuntes y, b¨¢sicamente, leen. La pantalla y el profesor se confunden. Yo no s¨¦ si es que se han acomodado en la v¨ªa f¨¢cil de dar clases o es que las slides solo han dejado en evidencia una incompetencia generalizada. Sea como fuere, profesores que est¨¦is leyendo esto: no nos gustan las clases en que los apuntes del PowerPoint y lo que explic¨¢is son pr¨¢cticamente lo mismo. Para eso leer¨ªamos los apuntes en casa, en el sof¨¢ y con una taza de caf¨¦ en la mano. ?Quer¨¦is nuestra atenci¨®n? Trabaj¨¢roslo. Nos interesamos y prestamos atenci¨®n cuando no necesit¨¢is de una pantalla con todo expl¨ªcitamente detallado para dar clase, cuando nos aport¨¢is informaci¨®n interesante, contundente, cautivadora. Profesores con esp¨ªritu, ?d¨®nde est¨¢is? Os echamos de menos.¡ª Ana?s Calabuig Rold¨¢n.