Actuaci¨®n inhumana
Trasladar a los inmigrantes en un cami¨®n del servicio de limpieza es impropio de un pa¨ªs civilizado
El trato dado a los 23 inmigrantes llegados esta semana en patera a la playa canaria de Maspalomas demuestra que tan necesario como luchar contra el virus del ¨¦bola es evitar que se propague la epidemia del miedo. Los sin papeles fueron evacuados en un cami¨®n volquete ¡ªde los que se utilizan para el servicio de limpieza¡ª tras permanecer durante m¨¢s de cinco horas abandonados en la arena bajo el sol ante el temor de que alguno de ellos, con signos de fiebre alta, pudiera estar infectado.
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Adem¨¢s de inhumano, el traslado en esas condiciones fue bochornoso e impropio de un pa¨ªs civilizado. Por mucho que se alegue que los inmigrantes se encontraban en una zona de dif¨ªcil acceso para los veh¨ªculos de emergencia sanitaria, no es de recibo que se vulneren de manera tan palmaria los m¨¢s elementales derechos. Despu¨¦s de la r¨¢pida reacci¨®n de la Cruz Roja ¡ªque s¨ª estuvo a la altura de las circunstancias¡ª la polic¨ªa, provista de mascarillas y guantes, se limit¨® a trazar un virtual cord¨®n de seguridad para evitar riesgos. Como en tantas ocasiones, las instituciones involucradas en esta lamentable actuaci¨®n se han esforzado en eludir su responsabilidad alegando la falta de protocolos para los casos de inmigrantes que llegan a las costas espa?olas. Aunque para descartar el ¨¦bola lo primero que debe empezar por hacerse es algo tan sencillo como una encuesta epidemiol¨®gica con una pregunta simple a los sospechosos: ?han estado en los ¨²ltimos 21 d¨ªas en Liberia, Sierra Leona o Guinea Conakry?
Para luchar contra el ¨¦bola dentro y fuera de Espa?a, el Gobierno anunci¨® ayer que destinar¨¢ otros 21 millones de euros con los que financiar intervenciones humanitarias en los pa¨ªses afectados, dar apoyo log¨ªstico a las organizaciones internacionales y adquirir material de protecci¨®n y aislamiento. Tan importante como una inyecci¨®n econ¨®mica es que ante situaciones como las de Maspalomas se imponga la cordura.
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