Cambiar el rumbo frente a la crisis

Hoy y ma?ana se re¨²nen en Brisbane, Australia, los l¨ªderes del G20. El denominado G20Sindicalha dirigido a la cumbre un mensaje que puede resumirse as¨ª: es imprescindible cambiar el rumbo de las pol¨ªticas frente a la crisis y el enfoque que gu¨ªa la globalizaci¨®n.

Las propuestas que se concretaron en las cumbres del G20 de Londres y Pittsburg, especialmente en relaci¨®n con temas como el empleo y la regulaci¨®n financiera internacional, no se consolidaron posteriormente. Los consensos alcanzados sobre la necesidad de transformar el sistema financiero quedaron relegados a comienzos de 2010, tras la crisis griega. Los rescates p¨²blicos a los bancos transformaron una crisis financiera en una de deuda y los Gobiernos europeos y el FMI impusieron un camino de austeridad fiscal y deflaci¨®n competitiva a trav¨¦s del desmantelamiento de derechos y protecciones sociales.

Seis a?os despu¨¦s del comienzo de la crisis, el d¨¦ficit de empleo ha aumentado ¡ªtan s¨®lo en cuatro pa¨ªses del G20 el paro ha descendido o se ha recuperado a niveles precedentes¡ª, el trabajo informal se ha incrementado y los empleos precarios han aumentado significativamente, tambi¨¦n en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, como Alemania, EE UU y Reino Unido.

A su vez, la desigualdad de ingresos se ha disparado. En los pa¨ªses industrializados el paro y la desigualdad han afectado profundamente la demanda agregada, las inversiones y el crecimiento. El coste econ¨®mico de las desigualdades est¨¢ siendo enorme, pero lo m¨¢s grave de todo es que afecta de lleno al contrato democr¨¢tico. El aumento de la vulnerabilidad, el deshilachamiento de las clases medias, el incremento de trabajadores y pensionistas pobres o la falta de perspectivas para los j¨®venes se traduce en populismo y desafecci¨®n pol¨ªtica.

En la lucha por la sostenibilidad medioambiental, el ¨²ltimo informe del Grupo de Expertos Intergubernamentales sobre el Clima (GIEC) alza el tono de alarma. Recuerda que no hay excusas para no actuar e insta a llegar a la firma de un acuerdo mundial a finales de 2015, que comprometa a todos los pa¨ªses emisores de gases de efecto invernadero.

La declaraci¨®n sindical afirma que no puede haber empleo ni justicia social en un planeta devastado. E insta al G20 a impulsar un desarrollo bajo en carbono, a no contraponer la prioridad de la lucha contra paro y la desigualdad con los objetivos medioambientales, y a establecer una ¡°transici¨®n justa¡± hacia otro modelo de desarrollo.

El movimiento sindical pide respuestas a una crisis del sistema que puede ser suicida para el futuro de la humanidad. Durante los cuatro primeros a?os de la Gran Crisis el presidente Hoover llev¨® a cabo pol¨ªticas parecidas a las actuales, con resultados desastrosos en t¨¦rminos de paro, depresi¨®n econ¨®mica, aumento de la pobreza y la desigualdad. El 4 de marzo de 1933, Franklin D. Roosevelt, nuevo presidente, afirm¨® que ¡°la m¨¢s importante tarea consiste en crear empleo y mejorar sus condiciones¡±, y cambi¨® el rumbo de la crisis.

La erosi¨®n de las bases impositivas y la transferencia de beneficios es una pr¨¢ctica muy extendida

Eso es sustancialmente lo que el movimiento sindical demanda de nuevo a los l¨ªderes del mundo. A diferencia de entonces, no puede haber desarrollo sostenible si no es compatible con la preservaci¨®n de los ecosistemas ni puede tener futuro sin cooperaci¨®n ya que todo afecta a todos en la aldea global: la pobreza y la desigualdad, el crecimiento, el cambio clim¨¢tico, las pandemias y los conflictos.

El plan de acci¨®n que surja de Brisbane deber¨ªa aprobar medidas para incrementar la demanda y reducir la desigualdad, que est¨¢n en la base del estancamiento econ¨®mico mundial. La Oficina de Evaluaci¨®n Independiente del FMI acaba de criticar la gesti¨®n de la crisis realizada por el Fondo, basada en la austeridad y en los cr¨¦ditos baratos a los bancos: ya se sab¨ªa, dice, que ello no pod¨ªa funcionar en una crisis financiera donde prevalece un endeudamiento masivo del sector privado.

El G20Sindical insiste en que ha llegado el momento de invertir en infraestructuras y establecer planes de inversi¨®n a medio plazo, incluidos los sistemas de protecci¨®n social. Curiosamente, tambi¨¦n el FMI solicita ahora una inversi¨®n p¨²blica masiva en infraestructuras que, adem¨¢s, dice, pueden ser financiadas por el crecimiento y los ingresos fiscales que generen.

La transparencia financiera es uno de los principales desaf¨ªos. La erosi¨®n de las bases impositivas y la transferencia de beneficios es una pr¨¢ctica muy extendida. Seg¨²n la Comisi¨®n Europea se calcula que en la UE se produce cada a?o una evasi¨®n o fraude fiscal de un bill¨®n de euros, en sus dos terceras partes protagonizados por las empresas. Las recientes informaciones sobre la evasi¨®n fiscal en Luxemburgo indican que las actuales reglas fiscales internacionales facilitan a los defraudadores ¡ªen su gran mayor¨ªa empresas multinacionales¡ª una ¡°doble no imposici¨®n¡±, mediante tax rulings (acuerdos secretos entre Administraciones fiscales y empresas). El G20 pretende dar prioridad en esta reuni¨®n a las reglas fiscales y a la regulaci¨®n financiera. El G20Sindical exige, por su parte, mayor decisi¨®n, rapidez y transparencia en este tema.

Lo que esperamos, por tanto, de la cumbre de Brisbane son medidas concretas, efectivas y suficientes para avanzar en el empleo de calidad y en el desarrollo inclusivo.

C¨¢ndido M¨¦ndez es secretario general de UGT.