Sobre ni?os y balas
Hace poco se ha dado a conocer el v¨ªdeo de un ni?o sirio que finge la muerte para salvar su vida y la de otra ni?a atrapada en el fuego de francotiradores. Estas im¨¢genes provocaron en m¨ª una reflexi¨®n, adem¨¢s de una tristeza profunda y una desolaci¨®n sobrecogedora. Me pregunto cu¨¢nto ha tenido que vivir ese peque?o que apenas roza la decena de a?os; cu¨¢nto miedo est¨¢n acostumbrados a digerir estos ni?os y, m¨¢s importante, cu¨¢nto tengo que ver yo en esto.
Saliendo de mi burbuja, intento contemplar el panorama mundial de muerte, destrucci¨®n y falta de respeto sobre el pr¨®jimo que domina hoy en d¨ªa por doquier, pero hay tantos frentes abiertos que me resulta imposible. Puede sonar apocal¨ªptico, pero es real. Sobran conflictos que niegan necesidades b¨¢sicas a las personas, que impiden a los ni?os ser ni?os y que arrancan dignidad como si de ramas muertas se tratara. Lo m¨¢s est¨²pido de todo son las motivaciones que provocan estas pugnas. Siempre tendemos a pensar que por pertenecer al siglo que nos toca somos modernos y avanzados, pero el ser humano es mucho m¨¢s lento de lo que nos gusta admitir en cuanto a progreso. Da igual que estemos en el siglo?XXI, todav¨ªa matamos a ni?os indiscriminadamente porque decidimos imponerles una visi¨®n pol¨ªtica, todav¨ªa tatuamos a ni?as para marcarlas como ganado sexual y todav¨ªa derribamos a 298 personas ajenas e inocentes porque sobrevuelan un territorio beligerante.
Me preocupa pensar qu¨¦ ser¨¢ de estos ni?os, en qu¨¦ los estamos convirtiendo y qu¨¦ futuro les estamos arrebatando. Al fin y al cabo, todos estos conflictos se alimentan de intereses elitistas, ego¨ªstas, poderosos e internacionales que garantizan el supuesto bienestar de quienes nos estremecemos al percibir tanta crueldad, pero permanecemos inertes ante ello.¡ª Olivia Garc¨ªa-Patto de la Orta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.