?Podr¨¢n alg¨²n d¨ªa ahorrar los j¨®venes?
Un estudio de Moody's revela que los llamados mil¨¦nicos han perdido en cinco a?os la capacidad de guardar dinero para el futuro
Ni en el banco, ni debajo del colch¨®n, ni en el fondo del bosillo. La juventud actual, los mil¨¦nicos, los que tienen menos de 35 a?os, no tienen ahorros. Porque no pueden. Porque no quieren. Seg¨²n un reciente estudio de Moody¡¯s, el dinero guardado por la juventud estadounidense es de -2%. Hace apenas 35 a?os, era de +5%. No era mucho, pero algo era. ?Qu¨¦ ha pasado durante este lustro?
En EE UU, la cifra total que adeudan los j¨®venes a los bancos por sus carreras universitarias se estima que es de mil millones
Hay crisis. No hay dinero. En los pa¨ªses anglosajones, todo lo que los mil¨¦nicos ganan va para una burbuja casi tan letal como la inmobiliaria: la universitaria. Con las tasas acad¨¦micas creciendo a un ritmo galopante y la cruda realidad de que una licenciatura ya no permite encontrar trabajo bien remunerado, el sueldo va, directamente a pagar las deudas contra¨ªdas con los estudios. En EE UU, la cifra total que adeudan los j¨®venes a los bancos por sus carreras universitarias se estima que es de un bill¨®n, y subiendo. A eso se le a?ade que la desilusi¨®n con respecto al sistema les lleva a fundirse lo que tienen. Vive deprisa y no dejes un c¨¦ntimo para amortajar tu bonito cad¨¢ver parece ser el nuevo lema. No tienen dinero para comprar casa o coche, no les gusta vivir en la periferia y, si salen del centro de la ciudad, lo hacen para largarse al extranjero a hacer turismo, su gran pasi¨®n.
En Espa?a, afortunadamente, la educaci¨®n todav¨ªa no es un lujo (al menos no para la mayor¨ªa) pero el trabajo s¨ª. La ¨²ltima encuesta al respecto, realizada por la aseguradora AEGON en 2013, afirmaba que solo un 14% de los j¨®venes espa?oles, frente al 25% de los pa¨ªses de nuestro entorno, ahorraba entre algo y poco. Lo m¨¢s inquietante es que el informe destacaba el nacimiento de una nueva clase social: los ahorradores aspiracionales, es decir, aquellos que, queriendo ahorrar, son incapaces de hacerlo o incluso lo consideran un sue?o, en la mayor parte de los casos, irrealizable, sumaban ya el 40% de los j¨®venes.
Hay quien piensa que los j¨®venes tienen un agujero en el bolsillo. El Wall Street Journal afirm¨® que EE UU lleva cinco a?os creciendo, tantos como llevan los ?mil¨¦nicos? gast¨¢ndose el dinero
Pero, ?tienen los j¨®venes un agujero en el bolsillo? As¨ª lo creen publicaciones como el Wall Street Journal, que les afea la conducta siguiendo los criterios de Moody¡¯s (s¨ª, la misma Moody¡¯s que no advirti¨® de los riesgos de los bonos basura). Para la biblia de los agentes de bolsa, EE UU lleva cinco a?os creciendo, tantos como llevan los mil¨¦nicos gast¨¢ndose el dinero. Otros, como Slate creen, por el contrario, que son paparruchas y que los mil¨¦nicos no hacen m¨¢s porque no pueden o, lo que es lo mismo, que su capacidad de ahorro roza lo milagroso, dadas las circunstancias: el trabajo que se ha producido es de peor calidad, peor pagado, cargan con una mochila de deuda mucho mayor y, por lo tanto, entra dentro de los expedientes de Cuarto Milenio ser capaz de guardar para el d¨ªa de ma?ana.
Si en algo nos parecemos aqu¨ª y en USA, es en que, despu¨¦s de tanta tarjeta black, cl¨¢usula subsuelo y preferentes, no nos fiamos de nuestros bancos. Si hay que consultar a alguien o decidir d¨®nde meter las cuatro perras que cr¨ªan telara?as en la hucha del cerdito, hablamos con nuestra familia. El 39%, de hecho, no tiene ni idea de qu¨¦ es eso de la jubilaci¨®n (ni de c¨®mo se consigue). En fin, que si tampoco os fi¨¢is de la familia porque, a fin de cuentas, alguno de ellos os habr¨¢ dicho que viv¨ªs por encima de vuestras posibilidades, siempre pod¨¦is echar mano de la filosof¨ªa popular, tan sabia ella. ?Y qu¨¦ mejor experto en econom¨ªa que El Fary?
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