La esposa oculta de Modi quiere sus derechos de primera dama
Jashodaben Modi pregunta al Estado de Gujarat cu¨¢l es el papel que ha de jugar como c¨®nyuge del mandatario, tras un matrimonio que fue breve y pactado
¡°Soy la esposa del honorable primer ministro de India. Me gustar¨ªa saber por qu¨¦ cl¨¢usulas legales recogidas en la Constituci¨®n se me ha ofrecido protecci¨®n. Y, como c¨®nyuge del primer ministro, ?a qu¨¦ otros beneficios tengo derecho?¡± Jashodaben Modi es, efectivamente, la mujer de Narendra Modi, el pol¨¦mico pol¨ªtico conservador que le arrebat¨® el poder a la dinast¨ªa Gandhi el pasado mes de mayo. Y de esta forma tan escueta invoc¨® el lunes la Ley del Derecho a la Informaci¨®n para preguntar al Estado de Gujarat, de donde son naturales ambos, cu¨¢l es el papel que ha de jugar como tal. Su hermano, Ashok Modi, dej¨® claro en una entrevista con el diario Hindustan Times que Jashodaben ¡°deber¨ªa ser tratada como la primera dama y tiene derecho a vivir con Modi en Delhi¡±. Pero el asunto es mucho m¨¢s complicado de lo que parece.
No en vano, hasta la campa?a electoral de las ¨²ltimas elecciones generales se desconoc¨ªa por completo la existencia de la se?ora Modi. Es m¨¢s, su marido no solo nunca la hab¨ªa mencionado sino que, en varios de sus m¨ªtines, hab¨ªa enfatizado el hecho de que no ten¨ªa familia para convencer al electorado de que eso le permitir¨ªa dedicarse en cuerpo y alma al pa¨ªs. Sin distracciones terrenales. Sin embargo, cuando se inscribi¨® como candidato a las elecciones generales tuvo que reconocer que no est¨¢ soltero. L¨®gicamente, sus contrincantes afilaron los colmillos para asaltarle a la yugular y tacharlo de mentiroso. Pero la raz¨®n de tanto secretismo no sorprendi¨® a nadie, ya que responde a una de las tradiciones m¨¢s arraigadas de India.
El de Narendra y Jashodaben fue un matrimonio concertado por sus padres cuando ellos eran adolescentes. Se vieron durante la ceremonia, que se celebr¨® cuando ¨¦l alcanz¨® la mayor¨ªa de edad, pero poco m¨¢s. Apenas convivieron, y no parece que haya nada que los una m¨¢s all¨¢ del certificado de matrimonio. ¡°Tuve que abandonar mis estudios cuando me traslad¨¦ a su casa, y recuerdo c¨®mo me dijo que quer¨ªa que continuase con mi formaci¨®n¡±, asegur¨® Jashodaben al diario local Financial Express en una de las pocas entrevistas que ha concedido. ¡°Nunca nos comunicamos y nos separamos sin ning¨²n problema, ya que jam¨¢s tuvimos una pelea. No mentir¨¦ sobre ¨¦l porque no le deseo ning¨²n mal¡±.
No obstante, seg¨²n los polic¨ªas que recibieron la solicitud de informaci¨®n, Jashodaben, que sobrevive a duras penas con los 20 euros de la pensi¨®n de profesora que recibe desde que se jubil¨®, muestra su descontento por el hecho de que ella tenga que viajar en transporte p¨²blico mientras los cinco polic¨ªas que velan por su seguridad 24 horas disfrutan de un veh¨ªculo oficial. Adem¨¢s, todos ellos son varones, y, seg¨²n Ashok, la intimidan. Por lo visto recuerda que en 1984 fue el servicio de seguridad quien asesin¨® a la primera ministra Indira Gandhi, raz¨®n por la que Jashodaben exige que sean sustituidos por mujeres que le proporcionen previamente toda su informaci¨®n personal.
Aunque ha pedido que se responda a su petici¨®n en dos d¨ªas, ¡°porque es un asunto de vida o muerte¡±, todo apunta a que la se?ora Modi tendr¨¢ que esperar bastante m¨¢s para recibir una respuesta oficial. No obstante, la ley estipula que puede rechazar la escolta personal a la que tiene derecho si as¨ª lo considera conveniente. Adem¨¢s, entre los privilegios que le corresponden est¨¢n tambi¨¦n viajes en la primera clase de los trenes y hasta ocho vuelos gratuitos si viaja sola o 34 si acompa?a a su esposo. L¨®gicamente, tambi¨¦n puede compartir con ¨¦l la residencia oficial sin tener que abonar alquiler alguno, y gozar¨¢ de una pensi¨®n equivalente al 50% de la que reciba el primer ministro a la muerte de este.
¡°Creo que Narendra Modi tendr¨ªa que tomar una decisi¨®n sobre la relaci¨®n que le une a su esposa¡±, comenta desde la capital india una de sus votantes, Surbhi Dharma. ¡°Entiendo la desaz¨®n que esta situaci¨®n tiene que provocar en ella y creo que, a pesar de que no fue un matrimonio consentido, merece cierta compensaci¨®n. Y si el primer ministro no quiere que se le asocie con ella, deber¨ªa divorciarse¡±. Sin duda, muchos de sus seguidores consideran que es un asunto al que deber¨ªa prestarle atenci¨®n antes de que sea demasiado tarde y se convierta en una potente arma para la oposici¨®n.
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