Contra s¨ª mismo
El plan independentista de Mas erosiona los partidos y arruina al Parlament de Catalu?a
Lo m¨¢s notable del ¨²ltimo discurso de Artur Mas no es su definitivo decantamiento hacia el independentismo ni su tono de desaf¨ªo al Estado que ¨¦l representa en Catalu?a. Lo novedoso es que completa una estrategia que amenaza con socavar el sistema pol¨ªtico catal¨¢n, lo que debe preocupar a los catalanes y al conjunto de los espa?oles.
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No es raro querer arrinconar a un partido como Converg¨¨ncia Democr¨¤tica, desgastado por la corrupci¨®n, con su fundador cuestionado y su sede embargada. Lo curioso es que lo pretenda su actual presidente, que adem¨¢s, con su din¨¢mica divisionista, ha expulsado parcialmente a su socio, Uni¨®; ha desestabilizado al PSC que, junto con CiU, aseguraba la estabilidad; ha dado problemas a Iniciativa, y ahora pretende deglutir a Esquerra, que quiz¨¢ se deje, seg¨²n se infiere de las declaraciones de sus l¨ªderes.
El resultado es un trastorno generalizado del subsistema catal¨¢n de partidos, parte consustancial del espa?ol y pilar del sistema democr¨¢tico: sin partidos, la libertad de asociaci¨®n resulta un concepto vac¨ªo.
Pero hay algo peor. En su calendario de transici¨®n a la independencia, el papel reservado al Parlament durante 18 meses, en caso de victoria secesionista, es de mero corifeo; y el nuevo Ejecutivo no podr¨ªa dedicarse a gobernar, sin programa para ello, dado que este se reducir¨ªa a un ¨²nico punto.
Sin Parlament ni Consell Executiu, ?qu¨¦ quedar¨ªa de la Generalitat? La estrategia de Mas atenta contra la arquitectura institucional que encabeza: le tiene que preocupar a ¨¦l igual que a millones de catalanes y espa?oles, que aprecian la continuidad y legitimidad hist¨®ricas restablecidas en la Transici¨®n con Josep Tarradellas.
La erosi¨®n de los partidos, la neutralizaci¨®n del Parlament y el desprecio al Ejecutivo casan con el perfil de una elecci¨®n falsamente plebiscitaria: se plebiscitar¨ªa m¨¢s su nombre que su programa. Y el truco de ofrecer colocarse en ¨²ltimo lugar de la lista no enga?a ni siquiera a los de Esquerra.
Mas ha demostrado una tozuda perseverancia y la capacidad de revertir coyunturas adversas. Con ellas le basta quiz¨¢ para acabar de desmantelar la pol¨ªtica catalana, mellar la ya atribulada estabilidad espa?ola y generar m¨¢s problemas que soluciones. Pero nada augura que vaya a mejorar en algo el bienestar econ¨®mico, la cohesi¨®n social y la felicidad de sus conciudadanos. ?l se ha fijado la tarea de conseguir la ¡°libertad de Catalu?a¡±, como si los catalanes careciesen de libertades y del derecho a decidir que les gobierne incluso Artur Mas.
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