Rajoy suelta lastre
Ana Mato sale del Gobierno en plena crisis pol¨ªtica provocada por la corrupci¨®n
Mariano Rajoy se encuentra en una posici¨®n insostenible; el Gobierno carece de nervio, de ideas y de credibilidad para la regeneraci¨®n de la democracia. El presidente no ha podido sostener por m¨¢s tiempo a la ministra de Sanidad, Ana Mato, quien ha dimitido en v¨ªsperas del debate previsto para hoy en el Congreso sobre temas de corrupci¨®n.
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Rajoy no ha tenido otro remedio que soltar lastre tras haberse resistido durante a?os a las peticiones de la oposici¨®n, de la opini¨®n p¨²blica y de sectores de su partido. Desacreditada tambi¨¦n por otros asuntos ¡ªcomo la gesti¨®n del primer contagio de ¨¦bola en Espa?a¡ª, Ana Mato tuvo que dejar el cargo horas despu¨¦s de verse se?alada por el juez Pablo Ruz como una de las personas que se lucraron de actividades de la trama G¨¹rtel. Formalmente no est¨¢ imputada, pero era insostenible su presencia en el banco azul, en un ambiente dominado por la sensaci¨®n de crisis pol¨ªtica que causa la acumulaci¨®n de casos de corrupci¨®n.
Retirarse del Gobierno no prejuzga culpabilidades futuras. Pero en pol¨ªtica carece de sentido quedarse quieto a la espera de que escampe, una actitud en la que tanto Ana Mato como su jefe pol¨ªtico, Mariano Rajoy, son especialistas. Este comportamiento no es propio de los pa¨ªses democr¨¢ticos avanzados. Bastan las conductas incorrectas para no mantener en pol¨ªtica a quien incurre en ellas, aunque no supongan acusaciones formales de comisi¨®n de delitos.
Esta es una de las facturas del caso G¨¹rtel que llega a vencimiento. Otros antiguos responsables y cargos del Partido Popular se encuentran abocados al banquillo, entre ellos sus tres extesoreros, Luis B¨¢rcenas, ?lvaro Lapuerta y ?ngel Sanch¨ªs. Y por m¨¢s que el PP y el propio Rajoy sostuvieron al principio que el caso G¨¹rtel era una trama ¡°contra el PP¡±, el juez ha cerrado el sumario, m¨¢s de cinco a?os despu¨¦s, y considera responsable a este partido ¡ªadem¨¢s de los muchos imputados que tuvieron cargos¡ª de haberse lucrado de la trama.
Hace tres a?os que Rajoy gan¨® las elecciones generales por mayor¨ªa absoluta. El presidente del Gobierno y su partido prefirieron disociar la crisis econ¨®mica de la crisis pol¨ªtica en ciernes, apelando reiteradamente a no distraerse con esta cuesti¨®n. El paso del tiempo no solo ha confirmado el aumento de la preocupaci¨®n ciudadana por la corrupci¨®n, sino la convicci¨®n del 80% de los espa?oles sobre la mala situaci¨®n pol¨ªtica que vive este pa¨ªs.
El PP no es el ¨²nico afectado por la corrupci¨®n, ni mucho menos, pero s¨ª est¨¢ fuertemente implicado. Por eso esta cuesti¨®n se anuncia como asunto crucial para 2015, un a?o cargado de citas electorales que aguardan a la vuelta de la esquina. Esto es solo un anticipo de los estragos que el proceso de la trama G¨¹rtel puede causar a un Gobierno d¨¦bil. Se hace dif¨ªcil pensar que la legislatura en curso pueda continuar un a?o m¨¢s.
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