Carla Bruni, un activo pol¨ªtico para Sarkozy
La pareja ¡®hace campa?a¡¯ en una entrevista ante la posible vuelta del pol¨ªtico a la presidencia
Oficialmente, Nicolas Sarkozy solo obtuvo el pasado s¨¢bado la victoria de las elecciones internas de su partido, la UMP (Uni¨®n por un Movimiento Popular), para dirigirlo. Nadie descarta, sin embargo, que se trate de un primer paso para acceder, de nuevo, a la presidencia de la Rep¨²blica francesa en 2017. Ante tal perspectiva, la portada de la imprescindible Paris Match de esta semana puede ser toda una declaraci¨®n de intenciones: Nicolas Sarkozy posa sonriente junto a su esposa, la cantante y modelo Carla Bruni, que aparece cari?osa sentada sobre las rodillas de su marido. Bruni, en fin, como activo de la larga campa?a del pol¨ªtico de vuelta al El¨ªseo. En el interior de la revista, m¨¢s fotos: ella le acaricia la mejilla en un pasillo, le aplaude en primera fila en un mitin o le mira afectuosa, sentada a su lado, en otro acto de partido. ¡°Me encanta escucharle¡±, confiesa a este semanario, sabio c¨®ctel de pol¨ªtica y cotilleo que vende cada semana casi 600.000 ejemplares.
El protagonismo es estos d¨ªas para Nicolas Sarkozy, que desde el lunes est¨¢ formando su equipo dentro de la UMP para afrontar con solidez las pr¨®ximas campa?as electorales. Pero hace tiempo que las mujeres, directa o indirectamente, juegan un importante papel en la pol¨ªtica francesa. Sarkozy acaba de nombrar n¨²mero dos del partido a Nathalie Kosciusko-Morizet, la digna perdedora a la alcald¨ªa de Par¨ªs frente a Anne Hidalgo, y cuenta con el apoyo personal de dos ex primeras damas de peso: la propia Carla Bruni y Bernadette Chirac. Esta ¨²ltima, en el mismo n¨²mero de Paris Match, declara unas p¨¢ginas m¨¢s adelante: ¡°Conozco a Sarkozy desde hace mucho tiempo. Es un sentimental. No le gusta que la gente sufra. Tengo confianza en ¨¦l¡±.
"A Nicolas le gusta resolver problemas; yo prefiero no tenerlos", dice la cantante
Dice Carla Bruni que odia la pol¨ªtica y el reflejo que la prensa ofrece de ella, pero sus declaraciones no hacen m¨¢s que conformar la imagen de un pol¨ªtico felizmente casado, un sentimental, en efecto, dispuesto a reconducir a Francia por el buen camino. ¡°A Nicolas le gusta resolver los problemas¡±, asegura. ¡°Yo prefiero no tenerlos¡±. Deseaba que su marido no regresara a la pol¨ªtica, como prometi¨® en 2012 cuando perdi¨® las presidenciales frente a Fran?ois Hollande, pero reconoce que la pasi¨®n de Sarkozy es la pol¨ªtica y respeta su decisi¨®n. Paris Match celebra el hallazgo de la cantante: ¡°Nicolas estaba en la v¨ªa de acceso a la autopista, parado. El acceso es un momento peligroso. Ahora, se acab¨®. ?l est¨¢ trabajando y va a hacer una buena labor de saneamiento¡±.
Sarkozy parece consciente del valor que puede aportarle Carla Bruni, que ya prepara, por cierto, su pr¨®ximo ¨¢lbum, a presentar el pr¨®ximo oto?o. El 2 de octubre pasado, en uno de sus m¨ªtines, ella en primera fila, el pol¨ªtico clam¨® ante su p¨²blico: ¡°La ¨²ltima vez que estuve aqu¨ª en Troyes fue para cargar con la guitarra de mi mujer¡±.
Carla Bruni parece la mejor alumna de Bernadette Chirac; la m¨¢s atenta a sus consejos. ¡°Hace falta estar presente y ayudar con discreci¨®n y savoir-faire al presidente de la Rep¨²blica¡±, explica la tambi¨¦n pol¨ªtica Chirac, miembro de la asamblea provincial de Sarran. ¡°Nada es sencillo, en efecto, en ese palacio donde la vida gira en torno al presidente¡±. Fue el consejo que le dio a Val¨¦rie Trierweiler, la entonces pareja de Hollande ahora millonaria gracias a su venganza literaria Gracias por este momento, recientemente traducido al ingl¨¦s. En efecto, nada parece sencillo para las mujeres en el Palacio del El¨ªseo. Su actual inquilino ha cambiado de destino a los cinco funcionarios de la zona privada del palacio. Es el resultado del an¨¢lisis de la foto en los jardines de palacio de Fran?ois Hollande con su novia Julie Gayet, que determina que solo se pudo tomar desde las estancias interiores.
Por el momento, Carla Bruni dice que ni siquiera quiere plantearse el regreso al El¨ªseo, un palacio maldito para ella tambi¨¦n. ¡°Ya veremos qu¨¦ pasa¡±, responde lac¨®nicamente a este respecto.
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